Harry Potter "Creando su imperio"

"El inicio"

Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

31 de Octubre de 1981

11:00 am

Albus Dumbledore caminaba nerviosamente por toda su oficina bajo la mirada confusa de los cuadros y de su fénix.

Severus Snape le había informado que había entrado en el círculo íntimo de Tom, algo que le sería de muchísima ayuda, aunque éso generó un revuelo en las filas del mago tenebroso, así que para no manchar su fama de no aceptar mestizos, Voldemort les había comentado acerca de la profecía, aunque no les había dicho el contenido de ella, les había dicho quién la dijo, Sybill Trelawney.

Es por eso que Dumbledore se encontraba nervioso, la había citado para darle el trabajo en Hogwarts para así protegerla de los mortífagos y sus ataques, aunque lo que preocupaba más a Dumbledore en éstos momentos era que se estaba demorando.

Continúo caminando por su oficina hasta que escucho como la gárgola se movía, el mago se detuvo y volteo a ver a la puerta.

“Sybill” dijo Dumbledore con alivio mientras extendía sus brazos “me alegra verte, pero entra con confianza” dijo al ver que la bruja se quedaba en la puerta.

“Muchas gracias profesor” dijo antes de entrar y golpear a Dumbledore con su fuerte aroma.

“Estuve analizando tu entrevista y llegamos a la conclusión de que eres lo suficientemente apta para el trabajo, bienvenida a bordo” dijo con una sonrisa mientras se sentaba en un enorme silla y le ofrecía asiento a Trelawney.

“¿Enserio? Estoy casi segura que estuve dormida la mayor parte del tiempo, casi como si estuviera...” empezó.

“Eso no importa Sybill, con lo que nos mostraste pudimos ver tu potencial, así que en nombre de todo el profesorado, te damos la bienvenida a Hogwarts, aquí podrás vivir y quedarte hasta que mueras” comentó con una sonrisa de abuelo “o morir y seguir enseñando” agregó recordando al profesor de Historia.

“Muchas gracias profesor, simplemente debo ir por mis cosas al...” empezó la vidente.

“¡No!” dijo Dumbledore antes de modular su voz “quiero decir, no es necesario, podemos mandar a un elfo doméstico” y con eso llamó a un elfo doméstico que se quedó a la espera de las órdenes, una vez que el elfo llegó con las cosas informó que ya las había puesto en la nueva habitación de la profesora.

“Muy bien, la dejo descansar profesora” dijo mientras se levantaba de su silla “estos niños de ahora son muy...” dijo con una sonrisa antes de que se esfumara por completo al ver a la nueva maestra.

Tenía una postura completamente recta, una cara inexpresiva y sus ojos eran grises.

“Sybill” empezó Dumbledore con cautela.

“El señor tenebroso resurgirá
Del abismo en el que pronto caerá
Contará con un igual
Él mismo lo creará
De su igual dependerá
El destino que el mundo mágico tomará
Podrá traernos paz sin igual
O nos condenará a una vida de calamidad”

Dijo Trelawney con una voz monótona y fría.

Dumbledore simplemente se quedó viendo a la bruja de manera atónita sin creer lo que estaba pasando frente a sus ojos, vio como la maestra salía de su trance así que rápidamente cambio de cara.

“Vamos Sybill, tienes que descansar, estás muy cansada” dijo con su tono de abuelo, aunque se notaba el nerviosismo en su voz.

10:47 pm