🦄 Capítulo 7. Penitencia

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Poco a poco fui abriendo los ojos, me sentía mareado y con poca movilidad, la visibilidad era nublosa, y después de algunos minutos de adaptarme me di cuenta que estaba amarrado de las manos a la silla, y también los pies los tenía atados, miré ha...

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Poco a poco fui abriendo los ojos, me sentía mareado y con poca movilidad, la visibilidad era nublosa, y después de algunos minutos de adaptarme me di cuenta que estaba amarrado de las manos a la silla, y también los pies los tenía atados, miré hacia la derecha y luego la izquierda, de arriba abajo, explorando con mi campo de visión todo, parecía un viejo almacén, había telarañas en el techo, y apenas era sostenido por unos troncos de madera viejos, olía fuertemente a humedad, incluso había moho en las paredes, parecía que se había regado el agua, mis zapatos estaban mojados, miré hacia el piso, intentando zafarme del amarre, una tos exagerada hizo que alzará la mirada. 

Estaba frente a mí la madre de Nanon, con su atuendo de gala, y la corona brillando entre la penumbra,  me miraba escéptica y parpadeaba muy pocas veces, sostenía en su mano derecha mi billetera y con la izquierda apretaba un celular inteligente. 

—¿Quién eres tú?—, preguntó con cautela mientras uno de sus guarda espaldas le colocaba una silla enfrente mío, miré a todos lados antes de responder y darme cuenta que estaba en aprietos, me vi en tres segundos las cosas negativas o positivas de mentir y ninguna me llevaba a ningún camino, pero aun así no respondí, —Hemos encontrado esto en el departamento del chico— interrumpió otra persona que había salido de entre las sombras. La mujer tomó la hoja entre las manos y cuando la desdobló yo tragué en seco, era el contrato que Nanon y yo habíamos firmado, y estaba en manos de la persona que Nanon no deseaba que lo leyera jamás. —encuéntrenlo, tráiganlo ante mi— solicitó la señora, dobló la hoja y se levantó de la silla, se acercó a mi observando cada detalle de mi rostro, me tomó de la barbilla apretándola con firmeza, —se parecen mucho, durante la reunión nadie se dio cuenta, hiciste muy bien tu trabajo, pero sabes demasiadas cosas, disfruta de tu últimas horas de vida, porque cuando Nanon regrese, tu ya te habrás ido— amenazó soltándome, se dio la media vuelta y camino para perderse entre la sombría oscuridad. Suspiré, tenía un poco de tiempo, escapar, era lo único en lo que pensaba, pero no había escapatoria, así que suponía que ahí mismo moriría, comencé a pensar en los titulares de los periódicos, "el cuerpo de un chico aparece acribillado" pensaba también en mi abuela, y por supuesto que pensaba en que deseaba matar a Nanon, lo maldecía, mientras él estaba pasándola bien yo estaba amarrado a una silla, privado de mi libertad y lo peor de todo sin poderme defender. ¡Vaya nochecita! , el cansancio comenzó a dominarme, tal vez dormiría para no despertar jamás, y lentamente mis ojos se pesaron y caí rendido en un profundo sueño. 

 

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Príncipe Heredero (OHMNANON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora