Prólogo - Carmen (La Gorda)

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"En últimas noticia fue encontrada una chica de alrededor de unos 13 años ahorcada en su baño, los padres no saben la razón por lo cual la chica se suicidó, según los papas afirman que la joven que iba al instituto "Cromrey", Martha no tenía ningún problema para que haya llegado hasta el extremo de quitarse la vida, los vecinos y amigos aseguran que la chica era hermosa, fuerte e intelige..."

El televisor se apagó. Carmen quien había estado viendo el noticiero toda la tarde, debido a que no había nada más interesante en la T.V. Fue directo a la cocina, tomo un paquete de palomitas y las coloco en el microondas, después de unos segundo la bolsa de palomitas empezó a inflarse y estañar en pequeños sonidos. Tomo la bolsa de palomitas subió nuevamente su cuarto, Carmen había estado empezando a comer las palomitas a las cuales les había echado salsa "Valentina" sabía muy bien que eso le provocaría dolor de estómago, pero no le importó, y no le importaba casi nada desde los últimos días, había dejado de ir a la escuela, porque sus compañeros de clase la empezaron a llamar "Cerda", "Vaca", "Ballena", "Bola de grasa" y un sinfín de típicas ofensas que afectaban el autoestima de Carmen, por un momento deseo haber tenido la belleza que tenía aquella chica de las noticias, ella no se podía responder por qué alguien que lo tiene todo, que es hermosa, linda, fuerte e inteligente, se quite la vida. Carmen siguió por un buen rato al haber terminándose de comer sus palomitas comenzó comiendo una sarta de porquerías más que la hacían subir más y más de peso, hasta el extremo, pero pobre teniendo una familia muy disfuncional y unos compañeros que se la pasan insultándola, su único consuelo era lo que la hacía engordar, cuando dieron las 6 de la tarde, la madre de Carmen llego con unas bolsas de despensa y otras del centro comercial que al parecer eran blusas y tacones, al ver a su hija comiendo comida chatarra, hizo una expresión de asco.

-Oye tu ¡Oing! ¡Oing! Deja de tragar como cerda.- dijo Gabriela la madre de Carmen.

-¡Mama!, ¿Cuándo llegaste? - Carmen inmediatamente guardo toda la comida que había subido a su cuarto para que su madre dejara de verla de esa manera repulsiva.

-Mira, deja de tratar de guardar tus cosas y ayúdame a guardar el mandado o ¿Qué, piensas devorarte toda la despensa de una vez? -La madre de Carmen hacia eso muy a menudo para que según ella dejara su hija de comer tanto, pero lo único que lograba es que comiera más.

-Ahí voy- respondió Carmen, que estaba a punto de soltarse a llorar, pero había prendido que aunque llorara enfrente de su madre esta no vendría abrazarla y decirle que todo está bien, su madre era cruel, y será porque su madre en su juventud fue una modelo muy hermosa, había estado en las revistas más prestigiadas de México, y seguía aún apareciendo en una que otra, a esto porque el tiempo fue el causante Gabriela ya no tenía la belleza de hace 20 años.

-Bueno apúrate, que debo recoger a tu hermano a las 7. - finalizo Gabriela, y cerró la puerta del cuarto de Carmen.

Carmen que había disque tratado de no llorar, solo sintió como las lágrimas salían a chorros de su ojos, como desearía ser delgada por un momento, entrar en esos fabuloso vestidos que solo a las delgadas le quedaban bien, y sentirse bien consigo mismo, pero ella sabía que eso no era posible. Con sus manos se limpió todas las lágrimas y decidió bajar a guarda la despensa, cuando tomo la perilla de su puerta un sonido surgió de su celular. Carmen tomo el móvil que estaba sobre la cama y vio que era un mensaje de texto, al abrirlo solo pudo ver números, terminando de ver los dígitos que estaban en la pantalla "touch", le pareció que no tenía ninguna sentido así que lo borro.

Bajo a la cocina a ayudarle a guardar las cosas a su mamá, quien había comprado comida y también ropa, termino de guarda la última lata de salsa de jitomate. Las bolsas de ropa nueva, las empezó a subir al cuarto de su madre, y en una de esas bolsas observo que había una caja hermosa color azul celeste, miro alrededor para ver si su madre estaba cerca, cuando comprobó que no había nadie cerca, decidió ver lo que contenía. Era un vestido blanco con estampados de flores azules," ¡Bellísimo el vestido! se dijo Carmen a sí misma". Dudo un poco, pero al ver que el vestido era grande y tenía elasticidad se lo puso, tardo un poco en entrar, pero finalmente el vestido cedió y se miró al espejo, se sentía como una princesa, no como una princesa, sino como una reina, pero eso sueños no duraron mucho cuando se escuchó un tremendo grito detrás de ella, Carmen asustada rápidamente trato de quitarse de encima la prenda, pero no hizo más que un sonido desgarrador que indico que el vestido se había roto a la mitad.

El gay, la gorda y la fea (G.G.F.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora