16 Wishes // Stray Kids; HyunIn. [✓]

⛓️ 05

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First wish.

Hyunjin ama marcar lo que es suyo. Le encanta tener las cosas con su nombre... aunque, no solamente cosas. De todas formas, nadie podía robarse a Jeongin. El mayor ni si quiera lo dejaba salir de la casa, y aún así lo hiciera, nadie se atrevería.
Ambos se encontraban en una habitación, la cual tenía el típico olor a encierro; Hyunjin no la abría hace años. Contenía una cama para dos personas, mesitas de noche, un escritorio, un ropero, baño y un sofá individual. Quitando las paredes pintadas de negro y el hecho de que no tenía ni una sola ventana, era una habitación común.

— ¿Tenías una habitación de más y me tuviste durmiendo en la sala durante un mes? —Comentó Jeongin.

— Luego querrás volver a la sala —Cerró la puerta, colocando llave en ésta.

— ¿Qué harás? —Dijo el menor con cierto temor.

— Siéntate —Señaló el sofá.

Jeongin obedeció en silencio. El mayor sacó a su mejor amiga; la navaja, para después acercarse a él.

— Dijiste que ya no me cortarías el...

— Cuello —Interrumpió— Jamás nombré otras partes.

Hyunjin se puso de cuclillas ante el menor y estiró su brazo derecho en el apoyabrazos del sofá. Amaba su tez blanca y sus venas muy notorias.

— Sangrarás bastante —Con su índice repasó todas las venas de Jeongin— ¿Te gustan los tatuajes?

— ¿Qué?

El mayor se alistó para empezar a escribir.

— No lo hagas tan profundo.

Hyunjin levantó su mirada en silencio, era realmente penetrante.

— Por favor... —Dijo el menor en un susurro.

La mirada del mayor volvió al antebrazo de Jeongin. En el momento en el que la punta filosa de la navaja tocó la piel del menor, éste cerró su puño con fuerza. Empezó.

H...

W...

A...

N...

G...

Jeongin relajó la mano, ya no había dolor. En realidad, ya se había acostumbrado. Miraba al mayor con atención, tenía sus manos ensangrentadas y en su cara se notaba que lo estaba disfrutando. Por alguna razón, él también lo disfrutaba. Le gustaba ver al sofá manchándose de un color granate.

H...

Y...

U...

N...

J...

I...

N...

— Quedó bonito, ¿no? —Secaba la sangre del antebrazo con un paño.

— Sí...

Jeongin no entendía por qué le había gustado tanto.
Hyunjin sonreía. Nadie había soportado esto antes. Nadie había podido cumplirle ni siquiera su primer deseo.
Ya no se arrepentía de haber entrado a la habitación 105.

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