VIII. El beta más dulce del mundo

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- Está sonriendo- señala la asistente omega junto a una expresión alegre y curiosa mientras lleva la carpeta entre los brazos.- Puedo preguntar qué es lo que le hace sentir feliz.

Namjoon sonríe más extenso y los pequeños surcos se forman en sus mejilla. Eunji piensa que son un bonito adorno que suavizan la expresión seria y analítica de su jefe, incluso le resta años, como si viera a un muchachito tímido, pero feliz.

- Siento que todo va bien últimamente, es extraño, pero hay que disfrutar de estos tramos de paz- se encoge hombros y mantiene su humilde y bonita sonrisa.

La policía asiente y desvía el camino por el pasillo a la sala de archivos. Namjoon continúa avanzando, mirando a la distancia a Hoseok y Taehyung, parece que discuten -eso no es nuevo- porque el menor se cruza de brazos y el alfa azabache reclama. Las peleas entre ese par no acaban, pero ya no los envuelve esa aura incómoda, ese ambiente que corta más que cuchillo recién afilado, todos lo notan y comentan que por fin se llevan mejor. Hoseok no le ha pedido en más de tres semanas un cambio de turno.

Incluso, y para su absoluta sorpresa, una tarde los escuchó en el cuarto de archivos, estaban ordenando los documentos de la semana en tanto Hoseok exhibía su talentos rapeando sin errar en ninguna frase, Taehyung acompañaba con su voz armoniosa haciendo los coros. Tuvo que hacer una prueba de realidad, parpadear y recordarse fecha y año, después que el par de alfas chocaron los puños. Namjoon se alejó rápidamente sin intención de interrumpir.

Cuando le contó a Jimin el omega sonrió con entusiasmo, exclamando un "por fin" con tono cantarín, juntando las manos.

- Ellos son como el mar, ahora todo es tranquilo y hay marea baja, pero espera que cambie la posición de la luna y el viento agite el oleaje- había comentado intentando dar un vistazo al futuro a ese par de sustancias explosivas. Tan hormonales, tan territoriales, tan dominantes y aunque Hoseok solía tener más temple, a veces su naturaleza saltaba con chispas, en otras ocasiones sus enojos eran silenciosos, pero aterradores- De todos modos, me alegro demasiado de que se lleven mejor.

- Hobi hyung es un buen domador de alfas- bromeó coqueto trepando a su regazo y envolviéndolo con las piernas.

- Creo que Taehyung es... especial para él, lo mira distinto, al menos tengo esa sensación que no me puedo quitar de encima.

- ¿Distinto cómo?- indagó curioso en la perspectiva del mayor.

- Como te miraba cuando te conocí- besó su frente y Jimin se sonrojó, comprimiéndolo más fuerte con sus extremidades firmes.

Ahora Nam analiza a su hyung con un amago de sonrisa y las manos escondidas en los bolsillos mientras el oficial Kim se aleja echando humos. Incluso a la distancia que los separaba escuchó el tenue bufido del menor.

Pero Hoseok...

El alfa parecía no ser consciente que mantiene una mirada anhelante y cargada de algo así como una ligera esperanza.

- ¿Qué?- pregunta cuando se da cuenta que es blanco del escrutinio de su jefe y los labios que apenas se curvan, como si estuviera conteniendo la ganas de reír.

- Te ves feliz- dice sincero y se encoge de hombros con modestia.

- Quizá te empieza a fallar la vista, debe ser porque has envejecido.

Namjoon ríe ligero, ya no aguantaba, y está seguro que su vista no tiene ningún problema.

- Eres mayor que yo.

- Pero no me falla la vista.

Mirar a Hoseok es como un reflejo al pasado. Cuando conoció a Jimin también se sintió anhelante y esperanzado, portaba una cara que lo delataba, se lo decían.

Without Sugar (Adaptación HopeV/VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora