❝ Tres ❞ - 「hyunminlix」

Último día

Cuando Seungmin ingresó a casa, las luces estaban apagadas. No se escuchaba ruido, ni pasos, ni absolutamente nada que indicara que había alguien en el interior. Frunció el ceño, encendiendo el interruptor para esclarecer la sala de estar. Dejó su bolso sobre la mesa y soltó un suspiro agotado. Palmeó sus bolsillos en búsqueda de su celular, pero encontró un papel que decidió tirar. En el basurero encontró los restos del desayuno. Lamentó haberse ido de esa manera. Invitaría a Félix a comer algo delicioso o le compraría algo bonito. El ánimo de Félix cambiaba con comida o regalos, y él no tenía problema en darle alguna de las dos.

Los trastes de la mañana se encontraban secos, por lo que decidió guardarlos. Al parecer, Félix no se encontraba en casa, así que quería sorprenderlo un poco una vez regresara.

Un sonido sordo se escuchó desde la habitación de Hyunjin. Atento, se acercó con rapidez abriendo la puerta sin golpear. Hyunjin estaba bebiendo solo, contemplando por la ventana con las luces apagadas.

-No sabía que estabas aquí -dijo como saludo Seungmin, acercándose para depositar un beso en su frente.

Hyunjin sonrió ante el gesto.

Hyunjin se acomodó para darle espacio a Seungmin y le entregó una lata de cerveza. El más alto no lo dijo, pero Seungmin sabía que estaba triste, lo notaba en sus ojos y en la forma descontrolada en la que bajaba sus cervezas. Hyunjin no hablaba de sus sentimientos, así que no valía la pena iniciar una conversación desde allí. Lo acompañó en silencio, ingiriendo del interior de la lata sin emitir más sonido que un suspiro largo que escapó de sus labios.

-¿Y Félix? -preguntó.

Hyunjin abrió una cerveza más- no sé -solo respondió, elevando los hombros.

Seungmin dedujo que ambos pelearon en su ausencia así que tendría una semana difícil. Hyunjin era terco y Félix lloraba por los rincones. No se hablaban ni compartían espacios hasta que Hyunjin decidía buscar a Felix. Seungmin les daba espacio porque sabía que a Félix me gustaba pasar tiempo a solas con el mayor.

Tomó su celular para mandarle un mensaje al pecoso, no obstante, solo aparecía el signo de enviado, más no el de recibido. Enarcó una ceja, dejándolo pasar. Estaba hablando de Félix.

-¿Donde esta? -preguntó al ver que su mensaje fue ignorado.
-volverá-contestó Hyunjin- siempre vuelve.