❝ Tres ❞ - 「hyunminlix」

6 años después

Hyunjin bebió un sorbo de vaso de soju para después reír ante una broma casual con un ex compañero de universidad. A veces asistía a las reuniones por generación de los graduados. Le entretenía saber de todos y dar cuenta de que también avanzó, un poco, pero lo hizo. 

Después que Seungmin dejó el apartamento, se marchó a uno más pequeño. Las relaciones que le siguieron fueron ocasionales y simples. Nada serio que durara más de seis meses. ¿Vivir con alguien otra vez? No, ni de broma. ¿Profundizar sus encuentros más allá de lo sexual? Tampoco. 

Eso sí, se casó con una mujer. Vivió un año con ella, intentando quererla, pero no dio resultados. Se divorció en su segundo año de matrimonio. 

Tenía un buen trabajo y una buena vida que incluso le permitió adoptar un perro y no cobrarle arriendo. 

Bebió otro sorbo, secando sus labios con el dorso de su mano. A sus años y divorciado, era un candidato perfecto para el matrimonio, así que más de alguna lo miraba con claras intenciones de acercarse más de la cuenta. No obstante, él se hacía el desentendido. 

La puerta del restaurante se abrió y unos gritos se escucharon desde el fondo. 

—¡Lee Felix! 

Hyunjin elevó su mirada hasta el mencionado con el corazón agitado. ¿Lee Felix? ¿Ese Lee Felix? ¿El que un día desapareció de su casa sin decir nada y al que ahora mismo estaba caminando con una sonrisa en medio de todos para saludar? 

En los recuerdos de Hyunjin ya no existía dolor, ni rabia, ni nada por el estilo. Creyó haber sepultado al menor hace dos años, pero ahora que lo veía, su cabello corto y negro y su piel entintada con preciosas pecas, se percató de que ese capítulo de su vida todavía tenía una pequeña llama encendida. 

Los ojos de Lee Felix se toparon con los de Hyunjin y su sonrisa se apagó unos instantes, contemplándolo con sorpresa, pero nuevamente elevó la comisura de sus labios— ¡Hyunjin! —saludó con alegría. 

Que bien, que bien se sentía escuchar su nombre en esa voz tan profunda y preciosa. Le devolvió el gesto, empequeñeciendo los ojos. Había pasado tiempo y Lee Felix era Lee Felix ante los ojos de un Hwang Hyunjin que se sentía nervioso por primera vez en años.