El PALACIO

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Después de tararear la canción de "Don't Panic" decidí no volver a la casa de mi tía Mirna, si no, explorar un poco más el pueblo. Camine unas cuantas cuadras y llegue ante la gran "Casa de Cultura" o mejor conocida como "El palacio cultural", es una gran mansión en forma de palacio que está en un pequeño montículo de tierra de unos 5 metros de altura más o menos, se podría decir que es como un pequeño cerrito que a su alrededor tiene muros con grandes picos metálicos pintados de color negro. Traspasando ese muro hay mucho pasto y muchas rosas rojas que cuidan el gran palacio. Para poder ingresar al lugar hay unas escaleras y por supuesto una gran entrada negra con picos. Tengo algunos recuerdos de pequeño de aquel lugar, solían hacer hermosas exposiciones, se cuenta que pertenece a un hombre misterioso, nunca se ha confirmado nada.
Como es un lugar público y de actividades culturales la entrada es libre, así que decidí ingresar,subí algunos de los escalones y justamente era como lo recordaba, tenía una gran terraza en la entrada, habían varios chicos bailando lo que se suponía era una danza en aquella terraza
-!Hola! ¿Estás aquí para la exposición?- Una chica de cabello negro un poco corto, tes blanca y ojos cafés me hablo con mucho ánimo, me llego de sorpresa lo cual hizo que no contestara rápidamente
-Oh disculpa, fue muy grosero de mi parte, me llamo Natalie -
-Mucho gusto Natalie, mi nombre es Diego, hace mucho tiempo que no venía a este lugar, aunque aún sigue siendo imponente y hermoso- Dije esbozando una sonrisa, al final ella me la devolvió
-Acompáñame, te mostraré la exposición- al terminar se dio media vuelta e hizo una señal con su mano de "Sígueme" así que lo hice, al llegar, adelante de nosotros se encontraba una gran puerta de madera, la cual ella abrió, para mi deleite un gran salón con pinturas en las paredes nos recibió, tenía un candelabro que parecía de oro y tenía cuatro velas las cuales estaban ya a medio uso.
-Cualquier cosa, solo pregúntame y te responderé tu duda-
-Gracias- le conteste a Natalie, camine y mire cada pintura con mucho detenimiento, fue entonces cuando llegue a una pintura, la cual me llamó la atención y me dio mucha curiosidad saber quiénes eran los personajes de aquel retrato, estaba un chico de cabello rubio como el de Jonathan, tenía una Corona de oro con diamantes incrustados en ella, se supone que es el rey, pero estaba abrazando a un chico el cual tenía su cabello café ondulado.
-Natalie...- Ella se dirigió hacia mi -¿Qué sucede?- Preguntó amablemente
-¿Está pintura que significa?- Pregunté
-Oh, esa es la pintura de "El rey y el príncipe" o mejor conocida como "Los amantes eternos"- Al finalizar la palabra la mire -Justamente ellos tienen una leyenda- me contestó esbozando una sonrisa
-¿Podrías contármela?- Pregunté
-¡Claro! Sería un gusto, se supone que este retrato es de un pintor anónimo, los que están en esta pintura se llaman "Dante y Jonas" el de cabello rubio es Jonas el cual representa al rey y el del cabello café es Dante, es el príncipe, la leyenda cuenta de que siglos atrás, estos dos personajes se enamoraron, pero su amor no podía suceder por la madre de Jonas, un día su madre harta de ver su amor, mando matarlos, ellos se enteraron y en la fuente de aquel palacio, se suicidaron, con una daga se cortaron las venas y murieron sujetados de las manos como en el retrato, su sangre se unió en símbolo de su amor, de un solo corazón.-
-Es hermosa..- Susurre
-Lo es, pero es una historia muy trágica y triste...aunque viéndolo bien, eres muy parecido a Dante- Exclamó Natalie
Mire con atención la pintura y pude darme cuenta de que realmente me parecía mucho a él, y Jonas se parecía mucho a Jonathan.
Salimos de aquel lugar pero aún no podía sacar ese cuadro de mi cabeza, ellos se parecían mucho a Jonathan y a mí. Al salir un chico de cabello negro alto se abalanzó y abrazo a Natalie
-¿Como estas hermosa?- Preguntó dándole un beso en los labios, al finalizar ella volteo a mirarme y se dirigió con aquel chico hacia mi
-Nicolás, te presento a Diego- Exclamó Natalie. Nos dimos un fuerte apretón de manos -¿Eres nuevo en la ciudad?- Preguntó - Acabo de llegar hace dos semanas, aunque ya antes había venido aquí- Nicolás esbozó una sonrisa
-Espero que sea de tu agrado este pueblo-
-Esperemos que así sea- Conteste
-Cariño, Jonathan viene con los demás chicos- Dijo Nicolás
En el instante de que mencionó el nombre de Jonathan pensé que se refería a otra persona, pero no fue así, lo vi entrar en aquella puerta de picos junto con tres chicos más y una chica de cabello rubio un poco oscuro, fue entonces cuando Jonathan y yo volvimos a cruzar miradas,
-Creo que debo de irme- Exclamé
-!Oh no! Por favor quédate, saldremos con los chicos a dar una vuelta, podrás distraerte un poco- Trate de decirle que tenía prisa pero fue cuando Jonathan y los demás chicos llegarón ,no pude moverme.
-Hola Diego- Dijo Jonathan mirándome
-Hola Jonathan...- Respondí
-Al parecer se conocen- Dijo con una sonrisa Natalie.
-Diego, te presento a Galilea- La chica rubia con tes blanca y piel casi de porcelana se acercó a mí y me saludo delicadamente, aunque sabía que en su mirada guardaba algo, era una mirada incomoda y llena de intriga, sabía que era una persona mala.
-Un gusto Diego- Dijo Galilea con palabras suaves y directas.
En ese instante ella volteo a ver a Jonathan y le dio un beso en la mejilla casi en los labios, y le susurró unas palabras en el oído.
-Tengo que irme, lo siento mucho, otro día podremos salir- Exclamé, sentí un nudo en la garganta que apenas y pude terminar aquellas palabras, me despedí de Natalie de Nicolás y salí del palacio corriendo.

EN LA PARTE DE ARRIBA DE ÉL PALACIO.
Se encontraba Sebastián levantando su copa, sonreía siniestramente mirando a Galilea, ella lo miró y le devolvió la sonrisa,
-Creo que alguien está ganando este juego-
mientras Sebastián ponía la copa de vino en sus labios.

AFUERA DEL PALACIO CULTURAL

Camine un poco desconcertado con lo que acababa de ver ¿Será su novia? ¿Tendrán algo que ver? No lo sé, mis famosas preguntas habían llegado de nuevo.
-¡Diego!- Escuche el grito y me di la vuelta, era Natalie que trataba de alcanzarme
-¿Qué sucede?- Pregunté algo desconcertado
-Creo que necesitas compañía no te vi muy bien cuando te despediste de nosotros, anda, déjame acompañarte a tu casa o a donde vayas- Exclamó sonriendo
-Realmente no te hubieras molestado Natalie- Le dije
-No es ninguna molestia, además, Galilea no me cae bien-
Los dos sonreímos y nos fuimos caminando, creo que no estaría mal hacer nuevos amigos.

EL CHICO DE LOS OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora