Mis normas

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-Vamos Ann- comenzó a reír- cambia esa cara de susto. Es una broma
Pasé de querer llorar a querer partirle la cara. ¿Como se atrevía a reírse así de mi?
-¿qué cara?, tú haces lo que quieras- salió la Ann orgullosa
-si- respondió- siempre y cuando eso no signifique jugar con los sentimientos de las personas
Me quede callada, no sabia que decir ¿realmente sabía lo que sentía por el, o simplemente sabía que me gustaba?
-Esa chica era mi prima. Le prometí que la llevaría a ver a Mimi. Le encanta
-A mi también- comenté ilusionada- dile de mi parte que tiene buen gusto
Comenzó a reír, y me quede como una boba mirando su sonrisa perfecta y los hoyuelos que le salen al sonreír
-¿te habías puesto celosa?
-Que va- contesté orgullosa- no sería la primera vez que te viese con una chica
Se que mis palabras sonaron como cuchillos volando directos a su garganta. Pero nunca habíamos llegado a hablar del tema, y no podía aguantar más el tema.
-Ann...- tartamudeó- siento lo que viste aquel día. Corrí la persiana para que no tuvieses que ver nada que te hiciese sentir mal
-claro- comenté irónica - la persiana era la solución a todo
-Mira Ann- si rostro se relajó- llegaste a mi vida muy de repente, y yo ya tenía mi historia con otra chica. Me gustaste, y te lo hice saber. Nos acostamos. Pero eso no podía quitar mi historia con Susan.
Eso fue como un jarro de agua fría. Pues que se vaya con Susan
-la próxima vez dile a Susan que se meta en el jacuzzi contigo- contesté herida y caminando hacia la muerta para marcharme
-Ann- me agarro del brazo reteniéndome- he dicho tenía
-ya claro- no le creía
-Ann, cada vez que te veía con tu novio, no podía evitar pensar en partirle la cara. Y lo habría hecho si no hubiese sido yo el que la cagó. Durante todo el tiempo que estuviste con el, no paraba de culparme por haber sido un idiota y no ser claro contigo. Te conozco poco, pero siento conexión contigo, y es algo que no pasa todos los días
No sabia que decir. No sabia si decía la verdad o si era una mentira para poder volver llevarme a la cama.
-¿por qué no me dijiste nada?
-¿que querías que hiciera?- preguntó un poco alterado- hola Ann, mira, me he dado cuenta de lo idiota que he sido. Corta con tu novio, porque me pongo celoso
-No- comencé a alterarme yo también- hubiese bastado con un "Ann, se que la he cagado. Hablemos" igual que estas haciendo ahora.
-lo siento- de tranquilizó- de verdad que lo siento
-de acuerdo- cedí
Se acercó a mi para abrazarme. Inmediatamente me aparté; no podía permitir que me volviese a hacer daño. Estaba claro, que Erick no buscaba una relación estable, y si solo quería sexo, no podía pillarme por el. Así que el contacto físico Justo
-¿qué?- preguntó extrañado por mi rechazo
-nada- tampoco sabía muy bien que decir- está bien, aquí no ha pasado nada. No hace falta que te disculpes
-claro que falta. Jugué con tus sentimientos
-Bueno, pero ya eso no va a pasar- respondí con seriedad - yo ya sé que es lo que tú quieres, y no habrá más confusiones ni otros sentimientos de por medio. No buscas una relación estable, y estás en todo tu derecho. Así que lo entiendo y no imaginare cosas donde no las hay
Se me quedó mirando unos segundos, buscando palabras con las que responderme
-Ann- tartamudeo- que no quiera nada serio, no significa que repela cualquier contacto físico
-ya- respondí firme- tu no, pero yo si. Si vamos a tener algo esporádico, necesito que no nos tratemos como algo más. Es más necesito que ni siquiera nos portemos como buenos amigos
-pero Ann, ¿cómo puedes pensar así?. ¿Pretendes que me acueste contigo y a la mañana siguiente hacer como si nos conociésemos de vista?
-Exactamente Erick- comencé a cabrearme- este es el problema que tenéis los tíos. Queréis tener las ventajas de una relación como son el cariño o la confianza pero con las reglas de una relación abierta como la libertad. Pues lo siento pero no. O una cosa o la otra.
Estaba muy sorprendida de mi misma. Ni siquiera yo misma sabía que pensaba eso de los hombres. Sin embargo, mediante avanzaba cada palabra, me daba cuenta de que siempre lo había pensado.
Al ver que Erick no consiguió articular palabra alguna, di media vuelta volviendo por donde había venido.

Llegue a la habitación un poco más alterada de la cuenta. Pero para mi suerte, mis amigos se encontraban en una profunda siesta y me pude ahorrar el resumir todo lo que pasó. Siento que estamos de vacaciones y solo hablamos de mi.
Seguí la decisión de mis amigos y me tiré en la cama en busca de encontrar el sueño.
Me desperté con las voces de Edward y Elisa peleando
-vamos  Edward sal ya que me lo hago encima
-¡te hubieses despertado antes!- de escuchaba entre el agua de la alcachofa - ¡déjame ducharme tranquilo!
-¡imbecil!
-Vamos Elisa- intenté que las palabras sonasen a pesar de lo dormida que estaba- ve a algún baño común del hotel
Elisa salió de la habitación a regañadientes

El vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora