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Me levanté del suelo poniéndome frente al espejo del baño. Me encontraba en el peor estado que me pude aver imaginado, mis ojos todos llorosos, mí cabello desordenado y mí cara...

Mí idea era quedarme allí hasta que las clases terminaran. Si me llegaba a presentar así como estaba ahora mismo hiba a recibir más burla de la que ya recibo, y siendo sincera no quería eso, sin embargo si no me presentaba a ninguna clase la directora se enteraría y llamaría a papá... No quería que eso pasara.

Abrí el grifo del agua y me lave la cara bien lavada al igual que mis manos, cómo también me peine haciéndome nuevamente una coleta pero está vez mejor echa, acción seguida me miré otra vez en el espejo, mejor que antes estaba. Sonreí, di un suspiro, salí del baño y me dirije a mí respectivo salón.

Al llegar e entrar pude notar la cara de enojo de la profesora, lo más seguro por aver llegado minutos después de aver tocado el timbre, y estaba en lo cierto.

-Que sea la última vez que llegas tarde a mí clase ¿entendido?- Asentí y me fui a sentar a mí lugar.

-¡Auch!- Me quejé dándome la vuelta para ver a Mateo y sus amigos riendo.

-¡T/n deja de interrumpir mí clase, para lo próxima te vas a dirección!- Me disculpé y ella siguió explicando. Fue ahí que Mateo se levantó de su lugar y tomó mí cuaderno tirándolo al suelo.

-¡Oye! ¡no seas así!- Dije levantándome para recogerlo.

-¡T/n a dirección ahora!- Dijo la profesora abriendo la puerta del salón.

-Pero profesora es Mateo el me molesta!...- Acusé

-Deja de mentir T/n, ¿cómo va a ser Mateo? si el es un pan de Dios- Agarré mí cuaderno con fuerza y lo tiré contra la mesa. -¡No voy a permitir esas actitudes comigo jovencita!-

-A Mateo nunca le dicen nada, es injusto!- Grite saliendo del salón hacia la dirección. Toqué la puerta dos veces y entre al escuchar la vos del director diciendo que pasara.

—Oh T/n es raro verte por estos lados, ¿pasó algo?— Pregunto mientras yo me sentaba.

—La profesora me mandó aquí por interrumpir su clase...— Respondí. —¡Pero no fue mí culpa!...— Seguí hablando.

—Pero si te mandó aquí tuvo que tener una buena razón, dime cuál es para poder solucionar el problema ¿si?—

—Si se lo digo dudo que me crea pero... Fue gracias a Mateo, hoy el en clases se paró de su asiento, me agarró mí cuaderno y lo tiró al suelo, la profe se enojó conmigo y me mandó aquí...—Respondí.

—Tu ve de vuelta a tu salón y dile a Mateo que lo llamo yo, hablaré con el y lo castigaré por esto, no te preocupes— Rápidamente negué.

—¡Porfavor no, no quiero que se enoje conmigo y me llegue a hacer algo!— Hablé con miedo pensando en que me podía pasar si hacía aquello.

—Esta bien, pero al menos deja que llame a tu padre para ver qué podemos hacer— Nuevamente negué, ninguna de las dos eran buenas opciones.

—¡Tampoco!.... El no... No quiero que se enoje conmigo, porfavor no lo llame...— Pedí.

—T/n, ¿tú padre te hace daño? quiero decir, por algo no quieres que lo llame, además de que tú reacción fue de miedo— Negué.

•-Figura paterna•- [Bonten-Mikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora