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Si que el día se había ido volando, ambos hermanos regresaban a casa después de su "pequeña salidita" el sol se había ocultado hace unos pocos minutos pero ya estaba lo suficiente oscuro para que los hermanos regresaran.
Al caminar a la entrada la casa estaba en completo silencio ni las luces estaban prendidas, algo que preocupo un poco al mayor de los hermanos, tal vez su padre está o estuvo en problemas así que un tanto apresurado abrió la puerta y como lo sospechaba, la casa estaba hecho un desastre, había pedazos de jarrones, tazones, platos y utensilios esparcidos como si los hubieran arrojado a alguien, ps una parte de la pared estaba dañada.
—Padre!
Senjuro corrio a la habitación de su padre con preocupación incluso se pego contra un mueble pero eso no lo detuvo. Rengoku estaría por hacer lo mismo pero su espina dorsal sintió una corriente eléctrica correr.
—Deberías cuidar mejor de tu padre
Hablo alguien detrás de si, en las sobras de una esquina de la casa, sabia perfectamente de quien se trataba no tarda en deducir que es causante de este desastre había sido ese estúpido demonio y si algo le había hecho a su padre juraría que le cortaría esta vez la cabeza sin importar si pone de nuevo su vida como lo hizo en la misión del tren infinito.
—Si le hiciste algo a mi padre tan solo un rasguño date por muerto Akaza
Amenazo dando la vuelta y apretando el puño. Por unos cortos segundos todo quedó en silencio pero la risa burlona del demonio no tardo en escucharse, Akaza salió de la esquina para caminar hacia el ex-pilar.
—Estate tranquilo Kyojuro, tu viejo padre no tiene ningún un rasguño
Afirmó el demonio empezando a caminar alrededor del rubio con una mirada juguetona, por alguna razón le gustaba ver a Rengoku molesto lo hacía ver ¿sexi? ¿atractivo?.... se cual sea la razón le gustaba
—¿Como se que dices la verdad?
Cuestiono Rengoku siguiendo con la mirada al demonio, tal vez estuviera planeando algo.
—Lo sabrás por que tu hermanito ya tiene tiempo que fue a verlo y no a pegado un grito de que tu padre este herido
Es cierto Senjuro ya tiene cerca de un minuto que fue a ver a su padre ni no a escucho un solo ruido.
—Pero si quieres puedes verlo con tus propios ojos
Akaza se detuvo detrás de Rengoku y se acerco con sigilo al rubio; acerco suficiente su boca a la oreja del contrario antes de hablar.
—Anda ve~
Su cuerpo se estremeció al sentir el cálido aliento de su enemigo, se encogió un poco y un leve sonrojo apareció por sus mejillas agradecía que estuviera obscuro así Akaza no podría verlo. Apreto los dientes lo suficiente para que un rechinido se escuchara, como odia esa actitud del demonio es simplemente odiosa tan irritante pero a la vez un tanto coqueta, nego con la cabeza debe estarse volviendo loco por pensar lo último; si que estar encerrado por varias semanas le han afectado la mente.
