Llamada perdida

Huir

Cuando Yoongi despertó, estaba en el hospital, rodeado de flores, globos y tarjetas deseando que se recupere pronto.

Aunque hubiese querido convencerse de que se había equivocado, de que todo era un error y que Jin estaba vivo, de que seguramente iba a abandonar su propia camilla para ir visitarlo en cuanto supiera que había despertado, basto con ver la mirada de sus padres para saber que era cierto. Que nunca iba a ver a Jin de nuevo.

Al principio sus papás no quisieron darle muchos detalles, pero ante su insistencia le contaron que había pasado. Un auto iba por el carril contrario y todo parecía indicar que el conductor se había quedado dormido e invadió el carril por el que iban los chicos. Taehyung y Yoongi tenían el cinturón de seguridad y eso los mantuvo en sus asientos a pesar del choque, pero Jin no se lo había puesto y el impacto lo sacó del auto.

Yoongi estuvo varios días inconsciente después del choque, por lo que no pudo asistir a la ceremonia privada que los padres de Jin organizaron. De cualquier manera, creía que aunque hubiera estado despierto no hubiese ido. No soportaba la idea de que Jin, su Jin, ya no estaba.

Los papás de Yoongi sabían que su hijo estaba destrozado, no solo por las secuelas físicas del accidente, sino por la pérdida, por lo que aceptaron sus pedidos. No quería ver a la familia de Jin, no quería ver a sus compañeros, solo quería salir del hospital e irse lo más lejos posible. Ni siquiera asistió a la graduación y les pidió a sus padres que enviaran una carta de su parte a la Academia para que liberarán su plaza porque no iba a asistir.

Estuvo casi un mes en el hospital, sin ver a nadie salvo a sus papás y a los médicos y enfermeras que lo atendían. Cuando finalmente le dieron el alta, sus padres ya habían dispuesto todo para que pudiera quedarse en casa de su tía, cumpliendo su deseo de alejarse de esa ciudad, que solo le recordaba a Jin y todo lo que había perdido.