5. 🦊 PROPUESTA

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– ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? – preguntó Heeseung con preocupación

– Sí – contestó Sunoo

Sunoo había llegado de su viaje por la mañana y lo primero que hizo fue comunicarle a Heeseung lo que pensaba hacer y que él lo ayudaría.

– Pero... ¿Te gusta ese Omega? ¿Lo quieres? – interrogó Heeseung

– Es lindo... Y muy dulce y...

– Eso no responde mi pregunta, Sun – lo interrumpió su hermano

– Sí, me gusta, pero...

– Pero no lo quieres – añadió Heeseung

Ambos se quedaron en silencio, hasta que Heeseung volvió a hablar.

– No deberías hacerlo, no lo ilusiones, lo harás sufrir, él está enamorado de ti y...

– A ver, Hee, no vine a pedirte permiso, sólo a avisarte lo que haré y que tú me ayudarás, y... Él no está enamorado de mí – dijo Sunoo incómodo, retirándose de la habitación

– Sí, como digas – susurró Heeseung para sí mismo, soltando una risita irónica, y también salió de la habitación

Los dos Alfas llegaron al comedor, en donde ya se encontraban sus papás y Beomgyu. Heeseung los saludó y se sentó al lado de su hermano Omega, Sunoo de igual forma saludó a los presentes; a Beomgyu con un beso en la cabeza, a su papá Jungkook con un beso en la mejilla y a su padre Taehyung con un abrazo. Taehyung estaba tan feliz de que Sunoo haya regresado, pues él y Jungkook lo extrañaban demasiado y además porque se hará cargo de la hacienda, ya que su hijo mayor, Heeseung, no quiso porque no es lo que desea. Así que Sunoo tomará esa responsabilidad.

Sunoo estaba por retirarse cuando Jungkook habló.

– ¿A dónde vas? ¿No comerás con nosotros?

Sunoo se giró y dijo – No, saldré un momento a recorrer la hacienda, comeré al volver

– Pero... – Jungkook iba a replicar, sin embargo, no pudo hacerlo porque Taehyung lo detuvo

– Déjalo, mi amor, que salga y conozca todo de lo que muy pronto se hará cargo

– Está bien, pero no tardes – dijo Jungkook

– Bien – dijo Sunoo únicamente y se marchó

Heeseung negó levemente con la cabeza, no estaba de acuerdo con lo que haría Sunoo, pero ¿qué podía hacer?. Su hermano solicitó su ayuda y él lo ayudaría.

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Jungwon se encontraba bajo el árbol de manzanas esperando a Sunoo. Hace unos meses dejó de robar tanto éstas como las verduras, porque el Alfa le había ordenado a Jake que todos los días sin falta llevara comida a casa de los dos Omegas.

Estaba absorto en sus pensamientos, cuando alguien a sus espaldas lo abrazó por la cintura.

– Sunoo – dijo con una sonrisa, ya sabía que era él, por su aroma. Amaba el aroma a Verbena y Limón del Alfa

– Sí, soy yo. ¿Cómo lo supiste? – preguntó el Alfa

– Por tu aroma, es delicioso y me gusta – respondió, girándose para verlo

– Oh, cierto – rio – Pero, ¿en serio te gusta?. Es un aroma extraño, no creí que te gustara – dijo sin soltar la cintura del Omega y perdiéndose nuevamente en esos ojitos misteriosos

– ¡Sí! ¡Me gusta mucho, mucho!... Porque es único, como tú – confesó Jungwon muy sonrojadito y Sunoo sintió una cálida sensación en su pecho al verlo así

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Pasaron varios minutos sentados bajo el árbol comiendo algunas manzanas, estaban en un silencio muy cómodo, pero de pronto, Sunoo se abalanzó hacia Jungwon, cayendo los dos sobre el suelo y empezó a hacerle cosquillas, las risas no se hicieron esperar. Luego de algunos segundos las cosquillas y las risas cesaron, Sunoo observó con minuciosidad al Omega, era realmente hermoso. Así que no se pudo contener y comenzó a repartir besitos por todo su rostro, volviendo a obtener su melodiosa risa.

– Cásate conmigo – soltó de repente el Alfa, deteniendo su acción

– ¿¡Qué!? – respondió incrédulo el Omega

Sunoo no contestó, se puso de pie y ayudó a Jungwon a levantarse, metió su mano izquierda en la bolsa de su chumpa y sacó una cajita negra. El Omega siguió cada movimiento del Alfa y cuando vio la cajita se sorprendió.

Sunoo le besó la mejilla y dijo – ¿Te casarías conmigo, Yang Jungwon?

– ¿Casarme contigo? – dijo aún sin creerlo – Pero... No hemos sido novios, cómo vamos a casarnos

– Eso no importa, lo importante es que estaremos juntos, además ya nos conocemos lo suficiente

– No sé qué decir, es tan repentino, además no sé qué es lo que sientes por mí en realidad... – calló por un momento y después habló otra vez – ¿T-Tú me quieres? – preguntó tímido

– Eh, sí, te quiero – contestó el Alfa, dudando – ¿Y tú, me quieres a mí?

– Sí, también te quiero, mucho – dijo emocionado y abrazó al Alfa por el torso

Sunoo lo abrazó de vuelta, envolviendo su cuerpo – ¿Es un sí?

– ¡Sí, Kim Sunoo! ¡Mil veces sí! – respondió sonriendo

Sunoo deshizo el abrazo y se alejó un poco de Jungwon para abrir la cajita, tomó el anillo que había dentro, sostuvo la mano izquierda del Omega y le puso el anillo en el dedo anular.

Volvieron a abrazarse, pero esta vez, Sunoo colocó sus manos en la cintura de Jungwon, quien posicionó las suyas sobre sus hombros, y entonces bajo el árbol de manzanas, sucedió...

Su primer beso.

OJOS BONITOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora