El vecino

Ramo de rosas

-Hola...- no sabía exactamente cómo saludarlo
-Madre Mía, hola Ann- intentó incorporarse, pero las zonas escayoladas se lo impedían, así que empujando las ruedas de mi silla de ruedas, me acerque lo máximo posible a él
-¿Que tal estás?... ya se que es una pregunta tonta pero...
-Bueno, podría estar mejor- bromeó
-Peor también- continué bromeando
-Tienes razón. ¿Y tú cómo estás?
-Pues a ver... estoy muy cansada...
-Puedes ir a descansar, de verdad, podemos hablar en otro momento
-No, no es físico sino mental
-¿a qué te refieres?- estaba muy confundido
-Al parecer he perdido la memoria
-Venga ya Ann- bromeó
-Es enserio- contesté
-entonces... emm ¿como ?, osea ¿qué recuerdas?
-nada. Me vienen escenas aleatorias en la cabeza de mis últimos 10 años. Es todo muy extraño. Es como no conocerme a mi misma- hice una pausa y al verlo sin palabras continué- los médicos dicen que la memoria se puede recuperar poco a poco. Por eso quiero hablar contigo. Lisa me ha contado un poco sobre mi vida, y tú eres una de las personas a las que reconozco en fotos, supongo que eres importante para mi.
-ese supongo ha dolido
-no, lo siento- me disculpe- no quería decirlo en ese sentido. Es solo que apenas me acuerdo de tí, más allá de algunos vagos recuerdos en parques y en casa, tu casa supongo
-pues... No se... ¿qué quieres saber?
-¿te quería?
-eh, pues- se puso nervioso- antes sí. Pero la cagué. Nos hemos reconciliado, pero la vez que quedamos fue la misma del accidente, así que... No se si volviste a quererme
-¿qué hiciste para que me enfadase contigo?
-fui un gilipollas- parecía enfadarse consigo mismo- tu nunca habías tenido relaciones y mi ego de hombre fue por delante de mi. De verdad que lo siento Ann
-Bueno, no te preocupes, ya no me acuerdo- bromeé
-¿de verdad que no recuerdas nada de mi?
-ni de tí ni de nadie
-Joder Ann- comenzó a llorar- ¿qué he hecho?. Si no te hubiese recogido en la moto, ahora estarías en tu casa escuchando ACDC, y yo entrenando, o quizá estuviésemos los dos juntos en algún sitio
-¡ACDC!- no pude evitar ignorar su tristeza- ¡eso es!
-¿Qué?- estaba confuso

Back in black, I hit the sack
I've been too long, I'm glad to be back
Yes, I'm let loose from the noose
That's kept me hanging about

I'm just looking at the sky 'cause it's getting me high
Forget the hearse 'cause I'll never die
I got nine lives, cat's eyes
Abusing every one of them and running wild

'Cause I'm back
Yes, I'm back
Well, I'm back
Yes, I'm back

Well, I'm back, back
Well, I'm back in black
Yes, I'm back in black

-¡Me acuerdo Manu!. ¿Te llamaba Manu verdad? ¿O Manuel?
-No por dios- pausó- Manu Manu. Manuel solo me llama mi madre para regañarme
-Pues eso Manu, ¡que me acuerdo de la letra! ¿Sabes lo genial que sienta recordar algo bien?
Manu se reía a la vez que yo cantaba una y otra vez estrofas de la canción
-Oye- hice una pausa- ¿por qué tuvimos el accidente?
-aún sigo sin saber qué pasó Ann- parecía ir cabreandose mientras narraba lo acontecido- estábamos tan tranquilos en la moto, y de repente algún imbecil empezó a acercarse en coche/ cuando nos dimos cuenta lo teníamos pegado a nosotros y comencé a acelerar y acelerar. Después se puso a nuestro lado y empezó a intentar chocarse con la moto. Lo esquivé un par de veces, pero llegó una curva y perdí el control.
Algunos recuerdos iban saltando por mi mente. La velocidad, los gritos de Manu, el suelo al impactar... pero nada estaba bien conectado
-Ven Ann, dame la mano
Me acerqué un poco más y le di la mano
-¿no sientes nada?¿ni te viene ningún recuerdo?
El contacto con su piel provocaba sentimientos en mi
-siento paz, confianza... esto es muy raro. Es como si estuviesen los sentimientos pero sin los recuerdos
-me quedaré con eso. Tengo fe en que te acordarás de todo

Y tras estar un tiempo preguntándoles cosas sobre él para volver a conocerlo, volví a mi habitación. Antes de dormir, el doctor vino a decirme que al día siguiente me darían el alta por la mañana, pero que debería de seguir asistiendo periódicamente a pruebas en el hospital y debía ir con un psicólogo a entrenar la mente.
Ya casi iba a apagar la luz, cuando de repente entró por mi habitación un hombre alto, bien vestido, guapo, fuerte y con un ramo de rosas