Selene

capitulo 12

*andy stilinski*

—este libro también, serían esos tres.- dije a la vendedora.- para envolver por favor

estaba en la librería comprando el regalo de belly, hoy es su cumpleaños y ya que no tuve tiempo en la semana tengo que comprarlo a última hora.

tenemos el almuerzo en la casa de los Mccall y luego tenemos la fiesta en casa de Lydia así que comprar un regalo temprano era la única solución, pude venir temprano gracias a que hoy no había clases.

me servia salir de casa porque Stiles llevaba toda la semana preguntándome qué debía comprarle a belly para que lo perdone, porque si, mi amiga no le hablaba a mi hermano desde aquella luna llena.

le pregunté un par de veces y ella decía que no estaba molesta pero no había que ser muy inteligente para notar que cada vez que Stiles aparecía ella cambiaba de actitud de repente o a veces simplemente se iba con una excusa.

—aquí tiene el recibo. - me dijo la vendedora dándome unos billetes y la bolsa con los tres libros.

tal vez suene paranoica pero constantemente sentía que me veían, pero cuando volteaba a ver a mi alrededor todo parecía estar en orden

sali del centro comercial para pedir un taxi cuando un auto negro se puso frente a mi.

se bajó el vidrio del copiloto y Derek sentado en el lado del conductor, con unos lentes oscuros me señaló que subiera, lo hice, por supuesto.

—hola.— dije poniéndome el cinturón, el aceleró

—hola

—¿Qué haces por aquí?

—yo, compré ropa.— él manejaba con una mano en el volante, y eso me pareció de lo más atractivo.—¿y tu?

—regalo de cumpleaños.— señale la bolsa que tenía en mis piernas

—¿quién está de cumpleaños?

—Belén, cumple los 16, creo

—¿crees?

—¿quieres ir a una fiesta esta noche?.—eso lo dije sin pensar obviamente, ¿por qué Derek hale aceptaría ir a una fiesta?

—¿donde es?.— dijo mirándome por un momento para luego volver la vista a la calle

—en casa de lydia martin.— dije atropelladamente

—¿celebran el cumpleaños de Belén en casa de Lydia?.— alzó esa estúpida ceja como siempre solía hacer.

—si bueno, Lydia tiene una casa grande y da buenas fiestas, solo necesitaba una excusa para dar una, pero si quieres venir...

—me lo pensaré

sonreí, sin poder evitarlo sonreí, mientras él parecía estar enfocado en la calle yo me dedique a verlo. No podía dejar de ver su perfil, sus brazos, sus manos, la verdad es que si podía dejar de verlo pero la realidad es que no quería.

—me estás mirando.- dijo mirándome de reojo, demasiado serio aun.

yo di otra sonrisa estúpida, me gire a ver el paisaje

—no te miraba

—si lo hacías

—que no

—mentirosa

—¿estás sonriendo?.- quitó la pequeña sonrisa que se había formado en sus labios.

—no lo hago

—ahora no lo haces pero hace un segundo estoy segura que si lo hacías

—lo que digas

—¿sería tan terrible sonreir por mi? .- le pinché la mejilla con un dedo, el tomo mi muñeca con su mano libre.