04- sometimes

175 11 0
                                    

No, las cosas perdieron su carril

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No, las cosas perdieron su carril. Todo estaba muy fuera de control pero ya era demaciado tarde para retroceder. Su cabeza estaba envuelta en aquel pensamiento que lo torturaba poco a poco, llevándolo a rincones oscuros que no conocía de si mismo. ¿Que tan vulnerable puede ser la mente de una persona?

El estaba allí sentado, mientras veía a los miembros jugar al fútbol, aunque de alguna manera solo estaba concentrado en jongho; exaltado por correr tras la pelota, apoyándose en sus rodillas para recuperar el aire. Su cabello estaba revuelto y las gotas de sudor caían por su frente y cuello, dándole una imagen desordenada pero exitante. El ahora pelirojo podía decir que nunca había visto algo más sexi que eso. Dios, quería correr a sus brazos. Su menor se estiró haciendo fuerza en su espalda, remarcando sus omóplatos, incluso con la camiseta puesta. Sabía que si seguia viéndolo iba a perforarlo pero no podía apartar su vista, sobre todo de las gruesas y trabajadas piernas junto a esas redondas y pomposas nalgas.. Oh dios, le estaba viendo el trasero a su dongsaeng.  Mierda, ¿Porque tenía que ser tan caliente? Era difícil contenerse.

Todo se había vuelto un lío a su alrededor, sentimientos extraños que no comprendía con exactitud, algo fuera de la exitación, lo traía mal. Era difícil para el, ¿Cómo sobrellevas un secreto de esa manera? No podía simplemente estar tranquilo. Vivía con el miedo de que en alguna ocasión se le escapara de su propia boca algo comprometedor.

«"¿Que hago a demás de ser Idol? Oh, me acuesto con mi dongsaeng"» se dijo a si mismo, bromeando en su cabeza.

No podía simplemente decirle ello a alguien y si algo tan simple que pudiera ponerlos en problemas se le escapaba, estaban muertos. Ni siquiera quería imaginarse cómo reaccionaria los chicos si se enteraran de algo, una mínima parte. Peor aún, sus fans, atiny estaría totalmente asqueada de lo que el era y ya estaban lo suficientemente repudiadas de su persona como para sumarle más.

Tan hundido en sus pensamientos que no noto el cuerpo de alguien sentarse a su lado, al mismo tiempo que no noto el vacío en el patio trasero. ¿Dónde estaban los chicos?

––Si me sigues mirando así, me harás un agujero.. ––hablo con burla. Esa voz, esa maldita voz.

Rápidamente volteo a ver quién era, intentado engañarse a si mismo con que era otro miembro pero no, claramente era el ahora pelimarrón. No había caído en lo hermoso que le quedaba ese color en el cabello, tan sueve y reluciente que hacía querer tocarlo. Se vio a si mismo recostado en su cama con el pelimarrón apoyando en su pecho mientras el le acariciaba el cabello. ¿Eh? ¿Que cosas estaba pensando? Últimamente su cabeza le jugaba en contra, creando panoramas románticamente frustrantes y alucinativos.

Suspiro sabiendo que ya todo estaba claro, no había vuelta atrás, lo que había comenzado seguiría más sus sentimientos eran los que salían afectados. ¿En qué pensaría jongho? Quizás solo era algo sexual y como no podían darse el lujo de visitar a parejas de una noche, lo había elegido a él para ella.

My Passion -woojongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora