My Passion -woojong

07- Just let me Love You

"Solo déjame amarte"

Eso fue suficiente para que Wooyoung cayera embelesado en los dulces tactos de su dongsaeng, adorando con añoro el calor de sus manos rozando su cuerpo, recorriendo sus cordilleras, navegando por sus aguas remotas, a la deriva, sin brújula que lo guiará, no había un norte, sur, este u oeste, solo era el barco de sus besos recorriendo sus fuertes aguas, en tormentas de olas y llovisnas que podrían distraer sus direcciones, pero el siguió, sin miedo a perderse en ese laberinto, sin miedo a quedar naufrago, sin importarle no saber dar vuelta atrás. Tsunamis de suspiros y gemidos, terremotos de labios cochando, besos sobre cada montaña de su cuerpo, brazos entrelazados en aquel grueso cuello, como enredaderas en paredes, firmes, con miedo a despegarse y sentirse morir, porque ellos eran así, se necesitaban uno del otro, como una planta necesita al sol, como el mundo necesita del universo para subsistir, se necesitan como si fueran uno solo, si una parte muere, la otra también.

Los ríos de lágrimas le veían en la orilla de sus orbes, el resplandor de la luz de la luna mirándose en aquel mojado reflejo, frentes juntas compartiendo pensamientos, corazones unidos, abrazándose con fuera para no despegarse, sintiéndose afortunados por tenerse.

-Wonnie... -el susurro paso por sus tímpanos, deleitando con su tono dulce, haciéndolo llorar aún más. -dejame hacerte el amor... -rogo, queriendo demostrarle que lo quería, que lo que sentía por el no era un simple pasatiempo, que podía demostrarle sus verdaderos sentimientos, que aunque no fuera un ser muy expresivo lo amaba, que sus caricias podían demostrarle cuanto sentía y como se sentía cuando no lo tenía.

Y Wooyoung estaba totalmente seguro de que si algún día se acababa, no volvería a encontrar a alguien como el, no volvería a sentirse igual, porque el primer amor siempre deja huella y los demás, son solo para olvidar. Sin chistar asintió, listo para sentirse querido, para volver a sentir que era aquel trofeo en un pedestal, inigualable, único e irremplazable. Estaba dispuesto a todo, ya no quería sentirse abandonado, el quería sentirse único, amado y útil.

Las enormes manos del maknae tomaron el borde de su camiseta levanta ola hasta dejar su pecho desnudo, lo guío a la cama dejándolo caer lentamente, recostado sobre su espalda, guío sus manos hasta la tira de aquellos pantalones deportivos bajando los poco a poco, miro el rostro rojisimo de su hyung antes de sacar por completo sus pantalones y con ello si ropa interior. Detuvo las manos contrarias en el momento exacto dónde cubrió su miembro por la vergüenza, con sus ojos mirando a la pared de al lado, llorando, no porque no quisiera ello, sino porque su cuerpo y corazón lo buscaban pero su cabeza le decía que ese era un gran error y luego pagaría las consecuencias. Jongho quitó su camiseta antes de acercarse a su rostro, tomarlo con una de sus manos para hacerlo mirarlo y luego besar delicadamente sus labios, diciéndole con ello que todo estaba bien, que estaba seguro y que el cuidaría de su corazón.

-Voy a demostrarte lo mucho que te amo y callar esas voces de tu cabeza que te impiden amarme de la misma manera. -fur lo único que dijo antes de comenzar a bajar sus besos. Sus labios recorrieron su barbilla y cuello lentamente, disfrutando de la fina capa de sudor que recién se creaba, bajando lenta y toriosamente por sus clavículas y pecho, besando y acariciando las caderas con sus manos, impidiendo que se cubra, porque para el, Wooyoung era el ser mas hermoso que había visto, no había un centímetro de el que no le encantará, todo le volvía loco, hasta la mínima mueca lo dejaba descolocado, preguntándose porque ese hombre tan hermoso aún no podía verse al espejo y notarlo, sintiendose libre de darle sus ojos para que se viera como lo veía el, porque estaba seguro de que si se notará como lo hacía el, entendería porque este mundo, ni el, lo merecían. Bajo sus besos a su abdomen y caderas, besando delicadamente cada parte de el, demostrándole que eso no era solo sexo, que él le iba a hacer el amor, para enseñarle lo mucho que su corazón lo apreciaba. -No tengas miedo mi vida... -susurro antes de seguir besando.