Querida gente,
hoy no es un buen día, dado que pienso que voy a morir. El filo de mi cuchilla aprieta mi brazo ensangrentado, choca con el dolor y la tristeza, también con unis sentimientos que son imperceptibles. Aún recuerdo el día en el que a tí me uní, el día en el cual fui feliz. Después supe que me controlabas, que visualizabas cada uno de mis movimientos. Tanto control... ¿he yo de admitir que me gustaba? Pues en eso no os equivocáis. Había días en los que todo era romántico y bonito, pero otros era una explosión de sandeces enlazadas con frases hechas. Los días románticos me gustaban, me hacían sentirme querida, y tú me cuidabas, me amabas, o eso era lo que mi conciencia quería y/o creía creer. Luego llegaba la "época explosiva", como yo la llamaba. Me despreciabas tanto en esos momentos..., me hiciste llorar y ni siquiera te importó. Cogías esos pequeños objetos y me hacías daño con ellos. O simplemente con tus manos. Solo querías oírme gritar, oír el dolor procedente de mis cuerdas vocales. Querías, es más, deseabas verme infeliz, ver cómo me caían las lágrimas lentamente mientras tú sonreías. Luego me hice fuerte, ¿verdad? Pero dos segundos más tarde mi fortaleza decaía. Pero no he venido aquí a contar este pequeño fragmento de mi vida. He venido aquí a escribir mi nota de suicidio. Sé que llego tarde, pero quería ver a quién le importaba lo suficiente para pararme. Sigo escribiendo. Hay que hacer una única incisión para que ella, repito, Ella venga.
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He aquí mis escritos.- Vic.
RandomAvestruz. Ahora que tengo tu atención, quiero pedirte un favor: entra en mi mundo. Sí, puede que los primeros relatos asusten tu mente, la utilicen, la manipulen y hagan que piense sobre las razones de la vida; mas he de decirte, amigo, que eso no...