una intensa y reveladora historia de amor
que te hará creer en el destino.
Jungkook y Kim Jennie eran la pareja perfecta desde el instituto, Pero la noche de su graduación tienen un accidente de coche.
La vida de de jungkook cambia para siempre y na...
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-¡Jungkook!-
La voz de Jennie resuena en mis espaldas mientras la lluvia repica con violencia sobre el tejado metálico del pórtico frontal.
¿como ha sido capaz?.
La pregunta se repite una y otra vez en mi cabeza a medida que bajo las escaleras. Ya estoy entregando el tíquet al aparcacoches cuando Jennie llega corriendo. La ignoro.
-Espera un momento, Jungkook, por favor- dice, agarrándome del brazo.
En cuanto sus dedos me tocan, siento el instinto de abrazarla, pero me aparto para agarrar las llaves que me entrega el aparcacoches y salgo al exterior, bajo la lluvia.
-No te moleste. Ya lo he entendido.
Ella me sigue, intentando darme una explicación que no tengo malditas ganas de oír. Si de verás hubiera querido explicármelo, podría haberlo hecho mucho tiempo atrás, en vez de decírmelo justo el día de la graduación.
-Ya sé que tendría que habértelo dicho, pero no quería herirte...
Otro relámpago se oía en el cielo, y una estruendosa ráfaga de truenos acalla las palabras de Jen antes que yo tenga opción de decir nada. Me doy la vuelta para mirarla. Lleva el vestido completamente empapado y el pelo cuelga fláccido opaco alrededor del rostro.
-¿No querías herirme?- me echo a reír-¿Actuando a mis espaldas?, ¿Compartiendo secretos con mi mejor amigo?...
-Tae también en mi mejor amigo-.
-Me has mentido en la cara, Jennie. Durante meses- Desbloqueo la puerta del coche y la abro con tanta fuerza que casi vuelve a cerrarse del impulso- Considerame herido-
Subo al coche y cierro de un portaso.
Berkeley. La palabra me resuena en la cabeza, cada sílaba es como una puñalada.
Berkeley. Berkeley.
Jennie envió una solicitud para ingresar a Berkeley y no me dijo nada. Envió trabajos suplementarios y expedientes académicos, la aceptaron hace meses y seguío fingiendo. Siguió fingiendo mientras elegiamos los cursos y las residencias donde nos alojaríamos y mientras planeabamos volver a casa en coche para las vacaciones, sabiendo, desde el principio, que no iba a ir la S.N.U
Se lo dijo a taehyung.
¿Por qué no me lo dijo a mí?
En el momento en que estoy apunto de arrancar el coche, ella se desliza en el asiento del copiloto antes de que pueda poner en marcha. Hago una pausa, deseando decirle que se baje, pero no consigo reunir las fuerzas.
Tenemos que arreglarlo. Aún llevo la pulsera en el tobillo.
Piso el acelerador y cruzamos el aparcamiento hasta salir a la carretera principal. Las ruedas derrapan sobre el terreno mojado al girar.
