Me arreglo lo más rápido que puedo, miro la hora en el reloj que tengo en la pared y suelto una maldición en voz baja, ya voy tarde.
Cuando ya estoy lista me miro una última vez en el espejo y salgo de mi casa con el abrigo en una mano y la cartera en la otra. Camino calle abajo y llamo a un taxi, el camino al restauran se me hace eterno. No puedo creer que vaya tarde a una cena tan importante.
El taxi se estaciona enfrente del restaurante, pago al taxista y bajo apresuradamente. Llego a la recepción y la camarera me guía hasta mi mesa.
-Lamento la tardanza -digo mientras tomo asiento.
-Pensábamos que ya no ibas a llegar -comenta mi jefe y me mira con reproche-. Norah, él es el señor Williams -no puedo ocultar mi sorpresa pues es bastante atractivo-, representante de la compañía de estudio psicológico más importante del país.
-Mucho gusto, señor Williams -le tiendo una mano, él la toma y la estrecha con fuerza.
-Encantado de conocerla. Y, por favor, llámame Joseph.
Luego de la presentación pasamos el resto de la cena charlando de psicología, nuevos proyectos, una unión entre compañías y demás. Cuando ya hemos terminado de cenar pagamos la cuenta y vamos a un bar a celebrar que la unión ya esta casi completa, solo falta firmar unos cuantos papeles y todo estará listo.
Cuando llegamos al bar brindamos, bebemos y seguimos charlando. Después de dos horas mi jefe nos informa a él señor Williams y a mi que se tiene que marchar, él se marcha dejándome sola con Joseph. La conversación sigue solo que un poco incomoda.
Miro la hora en mi celular y me doy cuenta de que ya es muy tarde.
-Lo siento, Joseph, pero ya tengo que marcharme.
-Permíteme llevarte. Ya es bastante tarde y no querría que algo te pasara.
Lo pienso durante unos segundos, y, finalmente accedo. Salimos del bar y un mozo le entrega a Joseph las llaves de un auto que se ve muy caro. No subimos al auto y pongo la dirección de mi casa en el GPS.
-¿Por qué te interesaste en la psicología? -pregunta luego de unos minutos en silencio.
-Siempre me ha interesado la manera de pensar de las demás personas, la manera en que reaccionan en distintos escenarios.
-¿Cómo reaccionarias tú si alguien tratara de matarte? -pregunta y me quedo pasmada.
-¿Qué clase de pregunta es esa? -inquiero.
-Solo te estoy planteando una situación -señala y no respondo.
Guardamos silencio hasta que Joseph para el auto enfrente de mi casa.
-Buenas noches -me despido.
-No respondiste mi pregunta -dice antes de que pueda salir del auto-. ¿Cómo reaccionarias si alguien tratara de matarte? -pregunta nuevamente.
Respiro hondo y respondo:
-Nunca he pensado en eso, pero creo que si alguien trata de matarme haría todo lo posible por sobrevivir.
Una pequeña sonrisa crece en su rostro y, frunciendo el ceño, bajo de su auto y camino hacia la puerta. En cuento entro cierro la puerta con llave, enciendo las luces y me encamino a la cocina por un vaso de agua, voy a la sala de estar, con el vaso de agua en la mano, y miro por la ventana. Mi corazón se acelera cundo me doy cuenta de que su auto sigue aparcado en frente.
Una pequeña llama de miedo se enciende en mi interior al recordar su insistencia a que respondiera esa pregunta.
Dejo el vaso en la mesa junto a la ventana y corro a la cocina para echarle pasador a la puerta trasera. Me paralizo en la entrada de la cocina cuando veo la puerta abierta de par en par. Saliendo de mi estupefacción me apresuro a cerrar la puerta.
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Historias de Terror
HorrorCada capítulo cuanta historias independientes de terror y suspenso. ... Puede tener fallas ortográficas, gramaticales. Es un borrador.