╏⑇ 𝑽𝒊𝒗𝒂𝒎𝒐𝒔 𝑱𝒖𝒏𝒕𝒐𝒔 𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 ⑇╏

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Que humillante... un demonio llorando frente a un humano, demostrando que un ser como el puede mostrarse así de debil. No piensa seguir en esa finca derramando humillación y pena frente a Kyojuro.

Akaza se aleja de Kyojuro dando la vuelta en dirección a la ventana la única salida por donde puede escapar, sin pensarlo da el primer paso para irse, pero un agarre en su muñeca le hacen detenerse.

- ¿Qué haces? Sueltame -exige jaloneando un poco-

- No te iras de aquí, hasta que me digas que te sucede

Kyojuro esta decidido quiere saber el por qué un demonio de alto calibre como lo es Akaza empezó a derramar lagrimas sin sentido alguno, no cree que sus palabras que dijo anteriormente en la platica donde se hablo sobre su madre le hayan calado hasta el corazón, hay algo detrás y quiere saberlo.

- No me sucede nada. Ahora te ordeno que me sueltes

Vuelve a insistir molesto con otro jalon más fuerte pero no lo suficiente para librarse del agarre de Kyojuro.

- Akaza -pronuncia con voz seria el nombre del demonio- no tienes por que avergonzarte de llorar, no solo los humanos tenemos el derecho a hacerlo, también otros seres como los animales y plantas. Incluso un demonio como tu -hace una pausa mirando al pelirosa con gentileza y comprensión- puede sentir tristeza y otros sentimientos

Esas palabras le calan en el corazón del demonio como ligeros rayos de sol que calientan e iluminan su pecho, sintiendo una calidez en esa habitación llena de oscuridad. Pero de inmediato Akaza impide que estos sigan adentrándose, arrastrando una cortina impidiendo que los rayos de luz sigan adentrándose. Solo se está dejando ver más débil, claro que kyojuro no lo entiende solo se esta aprovechando de la situación para dejarle en claro que le tiene lastima.

Solo el piensa eso. Kyojuro en realidad no le tiene lastima, más bien es comprensión nunca por la mente se le paso que los demonios llegarían a tener sentimientos.

- Kyojuro

El orbe bicolor del nombrado se iluminan un poco, pensando que el demonio está dispuesto a hablar y soltar lo que siente, eso le hace latir el corazón tal vez averigüe que esos seres aún tienen algo de humanidad en su ser y que esto no a desaparecido por completo.

Pero todo se derrumba.

- Te pido que me sueltes

Parece que Akaza aún no desiste a la idea de mostrarse duro como una piedra sin sentimientos. Eso le hace hervir la sangre ¿Acaso no ve que está preocupado? Es un total idiota. Aprieta el agarre en la muñeca de Akaza con todas sus fuerzas para atraerlo y tomarlo en un abrazo.

Su cuerpo se a quedado totalmente estático al sentir de nueva cuenta el calor de Kyojuro que ya hace varias semana había sentido en esa situación donde por primera vez vio al ex-pilar desplomarse. Nunca creyó verlo así. Se a comenzado sentir algo tranquilo al ser rodeado por los brazos fuertes de Kyojuro, pero su orgullo y moral como demonio le dicen de nueva cuenta que se vaya de ahí su dignidad se está viendo afectada al dejarse abrazar por el rubio.

Pero se siente bien, demasiado bien como para alejarse. El sentimiento de ser protegido, consolado, e incluso se atrevía a decir que ¿amado? Era muy agradable.

Que estupidez...

Las lágrimas vuelven a salir cuando aprieta los parpados con fuerza, magulla entre sus manos la yukata de color gris de Kyojuro con fuerza, dejando caer su peso provocando que terminen arrodillados en el suelo frío de madera, enseguida unos golpes leves contra el pecho del pilar son depositados, Akaza lo culpa internamente por hacerlo sentirse de esa manera, odia eso.