Cap 8

47 9 0
                                    

Jake sentía como su corazón se paraba por un momento mientras caía por el aire y veía toda su vida pasar frente a sus ojos.

"¿Eso es todo? ¿Voy a morir?" pensó.

Segundos antes de que su cuerpo y el de Dirk pudieran tocar el suelo, el demonio manifestó sus alas y comenzó a volar todo lo alto posible aún con el azabache entre sus brazos.

Jake, con el corazón en un puño, observó incrédulo las alas de Dirk. Eran como las de un cisne negro, solo que mucho más grandes, su envergadura sería aproximadamente de unos 6,4 metros.

- ¡¿Tienes alas?! - gritó Jake.

Dirk no contestó y se limitó a seguir volando lo más lejos posible de aquella ciudad.

Mientras tanto, los policías Aranea y Horuss, ya habían derribado la puerta del apartamento de Jake.

- ¡Policía, manos arriba! - gritó Aranea al momento de adentarse en aquella vivienda.

No vieron a nadie en el salón.

- Mira en la cocina, yo miraré en el cuarto - susurró Aranea a su compañero.

Horrus asintió con la cabeza.

La pelirroja no encontró a nadie en la habitación y el moreno no vio a nadie en la cocina.

Entonces Aranea vio la puerta del baño cerrada.

Sé acercó con cuidado y, cuando estuvo lo suficientemente cerca, derribó la puerta de una patada y apuntó con su arma.

Pero nada, tampoco había alguien ahí dentro.

- ¡Aranea, tienes que ver esto! - la llamó Horrus.

La pelirroja fue a donde su compañero. Entonces vio lo que él quería enseñarle.

Con las prisas por detener al asesino y a su cómplice, no se habían dado cuenta de que la ventana del salón estaba abierta.

- Han huido - dijo Aranea con frustración.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Hace 11 años, una niña se encontraba jugando en el ático de su nueva casa.

El nombre de esa niña era Meulin Leijon y, para su desgracia, sería asesinada por Jake English pocos meses antes de su 20 cumpleaños. Convirtiendose así en la quinta víctima del azabache.

Pero eso ella no lo sabía.

En ese momento, su mayor preocupación era encontrar algo con lo que divertirse mientras esperaba el regreso de su madre.

Tras mirar y rebuscar entre varias cajas, que los antiguos propietarios habían dejado ahí olvidadas, encontró algo.

Un jack in a box.

La niña, emocionada, salió del ático con el juguete en sus brazos y entró a la que sería su nueva habitación.

La luz entraba por la ventana e iluminaba todo el lugar. Vacío.
Lo único alegre de aquel cuarto eran sus paredes pintadas de azul.

Meulin colocó el juguete en el suelo y se sentó frente a él. Luego comenzó a darle cuerda.

Una alegre melodia inundó el lugar.
De repente, de la caja salió disparado un muñeco extraño que parecía más un muñeco voodoo que un payaso de jugete como se supone que debería ser.

Meulin no le dio mucha importancia y volvió a meter el juguete dentro de la caja.

Estuvo jugando unas horas con el Jack in a box hasta que sintió como alguien se sentaba detrás de ella.

Meulin se giró, pensando que se trataba de su madre, pero frente a ella se encontraba un joven adulto vestido todo de negro y con la cara pintada como una calavera. Sus ojos eran completamente blancos y sin vida, aún así Meulin sabía que la estaba mirando. Podía sentirlo.

La pequeña niña no gritó, sus cuerdas vocales le estaban fallando debido al miedo.

El hombre de negro estendió una de sus manos y, con su dedo índice, tocó la frente de la niña.

En cuestión de segundos, Meulin comenzó a escuchar una voz profunda en su mente.

"Soy Kurloz, el bardo de la ira, décimo duque del infierno, capaz de conceder cualquier deseo a cambio de un precio. Al abrir mi caja me has invocado para sellar un pacto. Ahora, dime qué deseas."

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Kurloz se encontraba conduciendo un coche de policía en dirección al apartamento de Jake cuando recibió una señal de radio por parte de Horrus.

- Aquí Horrus ¿Me recibes, Kurloz? -

- Te recibo - dijo el demonio disfrazado de policía.

- Jake English y su cómplice, Dirk Strider, han huido -

Kurloz frenó el coche en medio de la carretera.

Varios conductores hicieron sonar las bocinas de sus coches, expresando su descontento con varios insultos. A Kurloz no le importó.

- No os movais. Llamaré a la detective Crocker para que vaya ahí lo antes posible. De seguro encontrará alguna pista que nos diga a dónde han podido huir esos dos. -

- No hace falta, ya la he llamado antes. Está de camino. - habló Aranea.

- Bien. Yo no tardaré en llegar. Corto y cambio. - dijo Kurloz al mismo tiempo que pisaba el acelerador.

Mientras el falso policía conducía a gran velocidad, su mente sólo podía pensar en dos cosas.

La primera, era el recuerdo del cuerpo sin vida de su amada Meulin.

La segunda, era Dirk Strider.

- Maldito... ¡Maldito! - gritó Kurloz como si fuera a matar al rubio en ese mismo instante.

Después de todo, Dirk tenía en parte culpa de que Meulin estuviera muerta. Kurloz lo sabía muy bien e iba a hacérselo pagar en cuanto se vieran las caras.

Su odio y sed de venganza eran tal que no se dio cuenta de que le había prendido fuego al volante y de que unos cuernos habían aparecido en su cabeza. Por no mencionar que sus ojos se habían vuelto completamente blancos, como los de un muerto.

Apretó sus dientes con fuerza y estos emitieron un chirrido.

Mientras tanto, ya en las afueras de la ciudad, Dirk aterrizó en un lugar que Jake nunca antes había visto.

- No sabía que hubiera un bosque aquí... - habló el humano asombrado.

A su alrededor solo había árboles, altos como edificios, y una carretera desgastada por el tiempo. Casi no entraba la luz en aquel sitio.

Por su parte, Dirk no le quitaba el ojo de encima al azabache.

- ¿Entonces, cuál es el plan? - preguntó Jake al demonio.

- ¿Cómo dices? - preguntó Dirk dejando a un lado sus pensamientos.

- Ya sabes... La policía nos está buscando... ¿Vamos a escondernos en los árboles o algo así? -

Dirk miró a Jake como si el humano hubiera dicho la mayor estupidez que hubiera escuchado.

- Hay una vieja cabaña abandonada por aquí. Si nos damos prisa podremos pasar la noche ahí. - dijo el rubio.

Jake asintió en silencio y siguió a Dirk por el bosque mientras un escalofrío recorría su espalda. Tenía un mal presentimiento.

Los ojos de los inocentes (Demon! Dirk X Jake) [homestuck] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora