𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘 | Daemon Targaryen

I

❝ 𝐚𝐫𝐫𝐢𝐯𝐚𝐥 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐟𝐚𝐢𝐥𝐞𝐝 𝐭𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧/
𝐥𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧 𝐟𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ❞

Las puertas del consejo fueron abiertas inesperadamente, los pasos firmes de una jóven se acercaban a la mesa donde el rey se encontraba hablando de la celebración por su próximo heredero. Un torneo que duraría tres fabulosos días.

Una castaña de belleza sin igual se dio a ver con el cabello empapado al igual que su vestido, pero lo que si había que reconocer era su enorme sonrisa dibujada en su rostro, como si no hubiera pasado absolutamente nada en el transcurso de su regreso al castillo en donde ella pertenece como hija mayor del rey Viserys I Targaryen.

No hay que confundir el color de su cabellera, ella es una Targaryen de sangre pura eso le queda más que claro a su padre, solo que nació con esa peculiaridad, es un algo que le causa problemas casi todo los días.

- Daenerys. - dijo confundido por el estado de su adoración. - haz llegado princesa de mi corazón, pero ¿por qué estás tan mojada?

Viserys se paró para acercarse a la castaña conforme hablaba y cuando llegó a ella posó sus manos sobre los hombros de esta.

- tuve un pequeño altercado en mi contra en el camino, padre. Nada de que preocuparse. - informó Daenerys fijando sus ojos violetas en la mano del rey, Otto Hightower. Sabía que ese imbécil había sido el responsable.

- ve a cambiarte y luego regresas, quisiera darte un abrazo. - su hija rió y asintió aceptando la orden de su padre.

Hizo una reverencia ante su rey y se retiró plácidamente hacia la habitación de su madre donde estaba reposada por el avanzado embarazo. Hacía más de un año que no la veía por estar explorando el mar con su tío Corlis Velaryon y su primo Laenor. Además esperaba encontrarse ahí a su hermana Rhaenyra, la extrañó todo el tiempo.

Tocó la puerta de Aemma Arrys para pedir permiso, al escuchar la voz de su madre decir "pase" ella entró para encontrarse con la peliblanca recostada en un pequeño sillón donde se abanicaba por el calor de King's Land en ese momento. La reina al verla soltó un suspiro de terror al ver a su primogénita empapada desde la cabeza hasta los pies. Había nadado por una hora para llegar a su hogar.

- madre. - la castaña se quiso acercar a darle un abrazo a Aemma pero fue interceptada por una sirvienta por órdenes de la reina detenerla y llevarla a la ducha para secarse completamente.

Al finalizar por fin los brazos de la embarazada rodearon los brazos de su hija comenzando un cálido abrazo, uno que solo una madre sabía dar.

- ¿por que venias de ese modo, hija mía? - Daenerys suspiró y le ayudó a sentarse para hablar.

- mi barco donde venia fue rodeado por traidores que querían ver mi sangre derramarse. - informó. - creo que fue Otto quien los envió, no se le vio consternado por el como había llegado.

- mi querida hija, Otto Hightower es leal...

- es leal a mi padre, no a una princesa que parece ser una bastarda por no tener el cabello platinado.- se quejó.

- pero no lo eres, mi amor. Eres una Targaryen, te tuve en mi vientre nueve meses y tu padre es Viserys Targaryen. Nunca dudes de donde vienes, aún cuando las personas lo hagan. - Aemma abrazó a su primer hija con todo el cariño posible, conmovió tanto a la hermosa princesa que casi suelta unas cuantas lágrimas.