Último día

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Félix abrió los ojos perezosamente tras sentir un cuerpo moviéndose a su lado. Posó su mirar unos segundos en la pálida y tersa piel de Hyunjin, que dormía plácidamente a una poca distancia de él. Le gustaba Hyunjin, mucho, muchísimo, y durante años todos esos sentimientos de amor no hicieron más que crecer, albergándose en su alma, destruyendo su corazón, su mente y su cuerpo. Estaba tan enamorado que no pudo dejarlo cuando debió. No estaba arrepentido en absoluto, pero la idea de una vida diferente últimamente rondaba su cabeza sin dar mayor espacio a pensamientos positivos.

El brazo de Seungmin rodeaba su cadera. A él le gustaba dormir de ese modo con Félix, sintiéndolo cerca, lo más cerca posible. A Seungmin le encantaba respirar del aroma natural del chico de las pecas, así que no perdía la oportunidad de olfatear cada vez que apreciaba su cuello desnudo.

No había visto la hora, pero sabía que era tarde. Tomo la mano de Seungmin con el dedo índice y pulgar para apartarlo con cuidado. Hyunjin tenía mal despertar, así que no debía realizar ningún movimiento en falso para no disgustar su mañana.

Un líquido blanquecino se deslizó por su entrepierna, mientras que un dolor punzante atacó su espalda baja. Completamente desnudo, caminó hasta el baño, percatándose de las múltiples marcas que ambos dejaron en su cuerpo la noche anterior. Los años pasaban pero ellos continuaban siendo salvajes a la hora de intimar. Posó uno de sus dígitos sobre la marca en el nacimiento de su cuello que sería difícil de ocultar incluso con maquillaje. Suspiró con resignación e ingresó a la ducha para culminar de despertar.

El agua fría ayudó un poco en sus pensamientos. Vistió una camiseta larga, una de Hyunjin, y emprendió el rumbo hasta la cocina con el cabello mojado y pies descalzos. El sonido de las ollas moviéndose de un lado a otro despertó a Hyunjin, quién estiró los brazos y se volteó para observar a Seungmin dormir.

Felix era el primero en abandonar la cama, incluso si dormía en su propio cuarto. Se levantaba y preparaba el desayuno y almuerzo para ambos. Para Hyunjin, esa era una clara señal de que Félix los amaba. El chico de las pecas no hablaba mucho, pero gemía sin control cada vez que se encontraba en su interior. A él lo observaba con esos ojos de cervatillo, brillantes, enamorados pero sumisos. Complaciente, la mayoría del tiempo me respondía que sí.

Con Seungmin, Félix era diferente. Era un chico divertido, alegre, incluso respondón. Muchas veces los escuchó hablar de temas cotidianos, conversaciones que jamás tuvo con él.  Y Félix se veía cómodo con la presencia del otro.

Hyunjin lo envidiaba por eso.

Se acercó a él para despertarlo con suaves besos en los labios. Seungmin sonrió y abrazó a Hyunjin por el cuello, dejándose llevar por las caricias que el mayor dejaba en su cuerpo.

Desde la cocina, Félix escuchó como Hyunjin y Seungmin hacían el amor sin disimular sus alaridos de placer. Félix aguardó en silencio, no quería unirse pero tampoco deseaba interrumpir.

Ninguno de los dos desayunó en casa. Atrasados, besaron a Félix en los labios, cogieron sus almuerzos y abandonaron el apartamento donde vivían los tres en medio de una conversación banal.

Hyunjin podía hablar de todo con Seungmin, reía a carcajadas y mostraba con él esos ojos pequeños al sonreír. Hyunjin no sonreía al lado de Félix.

Félix amaba tanto a Hyunjin que se estaba muriendo de tristeza.

Una vez la casa quedó en silencio, Félix lavó los platos sucios y tiró la comida que ninguno de los dos consumió. Limpió la casa, cambio las sábanas de la cama de Hyunjin, recogió la ropa tirada en el piso de la habitación de Seungmin y guardó sus pertenencias en una pequeña maleta, la misma con la que llegó a habitar ese lugar.

No derramó lágrimas cuando dejó las llaves del apartamento al lado de un papel que decía: "gracias por los años que vivimos juntos". Tampoco lo hizo cuando atravesó la puerta. Estaba listo para eso, tan agotado que incluso elevó la comisura de sus labios, aunque la curva fue una de tristeza. Estaba tan cansado que no sentía deseos de enfrentar a Seungmin y a Hyunjin. Apagó su celular y lo tiró a un basurero cercano al edificio.

Ya ni había vuelta atrás.

❝ Tres ❞  -  「hyunminlix」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora