CAPÍTULO 6: DESAPARICIONES

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Después de que las luces dejarán de encenderse y apagarse todo el rato, me quedé en la oscuridad de mi habitación y con mi corazón acelerado.

-¿¿Qué coño acaba de pasar??

Mientras respiraba profundamente para tranquilizarme, me acerqué otra vez a mi ventana, pero esta vez no veía nada...

-En definitiva, estoy perdiendo la cabeza...

Después de haberme tranquilizado, me metí en la cama y me cubrí de pies a cabeza con la sábana, con la intención de no ver nada más paranormal.

Pero de pronto he vuelto a escuchar aquella voz que me llamaba cuando estuve delante de la mansión...

-Kira...Kira...Kira...

Me levanté de mi cama y vi que eran las tres de la madrugada cuando yo me había acostado a las 23:00.

Salí de mi habitación y fui directamente al baño a lavarme la cara con agua fría, con la finalidad de despertarme un poco.

Después de haberme refrescado la cara, salí del baño y regresé a mi habitación para volver a meterme en mi cama.

-Kira...Kira...

-¡Te puedes callar, déjame en paz!- dije mientras me agarraba de la cabeza

Decidí ir al final a la habitación de mi abuela y contarle todo lo que me sucedía porque no podía soportarlo más...

Cuando estuve delante de su puerta, la abrí lentamente para no despertarla y cuando entre...

No estaba ni en su cama ni en su habitación. La busqué por todos los rincones de la habitación pero seguía sin encontrarla...

Empecé a entrar en pánico poco a poco y salí corriendo al salón con la esperanza de encontrarla allí.

-¿Abuela?- dije mientras buscaba los interruptores para encender la luz.

Pero cuando lo encontré y encendí la luz...No estaba en el salón.

Corrí por toda la casa abriendo todas las puertas con esperanza de encontrarla pero ni siquiera estaba en el baño y en ningún lado, incluso Dalton no estaba...

-¡ABUELA, DALTON!- grité lo más fuerte que podía por si estaban en algún sitio de la casa donde no me había fijado bien

Pero después de haber gritado tres veces, no aparecían...

Decidí buscarlos fuera de casa con la esperanza de encontrarlos por allí, por si a Dalton le surgió hacer sus necesidades, pero nada más salir de casa, me di cuenta de que hoy había luna de sangre...

Estuve como 20 minutos buscándolos, pero seguía sin encontrarlos...

Solamente me quedaba buscarlos en ese gran bosque por el cual no quería adentrarme a él a esas horas y aún menos por la noche, pero mi preocupación por ellos vence mi miedo y decidí adentrarme a él.

Me llevé una linterna, me puse mi abrigo y mientras caminaba entre aquellos altísimos árboles. Volaban sobre mi cabeza un grupo de murciélagos que parecían que querían atacarme, los alumbré con mi linterna para espantarlos mientras daba marcha atrás.

Conseguí que se fueran pero mientras daba marcha atrás, me tropecé con algo y cuando perdí el equilibrio, no me di cuenta de que detrás mía había un árbol y al caer, me di un golpe fuerte en la cabeza contra ese árbol.

Sentía muchísimo dolor y también me sentía mareada...

-Kira...ayúdame...

Al escuchar esa voz no sabía si era la voz de mi mente o si en verdad era...

LAS NORMAS DE LA MANSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora