Extra III

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No recuerda desde cuándo los cumpleaños le parecen abrumantes, pero sabe que desde hace bastante tiempo. Llega aquel día determinado y los dieciocho de febrero pasan a ser distintos de un diecisiete o un diecinueve. De repente hay pastel y saludos por montones de personas que lo felicitan simplemente por existir un año más. Hay regalos y abrazos que Hoseok acepta procesando que se trata de eso, el día que nació hace cierto número de años.

No sabe si ahora le sienta peor porque si no es por Taehyung ni siquiera se habría dado cuenta que justo el calendario marcaba su cumpleaños y las responsabilidades lo habían absorbido o debido a que tres días atrás fue ascendido.

Tal vez ambas cosas juntas, al fin y al cabo, iba de la mano el aumento de carga laboral y la posterior llegada de un nuevo cargo.

Llega a los treinta y dos coronado con nuevas responsabilidades.

- ¡Feliz cumpleaños!- Yuna le da un abrazo corto y un par de palmadas en la espalda.- Mi ofrecimiento de hacerle un funeral a tu juventud sigue en pie- propone con su voz dulce.

"Maldita mocosa". Lo piensa, pero no lo dice, en lugar de ello solo arruga el entrecejo. No puede molestarse realmente cuando ella le sonríe alegre y tiende una bolsita con un presente.

- Gracias y aún no necesito enterrar mi juventud.

No resiste la intriga, quiere mirar que hay dentro y la oficial beta hace un gesto con la mano que interpreta como "adelante, es tu regalo". Y al igual que un niño curioso, examina el interior, se encuentra con un gorro de hilo y una libreta negra. Agradece la elección práctica, considerando que hace pocos días atrás Tae se apropió de su pequeño cuaderno de apuntes y, por otra parte, le gusta sumar gorros a su colección.

- ¿Qué tal el rumbo a las cuatro décadas y con un nuevo puesto, jefe?- bromea mirándolo con aquel destello de cariño que camufla con su sonrisa burlesca.

- Se está tomando demasiada confianza, oficial Woo. 

Aunque no tiene otra respuesta que no sea "me siento igual", como cuando tenía veinte y pasó a los veintiuno y el cambio más perceptible fue poder comprar alcohol sin problemas, fuera de ello no podría decir que nota cambios entre una edad y otra, aquello lo dictan las experiencias más que lo números.

Hoseok de veintiocho y veintinueve definitivamente era bastante más amargo que el Hoseok de ahora. Buena parte de ello la atribuye a la compañía de Taehyung que en un par de años ha creado revoluciones en su vida.

Se siente igual a cuando tenía treinta y uno. Pero no se siente igual a cuando era un simple oficial ahora que tiene el peso de la estación en los hombros.

Recuerda cuando Namjoon fue ascendido y como buen amigo y compañero prometió ayudarle en todo cuanto pudiera, admirando su constancia que lo llevó siendo joven al puesto. Estaba bien en su rol de mano derecha y no le afectaba al ego profesional que siendo mayor estuviera un cargo abajo como a otros oficiales más viejos en edad y experiencia que ellos.

Fue inevitable cuestionar a su amigo por la decisión, pero él le explicaba que esta fue tomada en conjunto, que también postuló a oficiales con más antigüedad. Por algo lo eligieron, remarcaba Namjoon, elogiando su habilidad para organizar, planificar estrategias y mantenerse templado incluso frente a situaciones de presión.

Hoseok se tentaba en decirle que se veía y mantenía tranquilo porque era del tipo de personas que no sabía cómo explotar, que todos los desastres naturales sucedían dentro de su cuerpo cada cierto tiempo. Huracanes de rabia, sismos de miedos, maremotos de tristeza y, lo que sentía por Taehyung, había sido como un incendio a la ciudad que construyó por años; incontrolable, abrasador, demoledor y doloroso.

Without Sugar (Adaptación HopeV/VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora