Capitulo 12

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El enorme salón estaba repleto de personas en elegantes vestimentas que iban y venían hablando y riendo, los meseros llevaban charolas con champán espumoso, Namjoon tomo una bocanada de aire antes de entrar, a su lado SeokJin que se veía espectacular en un traje negro le siguió de cerca.

-¿Estas seguro de esto?

Namjoon asintió.-No me puedo negar.

-Podrias pero no tienes los pantalones para hacerlo, no confío en que él esté en el asilo en estos momentos.

-Jungkook apenas es un niño.-suspiro.

-Hijo de un asesino.-murmuro por lo bajo.-Sabes lo que eso significa ¿Verdad?

-No Jin, no lo sé y tu tampoco.-dijo frustrado.-Hemos hablado de esto muchas veces, no voy a cometer el mismo error dos veces.

SeokJin hizo una mueca inconforme con las palabras que escuchaba.-Solo recuerda que hay mucho más de nosotros implicado y en juego.

-Lo tengo presente.

La corta conversación culminó en ellos sonriendo de manera arcaica, la falsedad en sus gestos que, a medida del tiempo, se habían convertido en máscaras, unas frágiles máscaras de cristal. Regalaban estas sonrisas a los presentes, personajes importantes, tanto del gobierno como de la industria, todos presentes en un mismo lugar, como abejas alrededor de la miel, listos, con sus venenosos aguijones, para atacar a la menos provocación.

Los eventos formales eran simples, pararse frente a las pedainas cuyo ego sobrepasaban el cielo, para hablar o mejor dicho alardear de sus logros vacios, aquellos que impresionaban a las personas cuya carencia hacia que sólo pudieran vivir de los sueños, pero que para ellos eran recompensas insignificantes. Namjoon odiaba estar en ese lugar, antes, habría dado todo por pertenecer, por ser observado con respeto, pero después del tormentoso pasado que se había acuñado debido a la avaricia, no estaba seguro de querer pertenecer, porque aquellos hombres y mujeres con vestimenta de sastre y de etiqueta, escondían una lengua venenosa, una que podría matar o llevar a un inocente a la desesperación.

No pudo evitar pensar en Park Jimin, aún su recuerdo estaba fresco y presente en su mente, como un recordatorio de lo mórbida que puede ser la mente humana, Jimin, de cabello rubio, ojos azules, con una sonrisa brillante y una lengua filosa, era por mucho una mancha creciente en su expediente de perfecta conducta y profesionalismo. Ahora que conocía a su descendencia, sabía que nadie podría ser como él.

Tan sólo eran peones, simples y dementes peones en un juego imposible de ganar, un juego liderado por un tiburón, un lobo y un león.

-Mira quién está ahí.-susurro Jin sin perder su sonrisa.

A unos metros de distancia, sonriendo con egolatría estaba, Park ChanYeol, aunque lo veía una cantidad de veces considerable, su presencia siempre creaba en su cuerpo un cúmulo de sensaciones incomodas, unas que estrijaban sus entrañas con ferocidad, llegando a hacer que quisiera vomitar.

Su cabello castaño claro brillaba por las luces del lugar, iba en un traje negro, sus manos llevaban algunos anillos de gran tamaño, su rostro, parecía ser suspendido en el tiempo, tan sólo sus ojos daban indicio del pasar de los años, con unas pequeñas arrugas en los costados. Imponente, esa era la palabra que podría definirlo a la perfección.

-Te vio.-susurro nuevamente Jin.

ChanYeol se acercó a ellos sin despegar esa sonrisa falsa de sus labios. Estaba solo, lo cual sorprendió a Namjoon, una de las cosas que más disfrutaba hacer aquel hombre era presumir su familia "perfecta".

-Hola Namjoon, es bueno verte por aquí.-saludo con una inclinación de cabeza.

-Lo mismo digo ChanYeol ¿Y tu esposa?

La sonrisa del castaño fue desapareciendo poco a poco.

-Se sentía indispuesta esta noche.-desvio la mirada a Jin a quien saludo de igual manera con una inclinación.-Buenas noches SeokJin.

El pelinegro asintió.-Una buena noche hubiera sido, si no estuvieras aquí.

Namjoon le miró con desaprobación, ChanYeol en vez de ofenderse, comenzó a reír con una carcajada.

-Tu esposo siempre tan amable, ¿No es así Namjoon? Bueno, vamos, disfrutemos la velada. Tal vez una copa te ayude Jin.

-Ya lo veremos.-bufo el pelinegro.

Namjoon lo tomó del brazo y le apretó ligeramente, como una advertencia silenciosa, una que Jin sabia tenía que obedecer. Así era su relación, una llena de misterio y tratos ocultos, beneficiosos para ambos.

-¡Querido doctor Kim!-dijeron a sus espaldas.

Al darse la vuelta observo a Jeon Sunmi, una mujer preciosa, con una enorme sonrisa, que iba en un vestido color uva ceñido a su cuerpo, a su lado su esposo sonreía con precisión. Jeon DongWook observó a Namjoon curioso para después posar la vista en ChanYeol quien les observaba sin expresión alguna.

-Señora Jeon.-dijo con una reverencia.-Señor Jeon.

Wook asintió hacia él. -Es bueno verlo aquí, doctor Kim.

Namjoon sonrió nervioso.-Es igual un placer verlos aquí.-aclaro su garganta.- Señor Jeon, le presento al señor Park ChanYeol, propietario de RedWook.

DongWook asintió y tendió una mano hacía ChanYeol quien no dudó en estrecharla.

-Jeon DongWook, dueño de SYcorp.

-He escuchado de usted, me sorprende que después de tanto nos hayamos encontrado aquí.

Se miraron a los ojos por unos momentos, Namjoon observo de cerca su interacción, a su lado Jin rio ligeramente.

-Mi hijo está laborando actualmente en su hospital, el doctor Kim un viejo conocido le dio la oportunidad.

ChanYeol levantó ambas cejas sorprendido.-Me parece perfecto, RedWook se especializa por preparar a sus empleados a ser profesionistas altamente capacitados. Kim Namjoon se ha encargado de todo ¿No es así?

El hombre asintió con una sonrisa llena de suficiencia.-Hago lo que puedo, aunque he de decir que todos los trabajadores de RedWook son muy profesionales.-miro a Jeon.-Jungkook ha demostrado ser un aprendiz didáctico e inteligente.

Jeon Sunmi sonrio satisfecha.-Mi pequeño es el mejor de su generación, tan inteligente que a veces me pregunto ¿Que pasará por su mente?

ChanYeol al escuchar aquel nombre miró a Namjoon quien lucía tranquilo. -¿Jungkook? ¿Así se llama su hijo?

DongWook asintió. -Un buen nombre.

-Lo es.-asintio.-Si me disculpan, iré a saludar a unos conocidos.

Namjoon miró con una sonrisa la huida de ChanYeol, se imaginaba como su mente estaba a punto de explotar debido al recuerdo. A ese bebé que llegó a ver, preguntándose si se trataba de la misma persona, cosa que era cierta.











-¿En que piensas?. -pregunto SeokJin acostándose al lado de Namjoon.

-Fueron dos jugadores....Jin ¿Lo viste? Fue fantástico, ahora imagino ¿Como habría sido si los tres se hubieran conocido? ¿Que haría un león, un tiburón y un lobo en una misma habitación?

-Es mejor que no lo descubramos.-suspiro recostando la cabeza en su pecho. -Namjoon, tengo un mal presentimiento.

-No te preocupes, todo esga fríamente calculado.-respondio al besar su frente.















-Jeon....Jeon...Jungkook.-suspiro mirando sus manos. -¿Jungkook?

Comenzó a reír. Nuevamente el juego se movía.

Asylum (KookV, Yoonmin, Namjin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora