CAPÍTULO 2: ATRACCIÓN A LO DESCONOCIDO

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Cuando acabé de cenar, cogí mi móvil y mis auriculares y me puse la canción de arctic monkey "why do you only call me when you're high". La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón.

Empecé a lavar los platos, limpiar la mesa, barrer y fregar el suelo mientras bailaba y cantaba la canción.

Después de haber terminado de limpiar todo, subí por las escaleras para llegar hacia mí habitación y cada vez que subía las escaleras, hacían muchísimo ruido ya que era una casa antigua y encima de madera.

Al llegar a mi habitación que tenía forma triangular, me eché en mi cama suspirando ya que mañana empezaban las clases en mi nuevo instituto. 

Me cambié de instituto porque al que iba, era una mierda, siempre había peleas en el patio, las instalaciones estaban anticuadas y los profesores eran amargados. No sé si ha sido la mejor decisión irme de ese instituto, pero uno no sabe lo que pasará en un futuro y no está mal de vez en cuando experimentar cambios.

Miré la hora y me di cuenta de que se acercaba la hora de dormir, asique me levante de la cama, me di una ducha calentita, y mientras me daba una ducha, cada vez que cerraba los ojos, me aparecía la imagen de aquella mansión que vi en el bosque. Me sigo preguntando porque me atraía muchísimo esa mansión y porque tengo tantas ganas de saber lo que hay allí dentro o con lo que me voy a encontrar...

Después de haberme dado la ducha, me cepillé los dientes, me puse mi pijama y me metí en mi cama mientras oía como las gotas que caían del cielo chocaban contra mi ventana. Puse a cargar mi móvil porque no me gustaría que me pasara lo mismo que en el bosque. De los errores se aprende y si no, la vida te va seguir poniendo en la misma situación hasta que aprendas.

Apagué las luces de mi habitación y cerré los ojos mientras sentía como entraba en calorcito poco a poco por las sabanas.

-Ahh, esta es la mejor sensación del mundo- dije mientras empezaba a saborear el dulce sueño que me entraba hasta quedarme completamente dormida.

Pero poco a poco empecé a despertarme, sentía como si estuviera durmiendo en el suelo. Lo raro es que sentía que estaba mojado. 

Cuando de repente escucho un aullido y al abrir los ojos poco a poco, me doy cuenta de que estoy en el medio de un bosque y aún era de noche, pero no estaba lloviendo. Me levanto rápido del suelo con toda la ropa sucia y llena de tierra y barro.

-¿¿DÓNDE ESTOY??

Estaba muy asustada y no sabía qué hacer mientras volvía a escuchar otra vez el aullido.

-¿¿Dalton, eres tú??

Volví a escuchar el aullido y esta vez corrí hacia el aullido, y cuando me paré para recuperar el aliento, me di cuenta de que me había parado delante de esa mansión grande que había visto antes. La puerta estaba entreabierta y vi la cola de un perro entrar a esa mansión.

-¿Dalton?

Me acerqué poco a poco a esa mansión y volví a sentir esa rara atracción que había sentido pero esta vez con más fuerza. Me acerque a la puerta y la abrí un poco más para poder entrar. Cuando entré a la mansión, la puerta se cerró bruscamente, me di la vuelta asustada e intenté abrir la puerta pero era inútil abrirla. 

Estaba todo oscuro pero a través de unas grandes ventanas, la luz de la luna iluminaba lo que iba siendo el interior de esa mansión.

Delante mío había unas grandes escaleras y a los lados había unas esculturas de unos caballeros, hacía mucho frío allí y había polvo por todas partes.

Parecía que la mansión estaba abandonada, pero vi una silueta subiendo por esas escaleras nada más entrar.

-¿Hola, hay alguien allí?

Pero no recibí ninguna respuesta, aunque tampoco esperaba recibirla.

-Tranquila Kira, seguramente serán imaginaciones mías o eso espero...- traté de tranquilizarme.

Caminé hacia adelante y a los alrededores había unos cuadros bastantes extraños. Cada cuadro tenía dibujado como caras abstractas, quise acercarme más a uno de aquellos cuadros porque no estaba segura de lo que estaba viendo ya que había poca luz.

Cuando estuve lo suficiente cerca para ver uno de esos cuadros, el dibujo del cuadro empezó a cambiar de forma y empezó a unir como unos trozos de puzle. Empecé a asustarme un poco porque no era normal ver como un dibujo cambiaba de forma por sí solo.

Empecé a dar marcha atrás porque no me gustaba ni un pelo ver algo paranormal. 

Mientras me iba para atrás, no dejé de ver como el dibujo estaba cambiando de forma. Estaba haciendo una figura con esos trozos abstractos, mientras seguía sin apartar la vista de lo que estaba sucediendo delante de mis ojos, de repente escucho el sonido de una puerta abrirse a lo lejos.

-¿¿Hola??- pregunté está vez más asustada.

Pero no escuché nada más como crujía el suelo. 

Decidí alejarme de ese cuadro e investigar quien hacia esos ruidos o simplemente era yo la que se estaba volviendo loca. Subí sigilosamente por las escaleras que me había encontrado nada más entrar a la mansión. 

Cuando ya estaba en la segunda planta, me encontré con un gran pasillo que tenía pinta de no tener fin.

Todas las puertas que veía estaban cerradas menos una..., decidí ir a ver qué había dentro de esa puerta y si por lo menos encontraba una salida, pero por cada paso que daba, por arte de magia, las velas que colgaban en la pared en ese pasillo se encendían cada paso que daba en dirección hacia esa puerta. 

Cuanto más me acercaba a esa puerta, empecé a sentirme más atraída que antes, pero por otro lado no quise seguir adelante porque sentía que estaba en peligro, pero no pude dejar de caminar hacia esa puerta. Intente pararme pero mis pies no me obedecían. Perdí el control de mi cuerpo..., sentía como si alguien se hubiera metido en mi cuerpo y lo controlara.

Mis piernas seguían sin obedecerme y seguía dirigiéndome hacia aquella puerta y cuando llegué, al abrir la puerta aún más, me encontré dentro un gran armario.

 A los lados había muchas estanterías con libros y también unas velas pero estaban en el suelo. El suelo estaba pintado de forma extraña, tenía pinta de que antes alguien hacía rituales aquí.

Todavía no podía recuperar el control de mi cuerpo y seguía caminando, parecía que me estaba dirigiendo hacia ese armario. 

Cuando me acerqué poco a poco hacia ese armario y estuve lo suficientemente cerca como para abrir el armario, de pronto el perro que había estado escuchando aullar, salió de ese armario y no era Dalton, sino que era el perro que me encontré ese mismo día lluvioso cuando perdí de vista a Dalton, el que parecía perdido al igual que yo en ese día lluvioso.

El perro perdido salió corriendo y tanto la puerta como el armario se cerraron solos. Empecé a entrar en pánico. Pero justamente en ese momento recupero el control de mi cuerpo, me sentí un poco aliviada por haber podido recuperar el control. 

Corrí hacía esa puerta e intenté abrirla utilizando mi mayor esfuerzo pero era imposible.

Después de hacer todo lo posible para abrir aquella maldita puerta de la maldita mansión embrujada, escuche ruidos raros provenientes de ese gran armario, me arme el valor de acercarme a ese armario ya que no podía hacer nada más.

 Cuando ya estaba muy cerca, puse mis manos lentamente sobre los tiradores de ese armario, pero empecé a sentirme hipnotizada y a sentir muchísima atracción.

-Kira...,abre el armario ...,abre el armario...

Empecé a escuchar otra vez esa voz que sonaba en mi cabeza.

Empecé a abrir poco a poco el armario, pero esta vez cerré los ojos para concentrarme en mi respiración y tranquilizarme mientras abría poco a poco el armario, y cuando sentía que ya estaba abierto el armario, empecé abrir los ojos poco a poco y encontré...

LAS NORMAS DE LA MANSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora