Ultima oportunidad

Capítulo IX

Trago en seco al sentir todas las miradas sobre él, pensando seriamente en dar media vuelta, pedirle disculpas a Marc por al final no haber podido ayudarlo y regresar por donde vino.

 Aunque su cara debió de exponer sus intenciones ocultas ya que rápidamente el pelinegro cerró la puerta detrás suya y lo agarro por los hombros empujándolo hacia al frente.

- Chicos supongo ya lo conocerán él es Nath, Nath, ellos son Marinette, Adrien, Alya, Rose, Juleka y Nino -

Después de presentarlos soltó al pelirrojo yendo en busca de algunas cosas.

Este aclaro su garganta y alzo un poco el volumen de su voz.

- Se que no hablamos mucho, pero espero trabajemos bien -

De respuesta los demás sonrieron, contestaron un saludo en señal de bienvenida y regresaron a sus puestos de trabajo.

Viendo que las presentaciones habían acabado atino a dejar sus cosas en una esquina de la habitación observando disimuladamente una melena dorada que caminaba de un lado a otro alrededor de cierta peli azul.

Se rio internamente sintiendo como su corazón punzaba por aquella escena.

Aunque ya me dije mil veces que debería de parar, siempre termino buscándolo inconscientemente, supongo que soy un adicto al dolor.

Un pedazo de tela lo hizo volver a la realidad, enfocando su vista en un pelinegro con algunas vestimentas raras y con una sonrisa en su rostro.

- Primero necesito que te pongas esto para tomarte las medidas y después ver cómo te quedan estas prendas, en el fondo hay unas cortinas donde puedes cambiarte, yo estaré de guardia para que nadie te vea, ¿vale? - 

Este asintió tomando todo lo que pudo encaminado a la esquina oscura llena de cortinas.

Cuando llego entro y dejo todo en un taburete de la esquina, antes de nada, asomo su cabeza para cerciorarse de que Marc estuviera haciendo guardia fuera del probador, cosa que el contrario al percatarse le sonrío tratando de transmitirle un "estaré aquí, no te preocupes", siendo agradecido internamente por el pelirrojo.

Ya revisando el perímetro seguro de que nadie invadiría su privacidad tomo el primer traje, uno de piel bastante ajustado para sus gustos, que siendo sinceros no deja mucho para la imaginación, sus piernas estaban completamente al descubierto al igual que sus brazos y cuello, lo único que lograba cubrir era su torso y pecho lo cual el agradecía.

Mientras se lo colocaba escucho la voz de Marc del otro lado de la cortina, rompiendo el silencio que lo ponía un poco alerta.

- Traté de buscar el traje más recatado posible, pero eso fue todo lo que pude conseguir... -

 Se despojo de sus ropas aun escuchando la voz de su amigo.

- Se que debe ser molesto, pero quería agradecerte de nuevo por hacer esto, enserio lo aprecio mucho Nath -

Sonrió sacando una mano y golpeando al pelinegro en la cabeza siendo respondido con un reclamo.

- Con las galletas me basta, además... -

Termino de colocarse el traje y abrió la cortina dejando ver su figura.

- ¿Te lo dije no?, siempre que necesites ayuda ahí estaré, no pienso romper mi promesa -

El contrario aclaro su garganta y saco una tira de plástico empezando a medir sus brazos y piernas.

Gracias a la poca distancia que mantenían y el silencio persistente pudo percatarse del suave sonrojo en sus mejillas.