nuestros placeres violentos

capitulo 2

Esta historia no es mia los derechos son de bikadoo de Ao3

Aemond se burla de la puta que le ha traído su hermano.

"Debes convertirte en un hombre, hermano", se ríe Aegon, cortando las sedas de la espalda de la mujer.

La prostituta se para ante él, desnuda como su onomástica y  sonríe.

Aemond se da la vuelta, disgusto grueso en su estómago.

"¿Qué ocurre?" Aegon pregunta desde dónde se encuentra, con los dedos trazando las líneas de su cuerpo. Es una muñeca de porcelana, con rizos dorados y grandes ojos azules. Aemond cree que es un demonio envuelto en la carne del pecado. ¿No es de tu agrado? Pensé que, dado que pasabas tanto tiempo con nuestra querida hermana, disfrutarías de una rubia”.

Aemond gruñe: "Solo paso tiempo con Helaena porque eliges ignorarla".

Helaena, que habla palabras de locura.

Helaena, que tiene un corazón tierno y ojos tristes.

Helaena, que se casó con su hermano y la dejó pudrirse.

"Ella es mi hermana", escupe Aemond, el odio tan venenoso. “La veo como nada más”.

"¿No?" pregunta Aegon, pellizcando el pezón de la puta y besándola en la base del cuello. Sus gemidos son una charada barata traída por monedas. Aemond se aleja al escucharlos. "Entonces, ¿a quién deseas, hermanito?"

Aemond piensa en cabello castaño y ojos cobrizos y quiere prender fuego al mundo.

"Nadie."

“Eso es mentira”, canta Aegon, chasqueando la lengua. “Dime con quién sueñas, hermano. El oro puede hacer realidad las fantasías fácilmente”.

Aemond se muerde la lengua mientras sus pensamientos regresan a la chica con odio en los ojos y un cuchillo en la cadera.

Aemond,  había susurrado antes de tomar su ojo.

“Quédate con tu oro”, murmura Aemond. "No lo necesito".

Sale de sus aposentos, con la mente llena de ojos oscuros y un anhelo que no debería sentir.

Aemma Velaryon está en el cielo con más frecuencia que en el suelo.

Ella grita con deleite mientras Arrax se sumerge a través de las nubes y baila con las estrellas, su risa es una constante sobre la isla de Rocadragón. Su montura puede ser pequeña, pero dicen que ninguna está más cerca de las bestias de la antigua Valyria que el segundo hijo de la princesa Rhaenyra. Los sirvientes susurran que Aemma Velaryon es un dragón vestido con piel humana, cosido por el propio Extraño.

Su madre la está esperando cuando aterriza, con la piel cubierta de sudor.

"¿Qué ocurre?" —pregunta Aemma, jadeando.

La niña tiene cuatro y diez años cuando su mundo comienza a desmoronarse.

"Hay un desafío para la sucesión de Joffrey a Driftmark". Rhaenyra se encuentra en los acantilados de Dragonstone y permite que el viento lleve sus palabras. Está hecha a mano por los dioses, plateada y perfecta. Aemma está hecha a mano por caballeros, oscuros y humanos. Son espejos el uno del otro; el sol y la luna, la noche y el día. "Debemos ir a Desembarco del Rey".