XV. Espresso Romano

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La relación con Hoseok ha sobrepasado varias barreras de intimidad y anulado el espacio personal cada vez que están juntos y a solas. También ha sido un gatillante de ansiedades y su hyung era el encargado de frenarlas advirtiéndole lo obvio, pero estaba tan inmerso en las experiencias novedosas y placenteras que constantemente exigía más y más. Muchos besos, por ejemplo, como cuando lo buscaba a escondidas en alguna oficina vacía y con la adrenalina circulando por las venas, agitando su corazón, recordándole cuando era un estudiante encontrándose con su novia omega en horarios de clase dentro de un aula, burlando la seguridad de los profesores. Tal vez era porque se trataba de un alfa que la sensación de peligro era mayor y un mero contacto de bocas se volvía un mundo de emociones vibrantes.

Ansioso y asustado, brincando lejos de Hoseok cuando la mirada de algún compañero caía sobre ellos.

También se besaban en el auto cuando hacían pausas para el café durante los patrullajes -sí, ahora lo bebía a diario- escondidos tras los vidrios oscuros, aire denso cargado de sus feromonas y con los labios irritados y húmedos.

- Taehyung-ah- susurraba Hoseok besando cortito, el menor cerraba los ojos y se estiraba buscando más de su tacto- tenemos que llevarlo con calma, hay alfas, omegas y algunos betas con buen olfato.

Asintió, lo entendía, aunque le empezó a tomar real peso cuando algunos comentarios y miradas -ninguno malintencionado- activaron su paranoia. Por cada frase que le hacía ver que era más cercano al azabache comenzaron a reducirse las ocasiones de caricias furtivas, especialmente en horas de trabajo.

- Están más unidos, Hoseok hyung y tú- comentó Jinyoung una tarde, casual y tranquilo, lavando una manzana en la cocina.

- A veces entrenamos juntos- respondió con la vista fija en las tazas que llenaba de café.

No dijo una mentira, después de todo entrenaban, era un buen precalentamiento que sacudía sus hormonas para terminar más tarde entre las sábanas forcejeando desnudos.

- Podrían avisarme, me gustaría entrenar más seguido- añadió con una sonrisa cálida.

Quería decirle: "Olvídalo, búscate a otro compañero", pero contrario a ello, hizo un movimiento afirmativo respondiendo algo como "sí, claro".

Ahora las caricias quedaban reservadas para algunas noches encerrados en el departamento, a veces el suyo, en otras oportunidades en el del otro alfa. No podía negar que dormir junto a su hyung le brindaba un sueño reparador, era cómodo y acogedor, su lobo se acurrucaba a gusto sobre su nuevo compañero. Habría querido que fuera más seguido, pero la fragancia amarga y terrosa del café se estaba adhiriendo a su piel, se mezclaba con la suya y estaba seguro de que en cualquier momento llegarían las sospechas.

Maldito aroma a café, se supone que debería generarle rechazo como habitualmente ocurría con las esencias de otros alfas, y en lugar de eso, él y su lobo lo disfrutaban, guiándolo a refugiarse contra su cuello suave, justo donde la fragancia era más fuerte. Un alfa no debería ser así de atractivo para sus sentidos, aunque Jung Hoseok es una completa excepción a la regla, se pregunta si será lo mismo para su mayor...

... Si será su excepción también.

Aunque los temores se vuelven más fuerte que el mero goce de lo excepcional. Las noches durmiendo juntos terminaron por reducirse a contadas horas de encuentro y aun así la esencia a café permanecía.

- Tu aroma se siente... curioso- dijo Eunji antes de partir juntos a una escuela a dar una charla a los niños.

- ¿Curioso?- preguntó tragándose los nervios, sintiéndose expuesto.

Without Sugar (Adaptación HopeV/VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora