Nunca (Thomas/ Brenda)

¿Acabas de llamarnos idiotas?

Capitulo 4

Capitulo 4 

-Brenda POV-

Agradable mañana, si no fuera por mi autoestima que esta por los suelos.

En mi habitación me había tocado con las chicas del grupo B. Harriet, Sonya y Raquel. No de todo agradable para mi gusto, pero tenía que empezar hacer nuevas amigas.

Pero había un tema que no dejaba de rondar en mi cabeza. Thomas.

Ese es mi primer pensamiento al despertar "¿Por qué pienso en él?". Me pregunte mientras me miraba en el espejo que hay en el baño, ¿Por que de repente tengo la sensación desespera de ser más espectacular, alta y tremendamente hermosa? ¿A todas las chicas les pasa esto?

Ser ese tipo de chica por el cual los hombres babean  y por los que se pelearían solo por una mirada, NO yo no era así, yo soy la típica chica de 1.65cm de altura, talla 7, con el cabello chino y esponjado. Mis ojos ni siquiera eran algo fuera de lo normal eran cafés, mis pechos eran demasiado pequeños, no tenía caderas y por si fuera poco era callada. Si, una chica más del montón. Hurra.

¿Por qué me afectaba esto? Será por lo que dijeron Newt y Thomas sobre esa tal Theresa, sobre "Como no tienes éxito con los chicos te da coraje que otras chicas nos llamen la atención".

Claro que no, estoy siendo patética, como de la noche a la mañana quería parecerme a esas chicas, si definitivamente me calaron esas palabras y más que Newt no digiera nada para negarlas. Me lave la cara y me recogí el cabello en una coleta alta, no necesitaba de ningún hombre para sentirme bonita.

-Soy bonita.- me dije y sonreí al verme al espejo, qué más da, ni yo me lo creía. Si yo misma no me quería ¿Quién mas lo iba ser?

En la mañana fue muy tranquila, ¿sabían que había una cafetería en el instituto? Yo no. Así que Sonya y yo nos decidimos entrar y desayunar algo y claro esperar a los chicos. Sonya insistía en que debía de salir con ese chico Lee ya que era a la única chica a la cual se había presentado "formalmente".

-¡Te lo repito por decima vez! Sonya sabes muy bien que ese arrogante...- me interrumpí cuando gritos femeninos comenzaron a escucharse. Yo solté un suspiro y retuve una mueca de fastidio, y estiraba el cuello para poder ver.

-¿No que no te interesaba?- pregunto Sonya sonriendo con burla.

-Es un maldito arrogante.-

En ese instante se abrieron los cielos, un rayo ilumino la entrada de la cafetería y se oyeron cantos celestiales,  hicieron su aparición Teresa que iba al frente del grupo siguiéndole Minho con su  cabello castaño y bien peinado, corbata desajustada dándole un aire rebelde y a su otro lado iba un chico atractivo de cabello castaño, alto, fuerte y su piel blanca, según los gritos era un chico llamado: Aris.

 Y detrás de ellos venía un chico afroamericano y Harriet nuestra compañera.  ¡Bah! A mí que me interesan esos tipos.

Los 3 chicos del grupo tenían a la mitad de las chicas locas por ellos con tan solo 2 días de que llegaron al instituto. Solo esa mañana pude observar como las chicas de casi toda la cafetería, incluida Sonya suspiraban al verlos pasar, les entregaban cartas de amor y alguna les entregaban cajas de chocolate y no faltaba la que perdiera el conocimiento cuando uno de los dos le sonreía o la miraba y no dudaba que ya tuvieran un club de fans.

Según los rumores que dicen; son guapos, ricos e inteligentes. Decían que en su antigua escuela ocupaban los primeros lugares del cuadro de honor y destacaban en los deportes.

Pero lo que más me molestaba era esa chica, Teresa, los chicos no podían dejar de suspirar su nombre, algunos incluso decían cosas atrevidas relacionadas con lo que harían "si la pusiera contra una esquina". Y los chicos más tímidos decían "me encanta esa chica".

"Pero, ¿qué les pasa a los hombres? Solo es una chica. Tampoco es tan especial. No sé que le ven. "

Hasta ahora, el reporte era diez  desmayos, dieciocho taquicardias y 8 casos de bochorno.

-Vámonos Sonya.- dije mientras me ponía de pie y veía como Teresa  y Harriet iban por su desayuno.- son unos idiotas todo ese grupito.- había dicho yo dándome vuelta para irme al salón junto con Sonya.

-¿disculpa?- dijo Minho chocando conmigo cuando intente  darme la vuelta, ahora que lo veía más detalladamente su cara era cuadrada, sus ojos eran muy profundos, y sus pestañas era muy largas, y su cabello perfecto.- ¿Acabas de llamarnos idiotas?- dijo alzando una ceja.

-Ehhh... yo...

-Ella sinceramente los llamo idiotas.- hablo Sonya ¿Magante ayuda no?

-¡Sonya!-¿Quién le dijo que interviniera?-Si, yo les llame idiotas.- dije ¿ya qué más da?

-Esta chica me cae bien.- hablo ahora el chico afroamericano que venía con el.- ahora entiendo porque te gusta.- dijo sonriendo, yo solo escuche a un grupo de chicas suspirar en este acto.- Alby Henderson, mucho gusto.- se presento dándome la mano a mí y a Sonya.

-Igualmente.- dije.- si me disculpan vamos a nuestro salón.

-Igual nosotros.- dijo con una sonrisa Minho.- vamos con ustedes.

-No te invitamos a ti Lee.- dije con un  tono de arrogancia y un poco mal educado.

-Vamos muñeca.-dijo pasando un brazo alrededor de mis hombros.- ¿Aun te sigues resistiendo?

-Y nunca terminare de hacerlo.- dije mientras me zafaba de sus brazos.- vamos Sonya se nos hace tarde.- la tome de la mano para irnos de ese lugar.- fue un gusto conocerte Alby.- mientras me despedía moviendo la mano.