16 Wishes // Stray Kids; HyunIn. [✓]

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Thirteenth wish.

Jeongin se despertó. No podía ver nada, estaba asustado. Su corazón latía. No comprendía lo que estaba pasando.

— ¿Hyunjin?

No obtuvo respuesta. Se paró de la cama y, con su memoria fotográfica, empezó a caminar hasta la puerta, tanteando todo para no tropezarse. Estuvo unos segundos tratando de encontrar el interruptor, y al tenerlo al tacto, lo prendió. "Prendió". No consiguió iluminación alguna. Lo tocó desesperadamente, mil veces, pero fue inútil. Fue, de la misma manera, hasta el interruptor del baño. Tampoco consiguió nada. Lo único que le quedaba era salir de la habitación, así que se dispuso a eso. Volvió hasta la puerta, y cuando ya tuvo el picaporte entre sus manos, hizo el intento de abrirla. No pudo. Por más que tire, empuje, golpee y patee, no se abrió.

(⛓️)

Las horas pasaban. Jeongin seguía a oscuras. Ni siquiera había escuchado los pasos del mayor. Sus ojos y cabeza dolían. Se había agobiado y su mente ya pasó a otro nivel.

— ¿Jeonginnie? —Escuchó por el otro lado de la puerta.

— Ayúdame, por favor.

— ¿Necesitas algo?

— Ayuda.

— ¿Con qué?

— ¡Solo apúrate, Hyunjin!

— No te entiendo.

— Me quieren llevar... ellos.... Hyunjin, ayúdame, te lo suplico.

El mayor entendió que Jeongin claramente no estaba bien; había empezado a delirar cosas. Abrió la puerta lo suficiente como para que su cuerpo pase, y en esos pocos segundos, vio dónde se encontraba el menor <quien tenía los ojos encandilados por la repentina luz externa> y se dirigió hasta él.

— ¡No me toques! ¡Suéltame!

— Ya, tranquilo. Soy yo, Jinnie.

Un apodo que jamás le pusieron, pero que, aún así, Jeongin reconoció.

— ¿Jinnie? ¿Ya se fueron?

— Sí, cariño, ya no hay nadie.

Hyunjin empujó el torso del menor suavemente, haciendo que se acueste en la cama, para luego hacer lo mismo, abrazándolo.

— ¿Seguro que se fueron?

— Seguro. Ya puedes descansar.

Hwang sabía que iba a ser inútil explicarle que no había nadie y que solo era producto de su imaginación, ya que el estado de su mente no era nada bueno, así que no le quedaba de otra más que calmarlo siguiéndole el juego. Era increíble cómo la mente humana era capaz de crear cosas completamente inexistentes.
Ambos cayeron rendidos.

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