12. LOBO

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La luz roja parpadeaba mientras Luke recorría los pasillos del edificio rápidamente en busca de la salida. Sus pasos resonaban por el silencioso pasillo. Las palabras «es hora de cazar, mi cachorro» se repetían en su mente en bucle, haciendo que el pánico creciera cada vez más. No podía evitar preguntarse por qué demonios acepto ir allí cuando todo su cuerpo le decía que era una mala idea, era obvio, por la manera en la que la invitación le llegó, que algo muy malo iba a pasar.

Por un momento el parpadeo de la luz se detuvo dejando una oscuridad total. La respiración de Luke se aceleró. Un fuerte chirrido lleno los pasillo causando que Luke se encogiera de miedo. Luke siguió corriendo, a ciegas, tanteando las paredes, luego de pasar por varias puertas cerradas por fin encontró una que se abrió, en el momento en el que la puerta se cerro tras él la luz fluorescente se encendió de nuevo revelando la larga mesa en la que había cenado junto a los demás invitados.

Su sangre se heló, estaba en el punto de partida de nuevo, y solo quedaba él. Los cinco invitados restantes estaban en sus asientos, la mayoría parecía inconsciente, algunos tenían los ojos abiertos, con la mirada perdida; estaban muertos. Avanzo hacia el que estaba más cerca de él y le cerro lo ojos, pasó a la siguiente, le reviso el pulso y el alivio se extendió por su cuerpo al sentirlo lento pero constante. Antes de que pudiera si quiera soltar la muñeca de la chica una de las tres puertas se abrió y por ella entro un... Luke no sabría decir que era exactamente. Parecía un lobo, pero tenia partes de otros animales: cuernos, su cola era una serpiente.

El lobo, (o lo que fuera), miro fijamente a Luke y olfateo el aire, Luke se mantuvo quieto, aun sujetando la muñeca de la chica, no hizo ni un solo movimiento. El lobo avanzo lentamente hacia la puerta de la derecha y, justo cuando dejo de mirar a Luke, la chica se irguió tomando una bocanada de aire, sobresaltando no solo a Luke sino también al lobo, este ultimo dirigió la mirada hacia la chica y gruño desde el fondo se su garganta, mostrando los dientes. La chica miro a Luke, su rostro reflejando confusión y pánico.

—No te muevas —susurro en cuanto vio que la chica iba a levantarse.

La chica giro lentamente la cabeza y cuando vio al lobo el poco color que tenía en su rostro desapareció.

El lobo se preparó para saltar, justo antes de saltar el sonido de una explosión retumbo por todo el edificio distrayendo al lobo. Luke, aprovechando la distracción de lobo, jalo a la chica y corrió hacia la puerta más cercana, siguió corriendo, aun aferrando la muñeca de la chica, bajaron escaleras, recorrieron pasillos hasta que por fin encontraron la puerta de salida. El único problema era que, bloqueando la puerta, estaba el anfitrión de la cena.

El anfitrión estaba mirando por la ventana como el cielo se iba tiñendo lentamente de naranja anunciando el amanecer.

—Nunca creí que de los seis invitados ustedes dos fueran los que lo lograrían —dijo dándose la vuelta.

—No deberías subestimar a las personas —dijo Luke, la ira filtrándose en su tono de voz.

—Tienes razón —sacó una pistola del cinturón—, no cometeré ese error otra vez.

El fuerte gruñido hizo que Luke y la chica se encogieran de miedo. El lobo los rodeo y se posó en frente de ellos. El sol estaba cada vez más cerca de salir. Luke se adelantó y cubrió a la chica con su cuerpo, miro al lobo demostrando una valentía que no sentía realmente. Luego de algunos segundos mirándose fijamente el lobo retrocedió y se encogió.

—¿Qué hiciste? —pregunto el anfitrión a Luke—. Mátalos, a los dos, ahora —dijo, dirigiéndose al lobo.

El lobo se dio la vuelta y le gruño al anfitrión. El anfitrión retrocedió hasta que choco con la puerta. El lobo avanzó mostrándole los dientes.

—No, no, no, no.

Levantó la pistola y disparo al lobo, el lobo siguió avanzando y saltó, aferro con sus dientes la garganta del anfitrión, Luke y la chica observaron, paralizados, como el lobo mordía y rasgaba la piel del anfitrión.

La luz del amanecer se filtro por las ventanas, iluminado el pasillo. Lentamente el lobo se separó del anfitrión y camino hacia Luke, el lobo se detuvo y olfateo el pecho de Luke y se sentó mirándolo fijamente. Luke no sabía que esperaba el lobo de él, así que extendió la mano y, antes de llegar a tocar al lobo este desapareció.

Luke y la chica compartieron una mirada y avanzaron hacia la puerta esquivando el cuerpo que yacía inmóvil en el suelo, salieron del edificio, caminaron hasta la reja y antes de salir miraron como una parte del edificio estaba en llamas.

—¿Cómo te llamas? —le pregunto Luke a la chica, aun viendo como las llamas iluminaban el interior del edificio.

—Jane.

—Mucho gusto, Jane, soy Luke.

Luke sonrió, sintiendo como el alivio se extendía por su cuerpo.

Lo que no sabía esque esta no seria la última vez que vería al lobo y lo que traería consigo.

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