Llamada perdida

Hermanos y otros yuyos

Jin y Tae siempre habían sido inseparables, si no fuera por la diferencia de edad la gente creería que eran mellizos. Tenían sus diferencias, como todos los hermanos, pero también eran muy apegados y compartían todo. Fue la pasión de Jin por la actuación lo que motivó a Taehyung a inscribirse en el club de Teatro. Para Tae, su hermano era su modelo a seguir y la primera persona a la que recurrir siempre.

Jimin era su mejor amigo, pero Jin era su persona.

Así que cuando el mayor empezó a salir con Yoongi, el menor tuvo un ataque de celos y no le habló a su hermano por casi un mes. No podía creer que lo hubiese cambiado por un extraño. Eventualmente, fue cediendo y aceptó a ese tercero en su vida, al punto de considerarlo como su otro hermano mayor.

Sin embargo, ambos hermanos reconocían que aunque Taehyung se llevaba bien con el novio del mayor, su relación había cambiado desde que el mayor estaba con Yoongi. No es que ahora su relación fuera mala, solo era distinta, ya no compartían tanto como antes y Taehyung comenzó a pasar más tiempo con sus amigos para darle espacio a la pareja.

Por su parte, Yoongi nunca tuvo problemas con su cuñado. Al principio lo toleraba por su novio, pero con el tiempo comenzó a apreciar al más pequeño. Había algo simbiótico en la relación de los dos hermanos, pero con el tiempo Yoongi logró encontrar su lugar en esa simbiosis.

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Todos en el colegio sabían que molestar a Taehyung era conseguir dos enemigos al precio de uno. Y si bien Jin podía ser el más escandaloso, la mayoría le tenía más miedo a Yoongi, porque aunque no fuera el hermano del menor, lo cuidaba como si lo fuera.

Así que a nadie sorprendió que Yoongi fuera a rescatar a Taehyung cuando al finalizar las clases un par de alumnos del otro curso lo estaban molestando porque ese día había aparecido con el pelo color rosa. Y a nadie sorprendió que los chicos huyeran en el momento en que vieron a Yoongi acercarse. Tal vez no fuera tan alto ni musculoso, pero era muy bueno peleando.

-¿Estas bien?- preguntó Yoongi, aunque sabía que el menor solía ignorar a las personas que lo molestaban por su manera de vestir o el color de su pelo o su maquillaje, no dejaba de preocuparse por él.

-Si, no es mi culpa que sean unos limitados y quieran imponerme a mi sus ideas retrógradas. Además el rosa me queda lindo- respondió Tae encogiéndose de hombros.

Yoongi se río, su cuñado era mucho más seguro de lo que Jin y él alguna vez podrían ser, y lo admiraba por ello. No dejaba que nadie le dijera que hacer o no hacer, y mucho menos permitía que lo que otros le dijeran influyera en sus decisiones.

-A veces quisiera tener tu seguridad. Vamos, te acompaño a tu casa.- le dijo Yoongi al menor.

- Déjame adivinar, tuvieron libre la última hora y mi hermano ya se fue, así que soy tu excusa para aparecer por mi casa.- adivino Taehyung.

-Salimos antes porque faltó el profesor Wang, pero tuve que quedarme para hablar con el profesor Shin por mi solicitud para la Academia.- explicó el mayor.

-Sabes que te van a aceptar ¿no?- le dijo Taehyung.

-Bueno, por suerte todos parecen estar lo suficientemente convencidos, y eso ayuda un poco a que lo crea. Pero como te dije, a veces quisiera tener tu seguridad, y esta es una de esas veces.-

-Y yo a veces creo que tenes una imagen idealizada de mí.-

- Ni que fueras mi novio, de él si tengo una imagen idealizada.-

- ¿Yoongi?... ¿Saldrías conmigo?- preguntó el menor.