Sombras y fantasmas

Capítulo 8

(Perspectiva de Luna)

Desperté en una de las camas del gran santuario. Me dolía la cabeza. Abrí los ojos y Daniel estaba tirado en el suelo al lado de mi cama, atrás de él, cerca del fuego había una sombra, estaba riendo. No pude evitarlo y me agaché al lado de Daniel. En la mano tenía un pequeño frasquito de cristal vacío. Lo bueno era que respiraba, lo malo es que estaba inconsciente.

- ¡¿Qué le hiciste!?

- Yo nada, tuvo la oportunidad de elegir entre vos y él. Se eligió a sí mismo, una decisión muy... como decirlo, estúpida.- luego comenzó a reír, pero no era una risa agradable, sino que daba miedo. Parecía un maniático.

- ¿Quién eres?- tenía miedo, pero no podía demostrarlo, debía parecer fuerte. Me levanté para enfrentarlo.

- ¿No me recuerdas, Luna?- no podía moverme, perecía que estaba paralizada- Claro que no, eras demasiado pequeña.-comenzó a caminar hacia mí- Tenías como cinco años, cuando maté a tu primer guardián.- ¿ya tenía guardianes desde entonces? Estaba muy confundida.- ella era fuerte, pero no lo suficiente, ¿es que no recuerdas a tu hermana mayor imaginaria?

¡La recordaba! Mariel. Ella siempre cuidaba de mí, y no dejaba que nadie me haga daño, pero un día solo se desvaneció. Cuando le dije a mi mamá, me dijo que era normal, ya que era parte de mi imaginación ¡pero era real! Eso me entristeció. Miré a Daniel ¿que había elegido? Entonces comenzó a abrir los ojos. Me agaché a su lado.

- Daniel...

- ¿Hum...? ¿Quién eres? ¿Qué hago en el santuario?, tengo que ir con Luna.- Eso me asustó, no recordaba nada, esa fue su decisión.

- Daniel, soy yo, Luna.- estaba desesperada.

- ¿Luna? ¿Por qué estás aquí? Todavía no legué a que me presenten con vos.

- Daniel...- ya estaba llorando, él no recordaba nada. Le pasé la mano por la cara, pero la apartó rápidamente.

- ¿Qué haces? Soy tu guardián, no tu novio.- dijo, algo molesto. Luego vio la sombra y se levantó rápidamente y puso su cuerpo adelante del mío.- ¿cómo es posible que tú hallas podido llegar hasta acá?

- Solo percibí la fuerza de bolas plasma chocando contra un escudo, así que las seguí hasta una nube, que cuando me apoyé pude ver el santuario. Es un sistema muy ingenioso a decir verdad.- dijo. Se percibía la enemistad entre Daniel y la sombra.

- tú debes ser s sombra, él que siempre está intentando matarla que nunca pudo.- dijo sonriendo y dio un paso adelante.- siempre te hemos vencido y siempre...- no pudo terminar la frase, una bola de plasma impactó en su pecho y lo envió hacia atrás.

- No digas nada, fantasma insignificante, yo he destruido cada guardián de esta chica y lo seguiré haciendo ¡hasta que muera!- intentó arrojarme una bola de plasma, pero Daniel me empujó a un lado, aunque yo ya estaba lista para hacer el escudo. Estábamos los dos en el suelo, rápidamente él se levantó y le contestó a la sombra con una bola plasma, que fácilmente esquivó.

- ¿Quién eres?- dijo mientras le lanzaba otra.

- No es de tu incumbencia, pero ya que te voy a destruir, solo te diré que soy el que inició todo.

- ¡Deo!- dije recordando la historia

- Muy bien humana, pero ya ese nombre pasó de moda, ahora todos me conocen como Leo. Reconozco que no fue necesaria tanta imaginación de mi parte, pero funcionará.- no podía creerlo.

- ¿Cómo es posible?

- Es la causa de nunca ser destruido, los fantasmas me persiguieron, sí, pero se entretuvieron con mis- lanzó una bola de plasma a mí y a Daniel, yo tuve tiempo de hacer el escudo, pero Daniel no tuvo tanta suerte.- colegas. Ja, se ve que he ganado esta batalla.

- Yo aún sigo en pie.- el que use palabras de sabiondo me enfurecía, me hacía sentir como si fuera inferior.

- No por mucho tiempo.- estaba creando una esfera bastante grande, no podría resistirla ni con el escudo. Pero en ese momento Daniel se levantó.

- Sabes que no puedes, no aquí.- Leo deshizo la gran esfera.

- Tienes razón, un lugar sagrado no debe ser manchado con sangre, ¿por qué esa cara Luna? Puede que sea una sombra, pero respeto los lugares sagrados, ni que fuera un monstruo ¡por dios!- eso me causó gracia.

- No eres un monstruo, pero matas personas y guardianes por diversión, eso es irónico.- eso lo enojó, pero Daniel estaba al lado mío listo con una espada plasma.

- Bueno, se cuándo no me quieren, la espada no era necesaria. Adiós Luna, nos veremos pronto.- luego solo desapareció.

Daniel me miró, iba a decir algo pero le interrumpí.

- Daniel, sé que no podes acordarte de mí, pero yo sé quién sos y creo que ahora debería irme a casa.- se creó un pequeño silencio.-obviamente para ir a casa voy a necesitar un poco de ayuda.- Daniel me sonrió.

- Sí no creo que puedas sola.- dijo se acercó a mí, me agarró la mano y salimos del templo, fue un viaje muy tranquilo hasta casa y me dio tiempo para pensar posibles soluciones al problema de Daniel.

Hola! Espero que les haya gustado, si les gustó denle like y comenten que es lo que les gustó o lo que querrían que apareciera en el próximo capítulo. Chau y nos vemos en el próximo capítulo ; )