- Gracias.- miré al suelo, era lindo estar en tierra otra vez.
- No pasa nada. ¿Estás bien? No te preocupes por mí, iré al consejo de fantasmas a ver si puedo recuperar mi memoria.
- Ah, bueno,... no es nada... yo...es solo que estoy cansada. Chau.- le di un beso en la mejilla y me fui. Entré a casa, mi hermano y mi papá estaban discutiendo en el pasillo de arriba, por lo tanto nadie me escuchó entrar. Ni me gasté en saludarlos, estaban demasiado ocupados discutiendo, como siempre, que mi hermano escucha la música tan fuerte, que mi papá no puede ver el partido de futbol. Entré a mi cuarto, encontré mi mochila del cole con una nota.
Querida Luni:
Como nunca volviste, creímos que te sentías mal, Sandra y yo trajimos tu mochila hasta tu casa y tu hermano nos dejó pasar. No estabas en casa, por eso te estamos escribiendo esta nota. Avísanos cuando llegues.
Cariños Laura.
Dejé la nota y agarré el celular y les mandé un mensaje, me respondieron, pero no miré sus mensajes. Estaba en la cama tendida llorando por Daniel, porque nunca me recordaría, nunca volvería a verlo. En un momento me quedé dormida, llegó mi mamá y me apagó la luz, porque en un momento me desperté en medio de la noche. Todos dormían en mi casa, estaba silenciosa. Me cambié el uniforme, con el cual me había quedado dormida. Me puse un pijama que tenía debajo de la almohada. Luego salí al balcón. Cuando abrí la puerta una ventisca fría de otoño golpeó mi cuerpo. Amaba esa sensación, el frío abrazándote, la luna brillando, un cielo, que si no viviera en una ciudad, estaría repleto con estrellas. Luego sentí un suspiro atrás mío. Me di vuelta y no había nadie, volví mi vista hacia el cielo y vi a Daniel, sonriéndome, pero cuando parpadeé ya no estaba más. Me apoyé en el barandal y miré la ciudad. Pensé en el templo en las nubes. Hace solo un día que conocía a Daniel y desde entonces no paraba de pensar en él. Me di vuelta y volví a mi cama. Tenía un largo día por delante y tenía que descansar. No podía dormir, estaba demasiado preocupada. Bajé las escaleras y llegué a la cocina. Tomé un poco de jugo y cuando estaba por apoyar el vaso en la mesa, escuché un ruido arriba, en el cuarto de mi hermano, su voz y cosas cayendo. Fui corriendo directamente hacia su cuarto. No me molesté en tocar y fue un gran error. Mi hermano estaba en calzoncillos luchando con un tipo cubierto por una sábana. Cuando me vio me dijo:
- ¡Luna, no te quedes ahí parada, ayúdame!
La persona en la sábana de mi hermano se dio cuenta de mi presencia. Iba descubrirlo, pero algo me detuvo.
- Luna, soy yo, ayúdame.- escuché casi en un susurro. Miré al piso y el intruso no tenía pies, al menos, no visibles para mi hermano. Su voz... era Daniel, pero se debió confundir de habitación.
- Marcus,- me acerqué a mi hermano, le separé de Daniel y tiré de la funda, Daniel estaba muy asustado, parecía n entender nada, pero no le saqué los ojos a Marcus- tranquilo, esto es un sueño, tranquilo. No pasa nada, vuelve a dormir.- dije con una voz tranquila.
- ¿Qué? ¿Cómo? Pero si yo...
- Era un sueño, no pasa nada, vuelve a dormir.
- Si, yo... voy a volver a dormir, creo que fue un sueño. Pero parecía tan real.- Lo conduje a su cama y luego me fui, él se quedó rápidamente dormido. Fui a mi cuarto y Daniel estaba sentado en la punta de i cama aturdido.
- Eso fue una locura.
- Si, totalmente ¿Qué te pasó? ¿Dónde estabas?
- Yo estaba...- se quedó callado, luego sacudió la cabeza y habló- no puedo decírtelo, perdón, pero es complicado, es...- no dijo nada más, pero sabía que iba a decir, es cosa de fantasmas.
- ¿Y ya recuerdas?
- Si, pero... no sé qué le habrá pasado a Uriel, espero que no- se le quebró a voz.
No sabía quién era Uriel, pero supuse que era alguien importante para Daniel, ya que el hecho de solo mencionarlo, casi llora. Me acerqué a él, quería calmarlo y me senté en la cama. Lo rodeé con mi brazo y él apoyó su cabeza en mi hombro.
- Todo va a estar bien, ya lo vas a ver.- Me miró y sonrió.- ¿Qué?
- Nada- me separé de él.
- ¿Qué?
- ¿Que no debería ser al revés?- dijo y él me abrazo- yo creo que así está mucho mejor.
Yo sonreí y me quedé dormida en sus brazos. Por fin podía estar en paz.
Hola! estoy muy emocionada, porque esta historia llegó a más de los 100 leídos! Me pone muy contenta de que tantas personas lo leyeran. Esta historia aún no termina. Denle like y comenten que les pareció hasta ahora. Gracias a todos por leer, no vemos en el próximo capítulo. ; )
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Sombras y fantasmas
FantasiaUna noche Luna se despierta a medianoche, ella no puede creer lo que le está pasando. Desde ese momento, su vida cambió para siempre.