El gay, la gorda y la fea (G.G.F.)

Prólogo - Sebastián (El Gay)

Hola chicos y chicas, ahora si estoy de vuelta, una disculpa enorme. Debido a que se me descompuso mi "PC", se me perdieron los avances tan... tan y repito TAN grandes que hice por esta novela, que al enterarme que se borraron por siempre y para siempre, me desanime rotundamente y ya no quise seguir con la historia, pero resulta que la otra vez que navegaba por una de mis cuentas de las nubes como "Mega.nz", encontré un documento que decía "Sebastián – Prologo" y pues dije porque no seguir con la historia si ya recupere tan siquiera una parte importante. Y cada dos semanas subiré un capítulo a esta historia. Y claro he de aclarar, aunque los nombres de los personajes sean algunos iguales o similares son historias totalmente diferentes, ya que tienen gran parecido con mi otro Wattpad Story titulado "El hombre de jengibre" (que por cierto vayan a leer el primer capítulo que estrene hace una semana, y no se preocupen el miércoles (30/Marzo/2016) subiré el segundo capítulo.

Les aviso que por el momento, no habrá portadas para los capítulos. Los habrá cuando tenga instalado el photshoop. 

P.D.: Una disculpa si hay errores ortográficos o la repetición de algunas palabras. Los quiero mucho y espero que les guste este capítulo.

No olviden comentar y compartir si les gusto este capítulo ayúdame a crecer. :)

Sebastián era un chico realmente tímido, no le gustaba socializar con nadie que no conociera, le daba miedo salir o ir al parque porque lo demás chicos jugaban demasiado rudo según él. La madre al principio buscaba algún deporte que le gustase a su hijo. El fútbol fue el primer deporte en el que lo sometió a jugar. A los 10 años. Caos. El niño termino con un brazo roto y la nariz sangrando, todo debido a que la pelota reboto en la esquina del tubo de la portería, la pelota se le regreso. Comenzó a brotarle un hilito de sangre por la nariz, saliéndole más al tratar de parar el sangrado, tanto que la madre decidió tirarle la camisa que se le empapo por la parte del pecho. El chico lloro. La madre opto por darle una paleta para que se callara. El segundo deporte en el que decidió la mamá obstinada fue en el básquetbol. Intento fallido. El niño no podía encestar ni una sola pelota, y ya en su coraje la lanzo tan fuerte que revoto en el aro de la canasta y le pego en la cara, luego de segundos la madre gritaba como loca a su hijo. Sebastián no escuchaba nada ya que sus llantos tapaban cualquier sonido. Así de catastrófico, con cada uno de los deportes que la madre lo metía, béisbol, tenis e inclusive natación. Uno de los momentos más vergonzosos para la madre. Ambos se metieron a la alberca, el chico tenia pánico al extremo, tanto que se agarró fuertemente del bañador de su madre, le aruño con las uñas la espalda, hecha una furia, salió Martha de la piscina con el niño pegado aun como una garrapata, cuando el nene se tranquilizó bastante, pero aun teniendo su chaleco salvavidas, la mamá lo tomo por sorpresa de la cintura y lo arrojo a la piscina, un estruendoso berrinche se escuchó incluso fuera de las instalaciones, el entrenador entro rápidamente a la piscina y saco al niño morado de tan fuerte que lloro. El dueño reprendió a Martha indicándole que podía causarle un gran trauma al niño, lo cual termino siendo cierto. Probando otras actividades físicas, lo metió al karate. Error al instante, El maestro de karate le dio una demostración de limite que podía llegar si entrenaba ese arte marcial, pero al chico al ver que lo movimientos de los hombres eran muy rápidos, se asustó, y salió corriendo del local buscando a su mamá. La gente de adentro rió a carcajadas.

Se dirigían a la casa después del desastre que paso. Martha empezaba a dudar si el chico en verdad podría encontrar algún deporte que ayudara a desarrollar físicamente a su hijo. Ella no era la que quería que entrara algún deporte, sino más bien el padre. No quería que su hijo fuera un marginado toda su vida y que todas las personas lo vieran como si fuese nadie, y según para evitarlo el deporte seria la respuesta. Eso motivo a los padres en empeñarse a meter a su hijo en algún deporte, o en algún deporte que físico, que forjara su carácter.