(Pov Harry)
Las siguientes dos semanas pasaron llenas de besos, mimos, caricias y encuentros bastantes subidos de tono con el ojiazul.
Sentía que nada de lo que estaba pasando era real, nunca había sido tan feliz, ni se había sentido tan pleno en toda su vida, sus días pasaban como en las películas románticas que veía con Zayn cuando eran unos adolescentes hormonales que soñaban con encontrar al amor de su vida.
Toda esa bruma de amor y paz que le rodeaba también era fomentada por el hecho de que no se habían puesto en contacto con él ni su madre ni Alex y aunque su cerebro le repitiera constantemente que eso era un motivo para asustarse, él lo ignoraba, prefería centrarse en el lindo chico que estaba enterrado en él ahora mismo mientras repartía mordiscos y besos por su cuello.
El ojiverde enredó sus piernas en la cintura de su chico tratando de hacer las embestidas más profundas, este entendió lo demandado inmediatamente y aumentó el ritmo y la profundidad de estas.
Louis tironeo de sus rizos y gimió sobre sus labios cuando este mordió su labio inferior con fuerza.
- Mío- gruñó el más bajo mientras seguía golpeando el botón de nervios de Harry- Dilo amor, di que eres mío-
-Tuyo, soy tuyo- habló entrecortadamente por los gemidos que seguían saliendo de su boca.
El ojiazul sonrió, sujeto las nalgas del rizado y comenzó a embestirlo rápidamente, haciendo que la cabecera de la cama chocara contra la pared. Los rizos de Harry se habían pegado a su frente por el sudor, cubriendo está totalmente.
-Te follaría todo el maldito día, hasta que te quedes sin voz por gritar mi nombre-
Harry sintió que todo su cuerpo temblaba y aferró sus piernas con más fuerza a la cintura del otro, si es que esto era posible, de tan pegados que estaban sus cuerpos ya empezaba a pensar que se habían unido en uno solo.
-Quiero que me jodas tan mal- jadeo.
-Date la vuelta para mí, amor- pidió el ojiazul como respuesta. Observó como la espalda del más alto se torcía un poco y luego todo su pecho quedó presionado contra las sábanas.
Alzo su culo mostrándose para Louis y presiono sus uñas en la almohada para callar sus gemidos cuando las embestidas de este fueron retomadas, con la misma fuerza y ritmo que antes como si nunca hubiesen cesado. Sentía que se derretía, que literalmente podría volverse papilla debajo del mayor, y sus cuerdas vocales ardían de lo mucho que había gritado y suplicado a lo largo de la mañana, pero quería continuar, gritar y gritar el nombre del otro hasta que el edificio entero supiera lo bien que estaba siendo follado.
Las manos de Louis lo sujetaron fuertemente por la cadera para alzarlo, dejando su pecho contra las sábanas y el culo al aire. Su nariz aspiraba el rico olor de la almohada y si, olía a Louis después de todos los días que llevaban juntos en su apartamento. Se echó hacia atrás desesperado porque ya sentía su orgasmo formarse, comenzó a follarse a sí mismo en la polla del más bajo, sin parar una y otra vez. La cabeza de Louis reposaba entre sus omoplatos y podía sentir como mordía fuertemente sus cuello.
El ojiazul volvió a cambiar de posiciones y lo dejó recostado sobre su espalda, se acomodó sobre su cuerpo y lo besó mientras volvía a embestir con fuerza.
Empujó por última vez y la espalda del ojiverde se arqueó mientras se corría. Verlo destrozado y llorando de placer llevó al ojiazul al límite.
En el cuarto solo se escuchaba la respiración agitada de los dos chicos que seguían unidos. Una vez que se recompusieron un poco se separaron quedando tumbados en la cama mientras se miraban con los ojos rebosantes de alegría, ninguno había sentido antes ni la cuarta parte de lo que sentían cada vez que estaban juntos.
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Quemando rueda por ti
RomanceTal vez el tipo de vida que todos consideran lo mejor para ti, te deja vacío, sin esperanzas y anclado a una rutina que consume tu juventud poco a poco, hasta que llega un huracán que a pesar del miedo que genera te rompe tus cadenas, dándote una li...