Relato XXII.

60 8 2
                                    

Era un juego. 

Un simple juego al cual él quería que yo participara. ¿Por qué? No lo sabía.

Una luz cegadora me teletransportó fugazmente al primer nivel.

Sigue las instrucciones. No hagas nada de lo que puedas arrepentirte. Si comentes un error... Te mataré.

<<¿Quién era esa voz? ¿Qué instrucciones?>> Me pregunté.

De repente un payaso con la cara manchada de sangre, grande boca, negros ojos y mirada penetrante se materializó ante mis ojos. Me dio una especie de papel de un tacto rugoso. No me atreví a abrirlo.

Incluso la persona a la que más quieres puede volverse contra ti.  Dijo la voz. Y el payaso desapareció.

Miré a mi alrededor. Todo parecía un holograma, simples dígitos, fotografías... Parecía que estaba dentro de un ordenador, un videojuego, una película... Lo que fuera.

Un pitido me alarmó. Me di la vuelta y a lo lejos vislumbré a un hombre alto, con vestimenta negra y pasamontañas. <<¿Qué cojones está pasando?>> Me pregunté.

Miré al hombre a los ojos, no había nada.

El hombre empezó a correr, y yo, también.

Te dije que hicieras caso a las instrucciones. Dijo la voz, de nuevo.

Seguí corriendo. Desenrosqué el papel que me había dado el payaso, ponía: "Instrucciones".

1.- No mires a nadie a los ojos.

2.- Rescata a la única persona que veas.

3.- No pares de correr.

Miré hacia los lados. A lo alto de unas escaleras había una señora. <<Tendré que ir a por ella>>. Pensé.

Fui corriendo hacia ella, era mi abuela. Le grité hasta que me quedé sin aire. Ella se giró, y me miró fijamente.

En un abrir y cerrar de ojos, todo se quedó inmóvil. Me di la vuelta para ver si aquel hombre seguía ahí, y efectivamente seguía ahí, pero se había quedado helado. Al girarme me topé frente a frente con la abuela. Le empezó a salir humo por la boca, y se desintegró.

Te dije que siguieras las instrucciones.  Después de oír eso, algo o alguien me atrapó.

Continuará.

He aquí mis escritos.- Vic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora