🦄 Capítulo 5. Discurso

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—" En la mayoría de los países, los ciudadanos no tienen suficiente control sobre el gobierno

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—" En la mayoría de los países, los ciudadanos no tienen suficiente control sobre el gobierno. Las sugerencias y protestas y una elección cada cuatro años es un método de control insuficiente. El control debería ser permanente y efectivo. El costo del gobierno en la mayoría de las naciones es demasiado elevado. Es ridículo pagar entre el 40 % y el 50% de nuestro ingreso a un gobierno para que nos pueda gobernar (este porcentaje incluye impuestos de todo tipo).

En tiempos medievales el 10% fue considerado razonable. Hoy, con la ayuda de las computadoras, este porcentaje debería ser aún menor. A esto sí le tenemos que añadir el costo del Dividendo social. Este sistema de gobierno funcionará mejor si las personas participantes - grupos de discusión- son personas instruidos: debieran saber cómo trabajar en cooperación con otras y, por lo menos, reconocer la importancia de una sociedad que funciona bien. Una sociedad es un sistema complejo. Es difícil predecir cómo cualquier cambio afecta a un sistema complejo, de modo que los cambios tendrán que ser hechos en pequeñas etapas, observando el efecto después de cada paso, y cambiando el paso si el resultado no es el que se deseaba. Una buena forma de comenzar sería implementar los grupos de discusión en unas pocas municipalidades." — Mi discurso había concluido ahí, la gente estaba observándome, las piernas me temblaban, y esperaba no cometer ni un solo error, la madre de Nanon me miraba con una sonrisa amplia tras lo que había dicho, enseguida aplaudió y los aplausos de la gente presente empezaron a seguirla, bajé del estrado y camine con rapidez sonriendo mientras me abría paso entre la multitud, me escondí como un cobarde en el baño, abrí el grifo para llenar mis manos de agua y aventarlo en mi cara.

—si yo fuera tú no lo haría —dijo una voz misteriosa detrás de mí, segundos después lo vacié en mi cara, me sentía mucho más fresco, el tipo se cruzó de brazos en la entrada sonriendo de lado, lo ignoré, estaba fastidiado de esa persona, durante mi discurso no había dejado de mirarme y de reírse mientras hablaba, eso había causado mi nerviosismo aun más. Camine hacia el mueble , cogí una toalla y me seque el rostro con la misma para tirarla en el depósito de basura, el tipo me impidió el paso, le miré fijo a los ojos con seriedad, 

—dame permiso— puntualicé, 

—y.. ¿Qué vas hacer si no quiero?— preguntó con un poco de burla en su tono, cosa que siempre he odiado en tipos como él , 

— ya te dije que me des permiso de pasar—; volvió a soltar una leve risa colocando su mano derecha en mi hombro, —No quiero— dijo sutilmente, asentí ante su respuesta quitándome de inmediato su toque, empujándole ligeramente con una pequeña técnica y abrirme el paso, el pelinegro perdió el equilibrio, y terminó retachando la espalda en la pared pero sin quitar su estúpida sonrisa, salí del lugar ignorándolo, eso había sido la peor pesadilla de la noche.

— ya te dije que me des permiso de pasar—; volvió a soltar una leve risa colocando su mano derecha en mi hombro, —No quiero— dijo sutilmente, asentí ante su respuesta quitándome de inmediato su toque, empujándole ligeramente con una pequeña técnic...

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Salí al Jardín mientras el discurso y el brindis se celebraba, pero necesitaba aire fresco, 

—¿puedo sentarme?—interrogaron mientras me columpiaba ligeramente, regrese a ver, se trataba de un joven delgado y apuesto, asentí con gusto haciendo una singular reverencia, —pensé por un momento que no vendrías para la firma— musitó aquel chico, del que yo no tenía registros de su identidad durante mis estudios, pero por la forma en la que me hablaba parecía que me conocía bien, bajé la mirada hacia mis zapatos negros y brillosos—lo mismo creía— subraye, guardamos un poco de silencio, no quería cometer ninguna imprudencia, —te vez bien así...— dedujo, regrese a verle para entender un poco de que me hablaba, lo vi hacer un ademán con las manos hacia su cabello y entendí lo que quería decir, 

—mi cabello, si..Gracias, me lo corté— dije con una leve sonrisa, el chico me sonrió de vuelta desviando la mirada después hacia enfrente,

—Ya me lo habías comentado, ¿no lo recuerdas?— parpadee varias veces, creo que justamente ya había dicho algo de más, 

—Estoy perdiendo la memoria— dije con un tono de diversión quitando un poco el lado pesado de la situación, 

—eres bastante idéntico a Nanon— mencionó levantándose del columpio , lo observé tratando de ocultar mi nerviosismo, metió las manos dentro del bolsillo y me miro de soslayo, —Espero que estés listo para la firma— prosiguió diciendo, 

—¿Cuál firma?— pregunté rápidamente, el chico regresó a verme, 

—la firma para que seas el próximo congresista del partido rojo—me informó empezando a caminar, vi su espalda alejarse, y cuando lo hiso lo suficiente saque mi celular para llamar a Nanon, dio dos toques y enseguida escuche la voz del chico, 

—¡Hey!, ¿Qué es eso de que tengo que firmar?— grite lo suficientemente para romperle el tímpano, —tranquilo plebeyito, solo haz un garabato, no tiene validez—, 

—¿me crees estúpido o qué?, ese no era el trato, sabes que...eso se salió del control.. ahí te vez.— enfatice aquellas últimas palabras y salí huyendo de la reunión en aquel salón elegante, paré un taxi y me dije a mi mismo no volver a ese tipo de ambiente de nepotismo e hipocresía.

— enfatice aquellas últimas palabras y salí huyendo de la reunión en aquel salón elegante, paré un taxi y me dije a mi mismo no volver a ese tipo de ambiente de nepotismo e hipocresía

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Regrese al cuarto que rentaba con Thanaerg, y cuando subía las escaleras dos tipos de enorme complexión esperaban en mi puerta, 

—¿Quiénes son ustedes?— hable con firmeza sosteniendo las llaves en mi mano, los dos se me vinieron encima, —no es hora de hacer preguntas— dijo uno y sentí un fuerte golpe en la parte trasera de mi cabeza, lo segundo que recuerdo es la imagen borrosa de uno de ellos y la voz que decía 

—cúbranle el rostro con la bolsa— mi cuerpo cayó al piso y mis ojos se cerraron por inercia.

Príncipe Heredero (OHMNANON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora