8. NOVIOS 🐱

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Los días seguían pasando y en todo este tiempo en el cual Heeseung ha cortejado a Sunghoon, se fueron conociendo más y han compartido varios momentos en la hacienda y en las citas que han tenido. Y como era de esperarse, los sentimientos florecieron y ahora son tan inmensos que ya no pueden esconder que están completamente enamorados.

Sunghoon terminó de arreglarse, pues iría a su cita con Heeseung. Jungwon entró a la habitación y se quedó asombrado al ver a su hermanito tan arreglado. Sunghoon lo miró, Jungwon no lucía bien, se veía decaído y había tristeza en su mirada. Aunque no tuviera marca, eso no impedía que se sintiera mal y precisamente no tener la marca de su Alfa, no sólo en el cuello, sino también la de olor, era algo que los ponía melancólicos a él y a su lobito. Desde la noche de bodas no ha pasado tiempo con su Alfa; cuando despierta, Sunoo ya no está y por la noche llega muy tarde. Y desea tanto estar con él, que lo marque, o aunque sea que lo bese una vez más, porque ni siquiera un beso ha recibido del Alfa desde aquella noche.

– ¿Estás bien? – preguntó Sunghoon algo preocupado

– Sí, estoy bien – dijo. Sunghoon lo vio no muy convencido – Te ves precioso, Heeseung se enamorará más de ti en cuanto te vea – dijo para que hablaran de otro asunto y al parecer funcionó

– ¿Eso crees? Yo estoy seguro que así será – dijo con una extensa sonrisa y suspirando, es que en cuanto le mencionaban el nombre del Alfa se olvidaba de todo

Jungwon sólo rio – Bueno, ya vete que se te hace tarde y Heeseung debe estar esperándote

– Es verdad, adiós, te veo luego – se echó un poco de brillo labial y se fue. Jungwon suspiró, estaba tan feliz por ellos, se notaba su amor y hacían una pareja muy bonita

Sunghoon bajó a la sala y efectivamente, Heeseung estaba ahí esperándolo, se acercaron y se miraron por unos segundos hasta que Heeseung tomó una de sus manos, depositándole un beso en el dorso.

– ¿Nos vamos? – preguntó el Alfa

– ¿A dónde iremos? – preguntó de vuelta el Omega

– Es una sorpresa – susurró Heeseung

– Okay – Sunghoon también susurró y ambos rieron

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– ¡Wooow!. ¿¡Es en serio, Heeseung!? – exclamó Sunghoon, sentía mucha emoción

– Sí, es en serio – sonrió al ver la felicidad del Omega. Lo había llevado a un parque repleto de flores en donde también habían columpios, Sunghoon le contó que le gustan mucho los columpios

Se sonrieron y tomados de la mano comenzaron a caminar, Sunghoon se sentó en un columpio y Heeseung se posicionó detrás de él para balancearlo, después de unos segundos el Alfa se sentó en el columpio de al lado. Empezaron a columpiarse, el Omega se veía tan feliz y verlo así era algo que a Heeseung le encantaba.

Estaban muy contentos, Heeseung se detuvo, le dijo un “Ahora vuelvo” a Sunghoon y se retiró, dejándolo solo. Al poco tiempo regresó con 2 helados, uno sabor chocolate y el otro, ron con pasas, le habló a Sunghoon, quien seguía columpiándose, pero se detuvo enseguida al oírlo, Heeseung se sentó de nuevo en el columpio y le entregó el helado de chocolate al Omega, diciéndole que en un rato más se irían del parque. Disfrutaban de su helado mientras hablaban de lo bien que la pasaban juntos.

Al terminar su helado, Heeseung tomó la mano derecha de Sunghoon y lo dirigió hacia un kiosco que había en el lugar; tenía una cosa más planeada para la ocasión.

– ¿Qué haces? Dijiste que ya nos iríamos – Sunghoon estaba confundido

– No podemos irnos de aquí sin que te diga algo muy importante – dijo el Alfa

– ¿Algo muy importante? – dijo el Omega con sorpresa

– Sí... Sunghoon, desde que te vi aquel día cuando fui a buscar a tu hermano, me pareciste el Omega más precioso del mundo, con tu aroma nos cautivaste a mí y a mi lobo y eso nunca nos había pasado, ningún Omega nos había interesado hasta que te conocimos – dio un gran suspiro y tomó la otra mano del Omega – Me enamoré de ti, te amo... ¿Quieres ser mi novio?

Sunghoon estaba conmovido, sentía que lloraría de alegría, había esperado tanto por este momento. Heeseung estaba nervioso esperando la respuesta del Omega ¿Y si él no sentía lo mismo, no lo amaba?.

– ¡SÍ QUIERO! – gritó de repente, lanzándose hacia el Alfa que logró sostenerlo entre sus brazos, se abrazaron cariñosamente – Yo también te amo, Heeseung, mi lobito y yo te amamos. Me enamoré de ti desde ese día también

Se separaron sólo un poco sin deshacer el abrazo para mirarse a los ojos, todo era muy romántico y ahí, justo en medio de ese kiosco, su primer beso se hizo realidad al unir sus labios.

OJOS BONITOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora