XXI

889 91 3
                                    

"In war and in love everything goes / En la guerra y en el amor todo se vale".

En Kingslanding el ambiente era frío, lúgubre y con la oscuridad de la muerte invadiendo cada esquina del castillo gracias a la esperada muerte del rey Viserys I Targaryen, todos aguardaban la muerte del padre de Daenerys y Rhaenyra pero no asi de rápido, no después de ver por última vez a sus dos hijas que se mudaron a DragonStone luego de la boda de Daemon y la hija mayor de este.

Las noticias fueron esparcidas hasta la reina Alicent Hightower quien con dolor derramó lagrimas de tristeza por la perdida de su esposo y padre de ambas de sus amigas o al menos así quería seguir viéndolas a ambas aún con sus diferencias en el pasado.

La pelirroja le pidió a su sirvienta ayuda para ponerse ropa presentable y se reunió con su padre. Otto Hightower no podía creer la noticia que  le estaba dando su hija, Viserys había muerto.

— Me dijo que quería que Aegon fuera el rey. - dijo Alicent con una sonrisa, Otto por otro lado la miró confundido, ¿por qué Viserys querría que el irresponsable de Aegon fuese el rey? Dentro de Otto sabía que sería la perdición del reino pero no deseaba desanimar a su hija quien se miraba feliz por las palabras de su difunto esposo. Lo que ella no sabe, es que Viserys no hablaba sobre ella, en sus palabras confusas él se dirigía a su hija Daenerys, ella era la indicada a reinar.

Ante la mirada confusa de su padre, Alicent suspiró. — Es la verdad, padre. Él me lo dijo antes de morir, con su ultimo respiro y de su propia boca... padre, él murió y su última petición fue que Aegon fuese rey.

Otto seguía sin creerle pero aceptó, por fin su oportunidad de acabar con Daenerys había llegado, ella sería la última sangre del dragón que se sentaría en el trono de hierro, sería la última Targaryen de sangre pura. Luego de terminar con ella iría tras sus hijos y para el final Daemon, Otto quería que ese bastardo sufriera, de una forma tan dolorosa que la muerte sería tener piedad sobre él. Algo que no pasaría.

— Entonces cumpliremos los deseos del rey. Aegon será quien reine con puño y espada. - dijo Otto con una sonrisa victoriosa.

En DragonStone se encontraba la princesa Daenerys dando a luz, las llamas de las antorchas aumentaban el fuego cada que la castaña gritaba de dolor por las contracciones, los dragones que estaban en sus jaulas estaban alterados sabiendo que su madre sufría con el nacimiento de su nuevo hijo.

— Por favor, princesa. Déjenos ayudarle. - Sus parteras imploraban al ver como su querida futura reina lloraba y su camisón blanco se manchaba de sangre.

— No! Tengo que hacer esto sola. - Daenerys ordenó y siguió gritando, con desesperación Daemon apareció, ignorando las peticiones de las parteras de su salida se acercó a su amada esposa y la sujeto de su cintura mientras ella sollozaba.

— Vamos, sol de mi vida. - Daemon habló en Alto Valyrio arrullando a la castaña que ganó su corazón. — Te prometo que este será el último que tengas, no haré que sufras de esta manera, no de nuevo. Déjalas ayudarte, mi amor.

Daenerys mira a Daemon y asintió. Daemon les hizo una seña a las parteras para que se acercaran. Las mujeres obedecieron y pusieron a Daenerys sobre sus rodillas con sus manos sobre su cama, Daemon se colocó a un lado de su castaña para darle apoyo como se lo ha demostrado cuando parió a los gemelos.

La reina de dragones pujaba con dolor, el fuego se hacía más violento y los rugidos de los dragones se escuchaban. Ella gritaba y sujetaba con fuerza la mano de su esposo cuando ella pujaba, después de horas el alivio llegó. Daenerys cerró sus ojos al estar débil y volteó su rostro para mirar a su creación, a su sangre.

𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘 | Daemon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora