¿Qué escondes bajo esa máscara? [Luckity]

5

Quackity sintió que se le helaba la sangre al ver a su castaño favorito en la puerta de su casa, mirando fijamente su rostro.

Lo primero que hizo fue soltarse del agarre de Wilbur e intentar cubrir su cara otra vez.

— ¡Oh!, ¿tú no eres el chico al que Big Q está pegado todo el tiempo? — preguntó el británico una vez su sorpresa se fue, con una sonrisa deslizándose por sus labios.

Luzu frunció el ceño, caminando con fuertes pasos hacia el más bajo y pasando de largo al "británico", no sin antes mirarlo como si quisiera apuñalarlo.

— Luzu, porfavor no me mires. — murmuró Quackity en voz baja, dándole la espalda al de sudadera negra.

— Quacks, está bien, no te miraré si no quieres que lo haga. — el español busco rápidamente con la mirada la máscara del azabache para poder cubrir su rostro, encontrandola en el piso, demasiado cerca de Wilbur.

Apenas el de mechón blanco se dio cuenta de sus intenciones, agarró la máscara, sin ninguna intención de dársela al español.

Esto molestó a Luzu, demasiado.

— Oye, como sea que te llames, dame eso. — pidió el de sudadera negra, con toda la amabilidad que pudo.

La sonrisa burlona volvió a los labios del revivido. — ¿Y que ganaría yo entregandote esta máscara? solo conseguiría que Big Q siga huyendo de sí mismo y su pasado. —

Ante sus palabras, Quackity se tenso visiblemente, lo cual no pasó desapercibido para ninguno de los dos castaños.

— Hey, Big Q, tú recuerdas, ¿no es asi? recuerdas todo lo que hiciste, todo lo que te hicieron, no puedes engañarme a mi, te conozco más de lo que me conozco a mi mismo. — el de habla inglesa se acercó al de cabello negro, manteniendo cierta distancia ya que Luzu no le permitía ir más allá. — No tengo gustaría que revele todo con tu... "amigo" presente, ¿o si? —

Wilbur no sabia si el silencio de Quackity le divertía o le hacía perder la paciencia, por lo que optó por abrir la boca con cierto rumor que había llegado a sus oídos.

— ¿Que tal si hablamos sobre tus visitas a Dream? Aunque lejos de ser lindas, las cosas que le hiciste a Dream eran inhuma- —.

— ¿¡Y tú como mierda sabes eso!? — Quackity lo interrumpió, dejando de ocultar su rostro entre sus manos para mirar al otro. En su único ojo hábil se podía ver la furia, el horror y la confusión.

— ¿Oh? ¿entonces era cierto?, bueno, Big Q, lo único que acabas de hacer es confirmarme que eres el Quackity que conozco, con todas tus memorias intactas. — la sonrisa maniática de Wilbur daba miedo, pero lo que más asustó al híbrido de pato fue darse cuenta del grave error que había cometido, y, aún peor, frente a Luzu.

Pero, lejos de la reacción que esperaba, sólo vio como el español se acercaba al "británico" y le daba un puñetazo en la cara.