16 Wishes // Stray Kids; HyunIn. [✓]

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Twelfth wish.

Hyunjin ama tener el cuerpo marcado. Era uno de los sueños casi frustrados de Jeongin.
Hwang, como nunca, hizo su aparición temprano, llevando extrañas cosas con él.

— ¿Y eso? —Preguntó el menor.

— Ya lo verás.

La último que llevó fueron unos cables.

— ¿Qué son?

— Electrodos. Sé que quisieras tener un mejor cuerpo, pero lastimosamente esto no te ayuda haciéndolo una sola vez —Dijo conectando las cosas.

— ¿Entonces para qué te gastarías en ponerlos?

— Porque los voy a usar con otra finalidad, no para que tú tengas el cuerpo que quieres. Acuéstate, Jeonginnie.

El menor acató la acción y Hyunjin se encargó de colocar todos y cada uno de esos cables por todo el cuerpo del contrario, sin importarle ninguna herida. Sabía que dolían, pues eran impulsos eléctricos, pero no tenía ni idea cuánto. Hwang prendió la máquina a su máximo nivel, logrando que el cuerpo del menor se contraiga y robándole un gran grito. Dolía. Dolía bastante. Nadie sería capaz de aguantar esa mierda tan alta.
Jeongin rogaba, lloraba y suplicaba para que se detenga, pero no hubo caso. Su cuerpo se retorcía por sí solo gracias a la alta potencia. Hyunjin disfrutaba verlo así.

— ¡Apágalos, por favor!

— Deja de gastar tu voz, Jeongin. Sabes que no los apagaré por más súplicas que des. Simplemente piensa que esto es un centro de estética y que saldrás con un cuerpazo.

Lo observó por unos minutos más, para luego irse, dejándolo retorciéndose cada 5 segundos.

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Volvió horas después, aunque antes de las que tenía planeadas. Apagó la máquina y le quitó todos los cables al menor, quien aún se encontraba llorando. Estaba débil, su piel roja, sensible y sus ojitos de más hinchados.

— Ya está, Jeonginnie, ya pasó —Dijo acostándose junto a él— No lo vuelvo a hacer, te lo juro.

— No lo volverás a hacer porque no hay otro deseo igual, todos son diferentes —Respondió entre sollozos, tratando de alejarlo.

— Quizás tengas razón, pero créeme que si hubieses sido alguien más, estarías diez horas más con eso puesto. Ya no llores.

Hwang lo abrazó. Jeongin ya estaba demasiado cansado y sin fuerzas como para seguir luchando por alejarlo. Simplemente se durmió, y tiempo después, Hyunjin hizo lo mismo.

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