AGUA

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~Narra Diego~
Solté la mano de Jonathan y todo termino
-Lo siento..- Dijo Jonathan
-No te disculpes- Conteste
Se dio media vuelta y se fue.Me quedé quieto unos minutos mientras observaba como entraba al establecimiento, no se dio la vuelta, solo siguió su camino a ese lugar.
¿Qué acababa de pasar?
Diego ven aquí!- Gritó mi tía Mirna la cual me había sacado de mi crisis existencial, camine unos cuantos pasos hacia la puerta -¿Qué sucede tía? - Ella algo muy contenta y con una sonrisa de oreja a oreja -Tus abuelos y yo... hemos decidido de que te lleváramos a la alberca Oster que está en la salida del pueblo- Me quede algo sorprendido,llegamos apenas y un día después ir a Oster si que era buena suerte - !Me Encantaría!- Mi tía se dio la vuelta -Pues prepárate que nos vamos en 30 minutos- Exclamó alzando su brazo derecho, fue gracioso verla haciendo ese movimiento y perturbante también.
Aliste mis cosas lo más rápido que pude, guarde un short rojo y una muda de ropa en una maleta morada que tengo, mis abuelos ya me estaban esperando en el auto, lo sabía por las 4 veces que habían pitado
-!Ya voy!- Grite, cerré la maleta y me apresuré a llegar al coche
-¿Preparados?- Preguntó mi abuelo con una gran sonrisa
-Porsupuesto que si- Exclamé. Mire por la ventana del auto buscando a Jonathan pero no lo encontré, así que hice un pequeño suspiro
-¿Qué sucede?- Preguntó mi tía Mirna viendo como observaba el establecimiento
-Nada tía... Todo está bien, solo pensaba- Ella dejó de verme -Pensar en el color azul puede dañarte psicológicamente niño- Mis pupilas se dilataròn después de escuchar esas palabras de mi tía -¿Qué dijiste tía?...-Pregunté algo desconcertado -Pues el color azúl, iremos a una alberca de color azúl- No me sentí totalmente convencido así que durante los 20 minutos de viaje estuvo pensando en lo que me había dicho mi tía Mirna ¿Acaso soy tan predecible?- En ese instante vi muy cerca OSTER ya habíamos llegado.
Ayudé a bajar algunas cosas y entramos a aquel lugar, siempre me ha parecido muy cómodo e interesante ya que esta hecho con palos de bambú y tiene unos Hermoso candelabros que le dan un tono misterioso al lugar.
-Bienvenidos a Oster ¿Dónde gustan sentarse? ¿cerca de la alberca o en la choza?- Dijo un hombre moreno muy amable -Cerca de la alberca por favor, somos 3 adultos y un Adolescente- Exclamó mi abuelo. bueno tan siquiera soy algo -Acompáñenme por favor- seguimos a aquel hombre a una puerta de madera con cristales de colores, la abrió, para nuestro deleite una gran alberca nos esperaba, -Este será un buen...- Trague saliva y eso ocasionó que no pudiera terminar la palabra ya que del otro lado de la alberca estaba sentado Jonathan con otras 4 personas, sus amigos si no me equivoco. No tenía camisa solo un short color azul, sus músculos se dejaban ver notoriamente y su abdomen junto con su pecho estaban muy marcados, su cabello de olas casi Rubio se veía hermoso con la luz del sol. Tenía unos lentes negros por lo cual no sabía si en este preciso momento me estaba mirando, -Diego !Ven!- Gritó mi abuelo, fue cuando le quite la mirada de encima a Jonathan. El señor nos puso a un extremo de la alberca pero de todas formas se podía apreciar a Jonathan. Cada vez que él miraba hacia nuestra mesa yo desviaba la vista o simplemente agachaba la cabeza,
-¿Por qué no te metes a la alberca Diego?- Preguntó mi tía Mirna con una pequeña sonrisa- Está bien, me iré a cambiar a los vestidores ¿Dónde están?- Pregunté - Si no mal recuerdo, están entrando a la choza al fondo- Contestó mi abuela, me levante de la silla, sujete mi maleta y empecé a caminar hacia la choza por una razòn sentía la mirada sobre mi de Jonathan, sabía que me estaba mirando pero no quise verlo. Camine lo más rápido que pude hacia la choza, cerré la puerta y me apresuré a los vestidores.
Me puse mi short rojo, saque una playera -¿Me la pongo o no me la pongo?- Haya afuera estaba Jonathan, no sabía cómo me vería mejor, así que ya no seguí pensando y no me lleve playera. Abrí la puerta del vestidor y camine despacio hacia la entrada de la alberca , abrí lentamente la puerta y volví a hacer lo de hace unos momentos, caminar sin mirar a Jonathan. Llegue a nuestra mesa solo para dejar mi maleta -!Diviertete!- Exclamó mi tía Mirna, -!Gracias!- Conteste. Me senté en el borde de la alberca y baje al agua, estaba demasiado fría, pero poco a poco me fui acostumbrando. Empecé a nadar un rato y para no aburrirme me sumergí un poco en el agua, cuando salí me limpie la cara para poder ver bien todo
-¿Te estás divirtiendo?- Esa voz la podría conocer en cualquier lugar, oh claro que si, era Jonathan, me di la vuelta para mirarlo y si estaba nervioso antes ahora estaba más. Su pecho y sus marcados cuadros eran perfectos -Si, lo estoy haciendo y ¿tú?- Le pregunte
-Algo aburrido, no hay algo interesante, hasta que llegaste- Me quedé perplejo, -No deberías de dejar solos a tus amigos, viniste con ellos- El fijo su mirada en ellos y empezó a sonreír -Vaya que te fijas en todo- me contestó -¿Quieres que platiquemos un rato?- Le pregunte
-ya lo estamos haciendo ¿no?- en los dos se formó una sonrisa, - Vamos - Exclamó. El empezó a dirigirse hacia un borde de la alberca donde no había nadie ya que la mayoría de las mesas están en el otro extremo,de este lado solo hay una pequeña cascada. Jonathan subió primero y estiró su mano para ayudarme a subir.
Ya que los dos estábamos sentados nos quedamos viendo al otro lado de la alberca -Jonathan...- Susurre, el me miro -¿Qué pasa?- Me preguntó esbozando una sonrisa -¿Por qué me hablaste?- Pregunté intrigado -Es bueno conocer personas, siempre lo es- Deje de mirarlo y enfoque mi mirada en el agua -Gracias...- Exclamé -¿Por qué me lo agradeces? - Preguntó Jonathan frunciendo el ceño -Eres la primera persona tal vez el primer amigo que tengo aquí- Jonathan hizo una sonrisa muy tierna y me toco el brazo-Es bueno saberlo - Me quedé mirando como sostenía mi brazo -¿Te subirías a la tirolesa conmigo?- Me preguntó sonriendo pícaramente, yo  solo lo mire por unos segundos. Oster tiene una tirolesa que abarcaba varios puntos de la salida del pueblo, pasaba por los bordes del río, por una cueva y unos gigantescos árboles.
-Si me subo me deberás algo Jonathan- Exclamé -!Hecho!- Me volvió a sujetar del brazo y fuimos corriendo a las escaleras de la tirolesa, Jonathan subió lo más rápido que pudo como un niño pequeño mientras yo le seguía el paso ya que él era demasiado rápido, llegamos hasta lo alto de la torre.
-Bienvenidos a la tirolesa Oster, ¿Quién será el primero?- Preguntó la Mujer encargada mirándonos a los 2. Yo estaba aterrado,la torre era muy alta así que di unos cuantos pasos hacia atrás, Jonathan me detuvo cuidadosamente con su mano
-Tranquilo, todo estará bien, iré detrás de ti, no te pasará nada- Volvió a esbozar una sonrisa para mí, para que me sintiera seguro, el dio unos pasos hacia adelante, se dio media vuelta para mirarme, extendió su mano para que la tomará -¿Listo?- Preguntó
-Listo- Conteste.

EL CHICO DE LOS OJOS AZULESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora