VISITA

190 25 2
                                    

~Diciembre 2014~
•Me llamo Diego, tengo 17 años, mis padres estan separados por lo cual vivo con mi papa y ... mis abuelos.Al paso del tiempo tuve que aceptar que las cosas no resultan como uno las desea. No soy un chico que destaque o llene las filas de la popularidad, soy feliz con las cosas que tengo, bueno, algunas.
Empiezo a sacar mi ropa para guardarla en mi maleta. Esto no sera un viaje, me ire un tiempo con mis abuelos a un lugar al que la mayoria de veces visitamos, podría describirlo como un lugar magico, lleno de grandes arboles, campos, montañas. Un sonido interrumpe mi labor de acomodar ropa, es mi celular, me dirigo hacia la cama donde esta y lo agarro para ver que es. Un mensaje de Paola ~Hola! ¿Cuando te vas? -Me pregunta.
-Mañana ¿Por que?- Despues de contestar el mensaje bloqueo la pantalla de mi celular y me acuesto en mi cama con los brazos extendidos. Empiezo a pensar en las pequeñas cosa que han pasado ultimamente en mi vida, entre los pensamientos pasajeros una palabra me envuelve -ENAMORARME- , para mi resulta algo inecesario, tuve  novias...pero creo que con ninguna de ellas  eh sentido lo que es el amor, tener a la persona en tu cabeza todo el tiempo...No soy muy experto en esas cosas.
-Diego! ¡¿Ya alistaste tus cosas?!- El grito de mi padre me aturdio tanto que rompio mi momento de silencio.
-¡Si papa! Solo me faltan algunas camisas!- Me levante poco a poco y me dirigi hacia mi maleta. Acomode todo lo que me faltaba perfectamente y al terminar sonrei suspirando lentamente, por supuesto Habia terminado.
-!Diego! Baja a cenar!- Despues del llamado de mi abuela me senti aliviado ya que tenia hambre. Abri la puerta de mi cuarto, sali despacio y baje las escaleras. Al llegar pude observar en el comedor a mi abuelo sentado en la parte derecha de la mesa con mi abuela a su lado y mi padre al final.
- Me da gusto que no te tardaras diego- Expreso mi padre con una sonrisa en el rostro mientras sus dos manos se entrelazaban. Me acerque lentamente y me sente a lado de el.
-Tu abuela ha cocinado algo delicioso, por cierto... tenemos que hablar- Mire a los ojos a mi abuela y ella solo me hizo una breve sonrisa, despues empezo a observar el guisado de carne.
-¿Que sucede?- Pregunte sin hacer ninguna expresión.
-Te quedaras mas del tiempo previsto - observe a mis abuelos detenidamente pero no me sorprendio, en realidad ya lo esperaba.
-¿Hay algún problema?- Mi padre me miro detenidamente.
- No hay problema, esta bien- El dejo de mirarme y empezo a poner un poco de guisado en su plato, para que la tensión no se hiciera mas grande mis abuelos empezarón a platicar con el, yo solo me mantenia callado. Mientras la conversación fluia empezaba a dejar de escucharlos...era como si ya no pudiera oir. Comence a comer lentamente, parecia desganado y mi apetito se habia ido, (me quedare mas tiempo). Termine con dificultad el platillo y cuando observe el plato ya estaba vacio.
-Buenas noches, ire a dormir temprano- Me puse de pie y me retire sin mirar atras, ellos aceptarón y continuarón conversando.
Al llegar a mi cuarto prendi mi celular y encontre un mensaje de mi amiga
Paola: Queria pasar a verte pero se me hara tarde para mi evento, espero que tengas un buen viaje amigo :)
Diego: Gracias paola, te lo agradesco.
No tenia muchas ganas de platicar, me iba a quedar mas tiempo en ese lugar y no me gustaba mucho la idea, aunque me encantara ir ahí. La noche paso muy lenta y yo solo me quedaba pensando era lo unico que mantenia mis ojos abiertos, el sonido del reloj "tic toc" era lo unico que escuchaba en la oscuridad de mi habitación. Cuando menos lo espere un gran tranquilidad me invadio, mis parpados empezarón a sentirse pesados y a cerrarse poco a poco.
7:00 am El insoportable sonido de la alarma sono e hizo que abriera los ojos de golpe, realmente si pude dormir. Un día pesado me esperaba, despues de ponerme ropa comoda baje corriendo las escaleras con la maleta en mano.
-Ya es hora diego- mi padre me sujeto con mucha fuerza y me dio un abrazo. Mis abuelos me saludarón con mucha amabilidad. Salí de la casa y me subi al coche poniendome comodo dentro de este. El viaje iba ser un poco largo pero decidi acortarlo escuchando un poco de musica, cerre los ojos para completar la acción y en todo el camino la musica hizo su trabajo.
-Diego...Diego...- La mano de mi abuela me movio despacio e hizo que me despertara.
-¿Que sucede?- pregunte frotandome los ojos, mi abuela me sonrio por un momento.
-Hemos llegado- Mire por la ventana y el coche de mi abuelo se habia detenido justamente adelante de la casa de mi tia, con ella siempre nos quedabamos.  Lo que mas me llamo la atención fue un nuevo establecimiento que se encontraba en frente de la casa de mi tia.
-No lo habia visto antes- Mi abuela se acerco a la ventana del coche y miro el lugar.
-Lo acaben de poner- Respondio casi susurrando, ella se aleja de la ventana y se acerco a la puerta derecha del carro.la empece a ver salir del vehiculo pero por alguna razón empece a voltear lentamente hacia el lugar...cuando lo hice, lo ví, un chico alto de piel blanca   estaba saliendo del establecimiento, era demasiado apuesto, tenia unos jeans negros ajustados y una playera blanca, no era delgado era algo musculoso, su cabello de un color casi rubio parecia un mar de olas, por que estaba revuelto y se dirigía hacia la derecha .Lo observe de pies a cabeza viendo cada detalle,su rostro era muy hermoso, tenia las facciones demasiado finas,podria jurar que eran perfectas. Sus labios eran algo carnosos y con un color rosado que cualquier ser mortal en este mundo le encantaria besarlos . Seguí mirándolo , algo dentro de mi no dejaba que mi vista se apartara. Poco a poco fui levantando mi cabeza  y en ese momento en ese preciso momento nuestras miradas se cruzarón.El estaba quieto como una estatua y no dejaba de verme a los ojos. Sentí por primera vez como mi corazón se detuvo por un momento. Su  mirada penetro en la mía, dio un paso adelante y fue el momento cuando me  sentí completanente hipnotizado por esos hermosos ojos azules.

EL CHICO DE LOS OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora