Capítulo 4

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(Perspectiva de Daniel)


-Bueno, no te preocupes por mí yo siempre voy estar cerca tuyo-la frené y me puse el collar, podía ver su cara de decepción.

Me alejé un poco de ella, y comencé a flotar cerca de Luna. Su cabello largo, sus ojos azules, no sé qué tiene ella que no puedo dejar de mirarla. Ese día estuve tan cerca de ella tantas veces, que me dolía el saber que pronto no la volvería a ver. Sus amigas se estaban acercando a ella, pero algo llamó mi atención, era una sombra. Una ventaja de tener el collar, podías ver las demás almas que los usaban, si sabías que ver.

La sombra la estaba observando, alzó su mano en forma de esfera y le lanzó una esfera de plasma, yo creé una y la lancé para que la de la sombra se desvíe. Ambas esferas cayeron a la tierra y se desvanecieron. La sombra me miró, comenzó a volar hacia mí. Yo no quería alejarme demasiado de Luna, pero quería que esa sombra la dejara en paz, y había solo una manera de hacerlo. Comencé a crear bolas plasma y lanzárselas, mientras me elevaba cada vez más. Escuché el sonido de la campana tocando. Luna y sus amigas entraron a la escuela, ya estaban a salvo, había un chico, alto, flaco, pelo y ojos negros miraba a Luna mientras subía las escaleras con sus amigas, la sombra me miró a los ojos, los suyos estaban prendidos fuego, vio en la dirección en la que miraba. Comenzó a bajar en picada hacia el chico, yo hice lo mismo, pero ni se molestó en darse vuelta para enfrentarme, sino que se metió en su cuerpo. Yo frené en seco, miró hacia arriba y la última chispa emanó de sus ojos, comenzó a entrar en la escuela, como si fuera un alumno más.

Luego de unos minutos vi a Luna mirando por la ventana, su cara no irradiaba luz como todos los días, sino estaba triste. Me acerqué a ella y puse la mano en la ventana, por un momento creí que me miraba. Por detrás de ella pasó la sombra en el cuerpo del pobre chico, él no paraba de mirarla. La profesora entró, la sombra creó una bola plasma y se la lanzó a la profesora, esto hizo que llamara su atención. Él se levantó en silencio, la profesora no dijo ni hizo nada al respecto. Luego dijo algo sobre una biblioteca y globos terráqueos y ambos salieron de la clase. La sombra pasó todo el tiempo mirándola, sonriéndole. Yo podía ver las dos auras, la de la sombra como se iba apoderándose del muchacho. Se notaba que el chico se resistía, pero no se notaba en el exterior, sino había una pelea interna, dentro del cuerpo. La sombra ganó, significa que tenía control completo del cuerpo y acceso a la memoria del adolescente. Ahora ella sabía más sobre Luna. Por suerte ella no le miraba, no sabía cómo iba a reaccionar si lo podría ver, pero parecía perdida en sus pensamientos. Ninguno de ellos sabía que los estaba mirando. Llegaron a la biblioteca, la sombra dijo algo, pero no le escuche, estaba demasiado sorprendido de que una escuela tuviera tantos libros. Luna se sentó en una silla mientras esperaba, yo me senté en la mesa junto a ella, para poder protegerla de eso que estaba enfrente de ella.

Comenzaron a hablar, pero Luna decía muy poco y eso me hizo sentir un poco mejor, la sombra no llegaría sacarle demasiada información. Luego Luna se levantó y la sombra clavó los ojos en mí, ¡él podía verme! Me sonrió, no movió los labios, pero le escuché decir "Su vida acabará pronto y mi trabajo estará cumplido" dentro de mí cabeza. El pánico me inundó. Entonces vi como el señor le daba el gran mapa y él golpeaba unos diccionarios de arriba de una estantería y de repente vi un cuchillo en el aire. Agarre la mano de Luna y tiré de ella hacia mí, pero no pude salvar todo de ella, su hermosa cabellera, atada en una colita, fue cortada, aunque le quedaba igual de hermoso. Con suerte alguien rompió el silencio y yo dejé de mirarla, se veía tan hermosa a su manera, que me distraía del verdadero objetivo. Debía llevarla a un lugar seguro, pero no sabía dónde podría ser un lugar seguro.

Ella salió de la biblioteca y entró a un armario, me quité el collar mientras abría la puerta. Un montón de lugares se me venían a la mente, pero ninguno de ellos parecía seguro. Luego lo recordé, el único lugar que sería 100% seguro sin ninguna duda, el santuario. Un lugar en la que ninguna sombra podría entrar. Saqué mi collar y se lo puse alrededor del cuello, no quería que nadie la vea. La tomé del brazo, abrí la puerta y comencé a correr. Debía llegar a un lugar grande y espacioso, pero también podría estarnos siguiendo alguien o algo. Cuanto más lo pensaba más me preocupaba. Llegamos afuera sin ningún problema. Frené de golpe, agarré a Luna por la cintura, le dije que se agarrara fuerte y comencé a flotar, sentía que nos seguían así que aceleré la subida y entonces sentí su brazo en mi cuello y en mi cintura, podía sentir su cuerpo muy cerca del mío, supuse que era casi visible, pero debía concentrarme en flotar, en llegar al santuario y en que no se me resbale de las manos. Por un segundo bajé la vista y la miré. Ella se veía tan hermosa cuando su pelo disparejo se movía con el viento. Pero me tuve que recordar, que yo era su guardián y nada más, no se podía tener ningún vínculo con el watcher al que un fantasma protegía, pero eso me entristeció. Aparté la mirada, tenía que concentrarme en llegar sanos y salvos.

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