Cap 1

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La multitud se acoplaba como cachorros recién nacidos queriendo ser alimentados por su madre.

Las luces del flash y las fotos no se hacían de esperar.

El cuerpo sin vida de un joven yacía en el frío y húmedo pavimento de la Calle Blacksburg. Muy lejos de haber tenido una muerte pacífica, el cadáver mostraba claros signos de violencia que se manifestaban en forma de moratones y una gran raja de donde asomaban sus vísceras.
Era una escena grotesca.

La policía estaba haciendo lo mejor que podía para mantener a los curiosos lejos de la escena del crimen.

Se les estaba acabando la paciencia y el tiempo.

Este era el cuarto cadáver que había aparecido este mes y, al igual que los anteriores tres cadáveres, le faltaba un ojo.

- ¿Ha encontrado algo, detective? - preguntó uno de los agentes acercándose a la joven de pelo corto.

- La verdadera pregunta es... ¿Qué no he encontrado? -

La detective Jane Crocker, quien hasta hace un momento se encontraba examinando más de cerca el cadáver, se levantó y con una mirada decidida caminó hasta donde se encontraba el jefe de investigación.

- Señor, ya he visto todo lo que necesitaba ver, llevaré las pruebas al laboratorio para que las examinen. Por favor, lleve el cadáver a autopsias y avise a la familia del fallecido de su muerte. - pidió Jane.

El jefe de investigación asintió y Jane abandonó la escena del crimen.

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- ¿Eres nuevo? - preguntó una rubia curiosa al recién llegado.

- ¡Ah...! Sí... Perdón, no esperaba que nadie estuviera detrás de mi. Soy Jake. - el azabache estendió la mano.

- Roxy Lalonde. Gusto en conocerte - dijo la rubia aceptando el gesto del contrario. - Tengo la sensación de que seremos buenos amigos -

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Jane le dio un pequeño sorbo a su cappuccino recién preparado y se sentó en su cama.

Tomó los documentos de su mesilla y comenzó a leerlos.

Las cuatro víctimas tenían signos de violencia y les faltaba un ojo.
¿Pero qué relación había entre las víctimas y el presunto asesino?

Jane rebuscó entre los documentos hasta encontrar las fichas de identidad de los cadáveres. Por quinta vez en el día, volvió a leerlos.

El primer documento citaba:

"Damara Megido, 10/04/2000, 22 años, empleada de un Maid café."

Y después seguía una larga lista de antecedentes. Entre ellos robo y agresión con arma blanca.
Su ficha médica indicaba que padecía de sociopatia.

Cuando encontraron el cadáver, Jane pensó que se trataba de algún tipo de venganza por parte de alguien que Damara hirió en el pasado.
Esto pareció confirmarse cuando apareció el segundo cadáver.

"Rufioh Nitram, 24/04/2001, 21 años, desempleado"

Según los documentos, Rufioh era el ex novio de Damara y, según cuentan varios testigos, la ruptura no le sentó nada bien a la chica.

Al unir los puntos Jane había llegado a la conclusión de que todo se trataba de un crimen pasional. Damara había asesinato a Rufioh y la actual pareja de Rufioh había asesinato a Damara como venganza.

Todo cuadraba y el caso estaba a punto de clasificarse como cerrado, hasta que apareció el tercer cadáver.

"Mituna Captor, 23/05/2001, 21 años, skater profesional"

Por lo visto Mituna no tenía ningún tipo de relación con Damara, Rufioh o alguen que formara parte de sus círculos cercanos. Pero el modus operanti visto en los cadáver de Damara y Rufioh también se podían ver claramente en el cadáver del skater.

Y entonces apareció el cuarto y último cadáver hasta la fecha.

"Kankri Vantas, 25/06/2002, 19 años, becario"

La información la habían conseguido de la tarjeta de DNI que Kankri guardaba en su cartera.

Más adelante llenarían el documento con nueva información, pero por ahora eso era todo.

Jane suspiró con frustración. Para ese entonces su café se había enfriado.
Lo bebió igualmente, pero no le supo bien.

Este caso era, sin lugar a dudas, el más complicado que había tenido que afrontar.

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Roxy esperaba impaciente a que su amigo saliera del despacho de Meenah.

Cuando la puerta se abrió, la rubia se acercó rápidamente a Jake.

- ¿Cómo ha ido? - preguntó Roxy, aunque la mirada deprimente de Jake ya lo decía todo.

- No puedo aguantarlo más... - dijo el azabache con lágrimas en los ojos - Quiero dimitir, pero realmente necesito este trabajo... -

Roxy envolvió a Jake en un cálido abrazo.

- Todo va a estar bien ¿Sabes por qué lo sé? Porque nos tenemos el uno al otro. No existe problema que no podamos solucionar juntos - le susurro Roxy suavemente al oído.

Por primera vez en meses, Jake esbozó una débil sonrisa.

- Gracias, Roxy. Gracias por ser mi mejor amiga. - dijo el azabache aceptando el abrazo.

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Un hombre, de no más de veinticinco años, caminaba tranquilamente por las silenciosas calles nocturnas de la ciudad. Cualquier otra persona en su lugar habría tenido miedo, pero él no.
Sin que nadie le viera entró a un callejón donde, al final de éste, se encontraba un establecimiento abandonado. Hace años ese establecimiento solía ser un bar de muy buena fama, pero por culpa de la crisis tuvo que cerrar. Ahora ese lugar no pertenecía a nadie y, por ello, nuestro hombre podía usarlo como quisiera.

- Has tardado mucho, Jake - dijo una voz en la oscuridad.

- Tuve complicaciones, pero tranquilo, traigo el pago de esta semana - respondió Jake antes de sacar un ojo humano de su chaqueta.

Aquel que le había hablado a Jake salió de las sombras y se acercó, a paso lento, al azabache.

Era rubio y de piel palida. Unas curiosas gafas de sol, que terminaban en punta, adornaban su cara y ocultaban sus ojos por completo. Vestía un conjunto negro con algunos detalles naranjas. Pero lo más destacable de su apariencia eran sus cuernos, negros como la noche y similares a los de una gacela. De no ser por los cuernos aquel ser podía ser confundido fácilmente con un humano.

- Me sorprende que nadie te haya descubierto aún - comentó la entidad con cuernos.

Jake miró a un lado e hizo una mueca de disgusto, a continuación le entregó el ojo que había traído.

- Solo acabemos con esto, Dirk - pidió el azabache.

El demonio tomó el ojo y se lo comió. Al momento en el que el ojo hizo contacto con la saliva de Dirk, comenzó a brillar con un rojo resplandor, Jake podía ver como le bajaba hasta el estómago. En menos de veinte segundos, el brillo desapareció.

Dirk le sonrió a Jake y, tomando desprevenido al humano, pasó una de sus manos por la cadera de Jake, acercandolo aún más a él.

- ¿Ya sabes qué tienes que hacer después, verdad? - le susurró Dirk al oído de manera seductora.

- Matar y conseguirte el ojo de alguien que haya nacido bajo el signo de leo. - respondió Jake.

- Bien, me alegro de que lo recuerdes. Tranquilo, una vez que termine todo, tendrás a tu amiga de regreso. Si no me fallas. -

Los ojos de los inocentes (Demon! Dirk X Jake) [homestuck] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora