𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘 | Daemon Targaryen

IX

❝ bloody wedding / boda sangrienta ❞

⚠️ imagen de referencia, el personaje de
Daenerys no cambia de aspecto. ⚠️

Un barco navegaba por el gran océano rumbo al castillo de los Velaryon para ofrecer el matrimonio entre sus hijos mayores y así juntar aún más las casas, además de conservar la sangre pura de Valyria.

Dos princesas se encontraban en la orilla del barco para poder apreciar el hermoso mar que las rodeaba. Una sonreía complacida mientras que la otra disfrutaba sus últimos momentos para disfrutar su libertad, ya que después de la boda tendría que dedicarse a tener herederos.

Una labor que mató a su madre.

Daenerys tomó aire cuando vio tierra firme, necesitaba estar cuerda para encarar aquella situación. Tenía un plan y sabía que Leanor aceptaría con gusto.

Al momento de llegar al castillo Velaryon todos preocupados por el crítico estado del rey Viserys pararon por unos segundos para ser recibidos por la familia marítima. Algo que no pasó, más bien fueron recibidos por la hija menor de Rhaenys, Laena Velaryon. Una hermosa jovencita con la perfecta piel morena de su padre y los cabellos platinados al igual que su madre.

No le causó buena gracia a la nueva mano del rey, el padre de Harwin Strong, pues con molestia se quejó sobre el mal recibimiento por parte de los Velaryon.

Por suerte para Daenerys su padre detuvo tal queja por que al igual que su hija mayor quería terminar con todo aquello de una buena vez. Cuando ingresaron al interior del castillo cerca del mar caminaron por los pasillos de este donde Viserys entró en el salón pero le prohibieron la entrada a la castaña por ser asuntos del rey.

Hermana y prima vieron una furia crecer en los ojos de la oji-violeta así que decidieron llevársela a algún lado para que se distrajera. En el camino por la hermosa playa se encontraron a Leanor Velaryon, su futuro prometido, la dejaron con él y las jovencitas se retiraron dejándolos solos.

- parece que el día ha llegado, Dae. - pronunció el moreno peliblanco. - al yo ser la casa más cercana a los Targaryen era más que obvio que nos casaran.

- tristemente esa no es una buena noticia para ambos, primo. - ambos suspiraron comenzando a caminar por la arena. - tú tienes alguien a quien amas.

- ¿y que hay de ti? ¿Tienes a alguien? - la castaña lo miró con su vista periférica y alzó los hombros derrotada.

- tenía a alguien. Pero creo que no va a ocurrir. - confesó. - Daemon y yo terminamos lo que teníamos.

- lo lamento, Rys. - ella sonrió con tristeza.

- quisiera que entablemos un trato, Laenor. - la atención del moreno cayó en su prima y la miró. - cumpliremos con nuestro deber, nos casaremos. Pero no nos va a impedir en buscar a la persona indicada.

- ¿hablas de ir por nuestro propio camino aún estando casados? - Daenerys asintió. - ¿estas segura de ello?

- solo si tú lo estás. - Laenor lo pensó con detenimiento pero terminó aceptando, su querido Joffrey estaría contento con la noticia.

Mientras tanto en la cabeza de la castaña pasaban millones de imágenes sobre el como hubiese sido su vida con una relación en secreto con su amado. Claro, si no hubieran roto aquel vínculo.